Hace algún tiempo os hablamos de las características de la depresión postparto, poniendo de relevancia que ser madre no es un camino de rosas y que, en muchas ocasiones exige una entereza y una dedicación que puede llegar a superarnos.
10 consejos para evitar la depresión postparto

Es importante tener en cuenta en qué consiste el trastorno de depresión postparto para poder luchar contra él, pero hay algunos consejos que pueden ser muy útiles tanto a la futura madre como a su entorno más próximo para minimizar al máximo las posibilidades de sufrir este trastorno.
1. Presta atención a los sentimientos y pensamientos
Por supuesto, la mejor prevención es la detección precoz, es decir, estar muy atento a los síntomas que se puedan estar desarrollando en la madre e intentar ponerles solución antes de que avancen y se conviertan en una depresión.
Para ello será importante que no intentes bloquear tus sentimientos. Debes encontrar tu espacio para hablar de lo que sientes y de lo que piensas, son muchas las madres que están en tu misma situación y, aunque no te lo creas están igual de perdidas que tu.

Habla mucho con tu pareja, explícale tus sentimientos e intenta que te entienda, aunque no pierdas de vista que la situación también es nueva para él y que, por lo tanto, puede estar un poco desbordado también.
Hay grupos de soporte a nuevas madres que están dirigidos por profesionales de la psicología y que pueden ser de gran ayuda y acompañamiento en este momento complicado aunque emocionante de la vida.
2. No juegues a la «supermujer»
No eres omnipresente. Ni todopoderosa. No eres una «supermujer», eres una mujer normal que acaba de dar a luz y que está intentando adaptarse lo mejor que puede a su nuevo rol y a su nueva situación personal.
Debes tener en cuenta que, durante los primeros meses, el bebé probablemente necesitará una dedicación prácticamente exclusiva, por lo que tu vida personal puede quedar realmente trasbalsada. Esto puede producir un gran nivel de incomodidad en algunas mujeres, que querrían seguir siendo la «mujer ideal»: buena pareja, mejor madre, una trabajadora excelente, tener la casa limpia, no descuidar a sus amistades…
Asúmelo, por el momento las cosas cambiarán ligeramente, ya tendrás tiempo de retomarlo todo desde donde lo dejaste, o de cambiar aquello que considerabas de vital importancia antes, por algo diferente que realmente te llene ahora.
3. No a las mudanzas
Ante la inminente llegada del bebé a muchas parejas les sucede: de repente sienten que su casa se queda pequeña. No importa que tengan una habitación que siempre hayan pensado que dedicarían al futuro hijo, de repente sienten que en casa va a entrar una tercera persona y que va a ser necesario mucho espacio.
Tranquilidad. Los niños, inicialmente, no requieren de un gran espacio. Mientras tenga su cunita y su espacio de descanso (que puede ser la habitación de matrimonio perfectamente) el bebé ya estará bien. Por supuesto, a medida que se vaya haciendo mayor, irá necesitando más espacio y más personal, pero eso no ocurrirá hasta dentro de unos años.
La recomendación es que se evite el gran estrés que provoca una mudanza durante el embarazo y hasta que el bebé no tenga, por lo menos 7 u 8 meses ya que mover toda una vida en cajas es una situación que requiere de un gran control emocional y que pone a prueba, incluso, las relaciones de pareja.
Si no es estrictamente necesario, no os sometáis a esta presión.
4. Acude a clases de preparación al parto
Aunque parezcan absurdas en un primer momento, son una gran ocasión no sólo para aprender sobre el parto y sobre el cuidado del bebé, sino también sobre nuestro propio cuerpo y nuestras emociones.
Es recomendable que acudáis ambos miembros de la pareja, siempre que sea posible, ya que os ofrecerá un espacio para compartir juntos y podréis empezar a disfrutar de la unión que supone tener un hijo en común.
Es muy probable que mientras estés embarazada acudas a sesiones de preparación al parto o a grupos de mujeres embarazadas, es ahí donde puedes conocer a gente que te puede ser de gran ayuda.
Compartir tus sentimientos con tu pareja está bien, pero si ambos los compartís con otras parejas que estén en vuestra misma situación, todos saldréis beneficiados.
Además, es muy posible que estas parejas puedan ser grandes aliados a posteriori, cuando necesites a alguien en quien confíes para que te hagan un canguro puntual.
5. Escucha música
Son innumerables los beneficios que produce la música sobre la mente y sobre el cuerpo. Tanto durante el embarazo como en el postparto es importante que no te olvides de la música. Ten preparadas listas de reproducción que te acompañen en los diferentes momentos, no hace falta que sean especialmente infantiles, pueden ser canciones que te gustan a ti y que quieras compartir con tu bebé.
Animadas para cuando el bebé esté despierto y estés hablando con él: de esta manera lo acariciarás no solo con las manos, sino también con la voz y con tu sonrisa. Escuchar música que nos ponga de buen humor nos hace interactuar más amablemente con los demás.
Tranquilas para cuando el bebé duerma o para momentos de descanso: ten una buena lista de reproducción de canciones tranquilas que os acompañen a ti y a tu bebé en los momentos de descanso.
6. Descansa todo lo que puedas
Los primeros meses del bebé son de locura absoluta. El bebé está descubriendo el mundo, y los padres están descubriendo los límites de sus fuerzas. Aquellas noches de dormir 7 u 8 horas seguidas parecen lejanas e imposibles de retomar.
Es normal que los padres estén muy cansados durante el día, pero sobretodo las madres y aún más si están dando el pecho a los bebés.
Es por ello por lo que se vuelve más imprescindible que nunca aprovechar cada minuto del día que se pueda para descansar. Cuando el bebé duerma, aprovecha y duerme. Olvídate de si hay que fregar los platos o que planchar la ropa, o que llamar a una amiga para saber qué tal le va. Es tu momento, te lo debes a ti misma, pero es que además, tu pareja y tu bebé te lo agradecerán. Descansa.
7. Sigue una alimentación equilibrada
Es posible que con el desajuste de horarios no sepas ni cuándo te toca comer a ti. Pero es importante que lo controles, y sobretodo que te alimentes con comida saludable: frutas, verduras, hortalizas, carne…
Come de todo, y aliméntate en cantidad, no pretendas hacer una dieta de adelgazamiento en los primeros meses. Piensa que tu cuerpo ha estado 9 meses adaptándose a una vida que crecía dentro de él. Ahora va a necesitar más o menos el mismo tiempo para que todo vuelva a su lugar.
Aliméntate de forma equilibrada pero variada, come de todo y asegúrate de no pasar hambre. Siempre puedes acudir a un nutricionista para que te haga unas recomendaciones adaptadas a tus necesidades.
8. Cuida tu relación de pareja
Es importante que vuestro rol de nuevos padres no se sobreponga al 100% a vuestro rol de pareja. Ahora es cuando más unidos vais a necesitar estar para poder afrontar todas las decisiones que implican el hecho de ser padres.
Muchas parejas tienen dificultades para llevar a cabo una vida de pareja al margen de su vida de padres y madres, para esas parejas es muy recomendable que no sientan ningún reparo en acudir a un psicólogo especializado en relaciones de pareja para que les pueda ofrecer alternativas y ayudarlos a reencontrarse.
No te olvides de hacer pequeñas salidas en pareja sin el bebé. Es cierto que puede resultar un poco angustiante dejarlo con alguien al principio, pero seguro que cuentas con algún familiar o amigo que se pueda hacer cargo del pequeño durante un par de horas, lo necesario para poder hacer una escapada tranquila con tu pareja ya sea a dar un paseo o a cenar.
9. No descuides el sexo
Aunque lo más probable es que en las primeras semanas ni se te pase por la cabeza la posibilidad de tener sexo, es importante que no descuides esta área de tu vida.
Recuerda que el sexo no tiene por qué significar coito, de hecho es recomendable guardar un periodo de abstinencia de coito, ya que la vagina y la musculatura de suelo pélvico suele estar bastante dolorida después del parto.
Pero no te olvides de tener sexo, de acariciarte, de dejar que te acaricien. Quizá algo tan simple como darte un buen masaje en la ducha, que te permita recordar que tu cuerpo tiene sensaciones eróticas. Lo importante es que no desconectes tu cuerpo de las sensaciones.
Con tu pareja también podéis practicar el «soft-sex», es decir, como si fuérais adolescentes sin experiencia de nuevo, dedicaros a los besos, las caricias y los abrazos y solo practicar la penetración cuando el cuerpo esté de nuevo preparado para ello.
10. Acude a un psicólogo
La ayuda de un buen terapeuta puede ser clave para no caer en la depresión postparto. Hay algunos hospitales y centros familiares que cuentan con grupos terapéuticos en los que las madres y padres pueden entrar y compartir sus sentimientos.
Pero también puedes acudir a la consulta privada de un psicólogo para que, de una forma individual, te ayude a superar estos primeros momentos de incertidumbre y de malestar que pueden acabar derivando en una depresión.
Es posible que sea difícil que te desplaces hasta la consulta de un psicólogo en este momento, por eso en Siquia te ofrecemos un montón de profesionales cualificados que pueden ofrecerte un servicio de terapia online, que te va a permitir hacer las sesiones desde tu casa.
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Muy buenos consejos, y la foto que lo ilustra es preciosa. ;)