Aburrimiento, apatía, pereza. ¿Es lo que sientes cuando te das cuenta de que has caído en el pozo de la rutina?
10 consejos para salir de la rutina

La monotonía provoca estos sentimientos que, a su vez, te inmovilizan y te impiden salir de ella. La falta de motivación implica pasividad, desinterés.
Pero, ¿qué es la rutina?
Todos la conocemos. La rutina es la serie de hábitos o de costumbres que se repiten de manera continuada durante un tiempo prolongado. La persona que lo sufre no introduce variaciones en su día a día, por lo que se acaba llegando al aburrimiento.
El aspecto positivo de la rutina se basa en la seguridad que transmite, alejada de errores o situaciones inesperadas. En cambio, innovar ya supone un riesgo.
Factores que crean apatía y pereza
- No te crees autoeficaz. No confías en tu eficiencia a la hora de conseguir objetivos o metas.
- Falta de apoyo por parte de tu entorno. El desinterés de los demás hacia tu salud emocional te hunde en la desmotivación.
- Tienes miedo a fracasar, miedo a cometer errores. Refugiarte en tu zona de confort es la peor decisión. Debes trabajar en tu autoestima para superar la ansiedad y la inquietud que te generan los cambios y el temor a equivocarte.
Cuando este estado emocional no es puntual, sino que se prolonga en el tiempo, ha llegado el momento de un cambio.
Entonces, ¿cómo puedes salir de la rutina?
10 claves para abandonar la rutina
Para salir de la rutina y ponerle un poco de emoción a tu vida (porque sí, también nos hace falta de eso para sentirnos bien) tienes que hacer varios cambios:
- Reconocer que has caído en la rutina. Ya identificada, piensa en aquello que repites a diario y que te lleva a esa monotonía tan desesperante. ¿Cómo has llegado hasta aquí? ¿Qué te motivó a ello?
- Reflexiona sobre los cambios que puedes llevar a cabo. ¿Qué quieres? ¿Cómo lo vas a conseguir? De este modo te das cuenta de cuáles son esos aspectos repetitivos de tu rutina que te acercan o te alejan de tus objetivos.
- Ten hábitos de vida saludables. La alimentación y las horas de sueño son fundamentales para nuestro bienestar, para nuestra salud mental y física. Practica ese deporte que te gusta, sin depender de la opinión de los demás: correr, pasear, yoga, pilates, fitness, zumba, bailar, artes marciales, boxeo…
- Ordena tu tiempo y tu espacio. No puedes hacer de todo en cualquier momento y en cualquier lugar. Separar acciones y lugares es lo mejor para evitar ese sentimiento de continuidad que te persigue. Cada acción tiene su momento y su lugar. Por ejemplo, no desayunes en tu habitación, no estudies tumbado en la cama, limita las horas de ver la tele…
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- Establece nuevos objetivos y planifícalos. Piensa en algo que te resulte motivador y te aleje de la rutina: practicar deporte, aprender a bailar o a tocar un instrumento, hacer viajes… No olvides que esas metas tienen que ser realistas, es decir, alcanzables. Puedes empezar a correr, pero sería imposible que acudieras a correr una maratón. En cuanto a planificarlos, lo mejor es que establezcas una meta concreta y los mini objetivos que te ayudarán a cumplirla a corto plazo, dando así pequeños pasos (pero firmes) que te aproximen poco a poco al objetivo principal. Aun así, el deporte también puede convertirse en rutina, por lo que es fundamental crear un reto o un desafío.
- No sirve de nada hacer planes si no te vas a comprometer. Por esta razón, no vale rendirse si en el camino aparece alguna dificultad. Debes resolver cada obstáculo, aunque sepas que te costará esfuerzo hacerlo. Los cambios no llegan solos.
- Relaciónate con nuevas personas y abre tu mente ante nuevas experiencias. Conocer gente te hará aprender de ellos y conocerás otras perspectivas de vida. Es necesario tener amistades, hablar con otras personas, abrir la mente, escuchar, aprender de otros, inspirarnos…
- Introduce pequeñas modificaciones en tu entorno, ya sea redecorando tu casa, cambiándote de ropa (no lleves lo mismo en tu tiempo libre que en tu trabajo) o probando otros estilos de música en función de tu estado de ánimo.
- Improvisa y sal de la zona de confort. Planificarte está muy bien, pero hay un cierto espacio que puedes dejar solo para la improvisación, de forma que puedes hacer lo que te apetezca en el momento que surja. Otra opción es explorar más allá de lo que conoces, como visitar un país con una cultura diferente o hacer una actividad que nunca se te había pasado por la cabeza. Y, sí, esto implica superar tus miedos a lo nuevo, a lo diferente.
Acabar con la apatía y la pereza no es sencillo ni imposible. Lo que está claro es que, para vencer esos sentimientos, sentirnos apoyados es fundamental. Necesitas comprensión, no desprecios y críticas que te desmotiven aún más.

Debes comprender que tiene que haber armonía entre mente y cuerpo para hallar esa energía que te ayude a recobrar el ánimo.
También es importante recordar que detrás de la pereza, la apatía y la falta de interés pueden existir enfermedades como el hipotiroidismo y la fibromialgia y trastornos psicológicos como la depresión.
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