Psicólogos onlineTipos de terapia en psicología hay casi tantos como psicólogos. Aunque los psicólogos se adhieran a una corriente terapéutica concreta, cada caso es un mundo y como decíamos en este artículo, hay que saber adaptarse al paciente que tienes delante.

No obstante, debemos tener claro que esta heterogeneidad de tipologías de tratamiento, no quiere decir que en terapia todo valga. Hay ciertas conductas, situaciones o comportamientos que, como pacientes, no deberíamos tolerar y deberían ponernos sobre aviso de que, quien nos está atendiendo, está incurriendo en una mala praxis de la profesión.

Señales de alarma de mala praxis

Te toca de forma excesiva o inadecuada

Está claro que hay personas más cercanas que otras y que puede haber psicólogos que decidan dar dos besos en las mejillas a sus pacientes y otros que simplemente den la mano. Pero si el contacto físico con el terapeuta va más allá de lo que consideras normal o te incomoda, quizá estemos ante un caso de mala praxis.

No estamos refiriéndonos aquí a contacto sexual, ni mucho menos: un abrazo demasiado efusivo, besos que no sean en las mejillas, contacto físico buscado y sin motivo evidente: te coge de las manos, te acaricia el pelo, o se sienta, simplemente, muy cerca tuyo.

Lo primero que debes hacer es decirle, de buenas maneras, que te incomoda ese contacto y que no entiendes por qué debe estar presente en la terapia. Si el terapeuta se disgusta o te intenta convencer de que el contacto físico es importante para ayudarte a mejorar, y sientes que no empatiza con tu incomodidad, intenta cambiar de terapeuta.

Te propone citas fuera de consulta

Si tu terapeuta te está convenciendo o te ha convencido para veros fuera de la consulta, con el pretexto de hacer un encuentro informal y hablar relajadamente, este terapeuta está incurriendo en una mala praxis de manual.

La interacción paciente-terapeuta se debe dar siempre en consulta o con motivo de esta. Es decir, en casos de fobias, por ejemplo, puede ser que en las fases iniciales el terapeuta acompañe al paciente a enfrentarse con su fobia, pongamos por ejemplo, a volar.

Quedar para tomar un café con tu terapeuta no aporta nada a la terapia.

Te propone colaboraciones laborales

El terapeuta te invita a colaborar con él en su despacho, te ofrece la posibilidad de incorporarte, pongamos por caso, al mundo laboral con unas prácticas en su consulta, haciendo de administrativo, o de recepcionista a cambio de poco dinero o de, pongamos por caso, sesiones de terapia gratuitas para ti.

En este caso el terapeuta está haciendo uso de su situación de dominio para beneficiarse de tu trabajo de una forma gratuita.

Te explica cosas de otros pacientes

¿El terapeuta te explica cosas sobre otros pacientes dándote detalles y sin que tengan mucho o nada que ver con tu motivo de consulta? Pues está incurriendo en una muy mala praxis, de hecho se está saltando el código deontológico, que dice que, igual que los médicos, los psicólogos deben mantener la confidencialidad de todo lo que se habla en consulta y solo en caso de peligro para el paciente, ponerlos en conocimiento de las autoridades competentes.

Además, ¿quién te dice que si airea la vida de los demás así, no lo hará con la tuya también?

Te explica demasiado sobre su vida personal

Quizá te de la impresión de que, conocer algo de la vida del terapeuta te ayude más a empatizar con él y, por lo tanto a mejorar la terapia. Es posible que sea así.

Pero si te parece que tu psicólogo está dándote demasiados detalles de su vida personal sin que tengan que ver con lo que tu le cuentas, o sólo de manera muy lejana, deberías plantearte buscar otro.

El terapeuta no es un amigo, el terapeuta es una persona que debe escucharte y ayudarte con tu vida personal, no debe, nunca, proyectar su vida personal y, por supuesto, nunca debe pedirte consejo sobre lo que debe o no debe hacer en su vida.

Te regala cosas

El terapeuta jamás debería obsequiar a sus pacientes con detalles caros o de valor significativo a nivel emocional. Puede ser, por supuesto, que te entregue un libro, o un audio para que hagas tus ejercicios de relajación, por ejemplo, pero desconfía del terapeuta si, por ejemplo, te da una joya, una pieza de ropa nueva o algún objeto similar, sea cual sea la explicación que te de.

Te hace descuentos especiales

A no ser que sea porque no puedes seguir costeándote la terapia y tu terapeuta decide asumir en parte los costos de ésta, si el psicólogo te ofrece grandes descuentos o, incluso, hacer sesiones gratuitas por el simple hecho de ser tu, está incurriendo en una mala praxis.

El psicólogo es un profesional que cobra por sus servicios (a no ser que lo haga de forma voluntaria y en un contexto de ayuda social), por lo que si te ofrece servicios gratuitos pese a que tu puedes pagarlos, está abonando el terreno para ponerse por encima de ti, ya que si tu no le pagas, no te vas a sentir con el derecho a exigir nada, puesto que lo está haciendo supuestamente de buena fe.

Te intenta hacer cambiar de religión, pensamiento político u orientación sexual

El psicólogo debe atender a sus pacientes independientemente de las opciones políticas o religiosas que éstos esgriman. En ningún momento el profesional debería cuestionar tu religión o tu postura política, a no ser que esa sea la causa de tu malestar.

Así mismo, si el profesional intenta hacerte ver que tu orientación sexual no es la adecuada, o que no es aceptable y deberías cambiarla porque, de lo contrario, ni te puede hacer terapia ni tu vas a poder ser feliz, deberías buscar otro terapeuta.

Si el psicólogo intenta convencerte de que tus creencias no son las adecuadas, que su religión es mucho más inclusiva o mejor, si intenta hacer que cambies de opinión sobre cuestiones políticas o influirte para que lo hagas, estás ante un evidente caso de mala praxis terapéutica.

Te ridiculiza o te maltrata

No debemos aceptar nunca que nos ridiculicen o nos maltraten, pero mucho menos si esto viene por parte de un profesional de la psicología. El papel del psicólogo es ayudar, animar, hacernos ver claros aquellos puntos en los que nuestra vida no está al cien por cien.

Pero nunca debemos dejar que hagan juicios morales sobre nuestra conducta o que nos ridiculicen por ello. Está claro que el psicólogo deberá ayudarte a entender qué cosas de ti mismo son las que están afectándote, pero una buena terapia no debería incluir jamás vejaciones hacia el paciente. Si no te sientes respetado por el profesional a nivel personal, quizá sea una buena idea buscar otro.

Tiene una relación amorosa contigo

Un psicólogo no debería tratar a una persona con la que esté involucrado personalmente fuera de consulta. Así pues, si tu psicólogo da a entender que se ha enamorado de ti o tu te has enamorado de él, es el momento de dejar la terapia. Si aún así él insiste en continuar la terapia conjunta, está incurriendo en mala praxis profesional.

¿Qué hago si detecto mala praxis en un profesional?

Lo primero que deberías hacer es informar al psicólogo de que lo que está haciendo no te es útil y que, por lo tanto, abandonas la terapia con él, pero que buscarás otro terapeuta. Si ya has tomado esa decisión, no dejes que te convenza de lo contrario, ya que llegados a este punto de desconfianza entre los dos, es muy difícil que podáis crear una buena alianza terapéutica y, por lo tanto, que la terapia sea exitosa para ti.

A continuación deberías hacer saber al colegio de psicólogos el caso y, si lo consideras conveniente anteponer una denuncia en el servicio de atención al consumidor. A tal efecto, será necesario que pidas siempre un justificante de pago o una factura con la que puedas demostrar que estabas pagando por ese servicio.