A veces pasan cosas en nuestra vida a las que no les damos mucha importancia pero que, poco a poco, van haciendo que no podamos disfrutar ni ser todo lo felices que quisiéramos.
12 situaciones en las que deberías plantearte ir al psicólogo

Muchas veces no nos damos cuenta de ello hasta que la situación se ha alargado tanto que desarrollamos una psicopatología. Pero no siempre es fácil de ver ni de aceptar que estamos cayendo en espiral en una situación de la que cada vez va a ser más difícil que salgamos sin ayuda.
No deberíamos esperar a que nuestra vida se desmorone para acudir a un especialista. Una buena terapia psicológica online o presencial, puede hacer que solucionemos aquello que no funciona o que podría ir mejor. Ya te contábamos cómo elegir a un psicólogo que te ayude.
Si te sientes identificado con alguno de los siguientes síntomas, no lo pienses más y acude a un buen psicólogo. En Siquia podrás encontrar el que más se ajuste a tus necesidades.
1. Te cuesta controlar tus emociones
Puede ser que sientas que no puedes controlar las ganas de llorar. Lloras por cualquier cosa, por banal que sea y sientes que son las emociones las que te controlan a ti.
Es importante tener en cuenta que somos amos de nuestras emociones, cuando éstas se descontrolan y asumen el mando de nuestra vida, es el momento de acudir a un psicólogo para que nos ayude a reconducirlas.
2. Sientes que no tienes el control de tu vida
Pasan los días y te da la sensación de que no puedes controlar lo que pasa en tu vida. Parece que la vida fluya sin que tu puedas hacer nada por dirigirla hacia donde te gustaría.
Un psicólogo puede ayudarte a detenerte, analizar lo que te rodea y fijarte los objetivos necesarios para coger las riendas de tu vida y llevarla hacia donde tu desees.
3. No eres capaz de decir lo que sientes o piensas, aún estando en confianza
Te cuesta expresar tus emociones. Te bloqueas. No eres capaz de decirle a una persona «te quiero» aunque lo desees profundamente. Quizá no seas capaz de mantenerte firme en tus ideas, en lo que piensas, cuando estás con otras personas.
A veces sientes que acabas acatando la razón de los demás, por no discutir. Es el momento de trabajar tu asertividad. Un psicólogo puede ayudarte a desarrollar tu autoestima para que puedas comunicarte también a nivel emocional.

4. Los pensamientos negativos te invaden
La gente te dice que eres un poco pesimista. Tú sabes que no es un poco, los pensamientos negativos siempre te invaden. No eres capaz de imaginar un final feliz para casi nada de lo que te sucede o emprendes. Siempre temes lo peor.
A pesar de que muchas personas dicen que eso es una estrategia de supervivencia -si pienso lo peor, mis expectativas son tan bajas que cualquier cosa me parecerá buena-, pero lo cierto es que los pensamientos negativos son una trampa para el cerebro. Al final te impiden disfrutar de las cosas.

Prueba una sesión gratis
Mejora tu autoestima y aumenta la seguridad en ti mismo con la ayuda de un psicólogo.
Pedir cita5. Te cuesta encontrarle el sentido a la vida
De repente eres adulto. Miras atrás y ves que has hecho algunas cosas pero que, en general, no has hecho nada de lo que te gustaría. Tu vida empieza a parecerte insulsa y aburrida, sin sentido.
Es importante que si empiezas a detectar este tipo de pensamientos en ti mismo, te sobrepongas a ellos y acudas a un psicólogo que te ayude a encaminarte de nuevo. La vida está hecha para disfrutarla, y siempre, siempre, siempre tiene sentido.
6. Tienes dolores que no responden a ninguna enfermedad o lesión concreta
¿Continuamente tienes dolores de espalda? ¿O quizá las digestiones siempre son pesadas? Igual tienes un dolor en el costado, o de cabeza, o de muelas, que ningún médico sabe decirte de dónde viene.
Es posible que estés somatizando. La somatización no es más que la expresión física de un malestar emocional. Un psicólogo puede ayudarte a expresar mejor las emociones y trabajar para que no duelan en el cuerpo.
7. Sientes la respiración pesada y no tienes ninguna patología respiratoria
Te cuesta respirar con normalidad, sientes a menudo que te ahogas. No tienes asma ni ningún tipo de patología respiratoria, pero lo cierto es que sientes que te falta el aire. Quizá también se acompañe de pequeñas arritmias en el corazón, de repente sientes como se acelera y luego se calma.
Todos estos signos corresponden, muy probablemente, a un cuadro de ansiedad. Pregúntate a ti mismo qué es lo que sientes y cómo lo sientes y acude a un psicólogo para que pueda ayudarte a relajarte y trabajar tu ansiedad.
8. Piensas que todo el mundo está en tu contra
Es posible que te parezca que, de repente, todo el mundo se ha puesto en tu contra: tu familia, tus compañeros de trabajo, tus amigos… Te cuesta concentrarte en lo que haces porque estás pensando contíuamente en qué dirán de ti cuando te gires, o en cómo criticarán cada paso que des.
Es recomendable, en este momento, que acudas al psicólogo. Es muy posible que estés pasándolo muy mal con todos estos pensamientos y es necesario que alguien te ayude a ver que la gente no está en tu contra y que, incluso, pueden ayudarte.
9. Te cuesta desconectar, descansar o dormir

El día a día te hace llevar un ritmo frenético. Te levantas pronto y cuando te das cuenta son las 11 de la noche y entonces intentas descansar. Pero no puedes. Tu cerebro va acelerado, a un ritmo aún más frenético. No consigues conciliar el sueño ni desconectar de los problemas del trabajo o familiares. Y encima cuando por fin consigues ir a la cama, eres incapaz de dormirte.
Descansar, desconectar y dormir es imprescindible para asegurarte un rendimiento óptimo en todas las áreas de tu vida. un buen psicólogo puede ayudarte a encontrar la manera de hacer este momento de desconexión.
10. Sientes que no puedes controlar tu ira o tu agresividad
Hay cosas que te molestan mucho. Tanto que te enfadas y al final acabas explotando. Gritas, golpeas objetos o, incluso, golpeas a alguna persona sin darte cuenta de lo que realmente estás haciendo. Cuando el momento de ira ha pasado te sientes mal contigo mismo y desearías no haber reaccionado tan explosivamente.
Es imprescindible que acudas a un psicólogo que te ayude a canalizar toda esa ira hacia algún punto positivo. Canalizar la ira es posible, sólo es necesario que realmente quieras hacerlo.
11. Tu relación de pareja no acaba de funcionar
Al principio de la pareja las cosas son más o menos sencillas: el enamoramiento lo puede todo y hace que no haya que realizar grandes esfuerzos para que la pareja fluya. Pero poco a poco, las parejas, pueden ir entrando en dinámicas que no son del todo agradables para uno de los miembros, o para ambos.
Si sientes que hay cosas de la pareja que te gustaría mejorar o con las que no te sientes a gusto, es el momento de contactar con un psicólogo especializado en terapia de pareja.
12. Sientes que no eres capaz de hacer nada bien
Cualquier cosa que haces te parece insignificante. Nada puede animarte ya que cuando haces algo siempre te parece que está mal: ya sea cocinar un pastel o relacionarte con tus amigos.
Este pensamiento es peligroso y deberías trabajarlo con un psicólogo que te ayude a ver todas aquellas cosas buenas y bien hechas que haces y que puedes llegar a hacer.
Prueba una sesión gratis

Los profesionales de todas las áreas de conocimientos son útiles y necesarios forma parte del progreso de la humanidad, no obstante hay un reclamo válido sobre la práctica de algunos la cual no satisface al usuario del servicio. El enfoque de salud apunta a «Yo médico me encargo, te curo, te resuelvo = soy responsable», toda terapia efectiva tendría que cultivar el auto analisis y autoconocimiento para la autocuración, cualidad esta innata en el ser humano. Recuperar el equilibrio de nuestras emociones y pensamientos implica compromiso, re educación, reíngeniería los profesionales y ayudantes sólo acompañan el proceso y el ritmo de cada quién que a fin de cuentas significa -Desarrollo personal- logrado a través de los exámenes de la vida.
¡Gracias por tu comentario Arelys!
Estoy completamente de acuerdo contigo. Hay que huir de ese enfoque de salud tradicional en el que el médico o el psicólogo se hacen responsables de la curación.
Por eso es importante tener en cuenta que un psicólogo no es un mago, no es alguien que pueda curarte con una palabra o una terapia. Es alguien que te guía, un acompañante que está a tu lado en tu proceso de descubrimiento personal. :)
Creo que el psicologo es una lacra del siglo 20/21 ahora de repente quieren que vayamos al psicologo por cualquier cosa. El psicologo no soluciona absolutamente nada, lo unico que hace es darle perspectiva a un problema, cosa que esta al alcance de todos. Supongo que para mentes debiles sera util, pero aun asi no va a ser mejor que el consejo u apoyo de un amigo/familiar/pareja.
Escucha a tu entorno y no a alguien que no sabe nada de ti y te cobra por escuchar.
Hernan, seguro que hablas y ni siquiera has ido a uno… hay de todo como en todos los campos profesionales, pero te puedo asegurar que un buen psicólogo no se dedica a darte «consejos» que te puede dar cualquier vecino, hacen mucho más y ayuda muchísimo, siempre y cuando tú estés dispuesto a solucionarlo y cooperes activamente en la terapia. Y disculpa, pero de mentes débiles nada, más débil es aquel que necesita ayuda y no la solicita, que aquel otro que lucha por solucionar su problema.
Hola Wandita. ¡Gracias por tu comentario!
Como tu dices, en la psicología hay de todo, y los psicólogos no cobran sólo por escuchar (eso sería un trabajo MUY fácil, y puedo asegurar que no es así).
Y, por supuesto, estoy completamente de acuerdo con tu última frase, de hecho, si me permites, te la robaré. ;)
«Débil no es el que va al psicólogo a luchar para solucionar su problema, débil es el que necesita ayuda y no la solicita».
Me encanta. :)
De verdad, un amigo puede hacer el trabajo de un psicologo, un amigo puede ayudarte a organizar tus pensamientos, sentimientos, inquietudes, miedos, obsesiones y demas desiquilibrios internos que no te dejan avanzar en tu vida, de verdad. Como es posible que una persona que es consciente de que vive en el siglo 21 pueda tirar por tierra una ciencia como la psicologia de manera tan gratuita. Te recomendaria que fueras a terapia para asi trabajar la falta de empatia la cual brilla por su ausencia en cada una de tus frases, mentes debiles? por que no llamarlos locos, perturbados, tarados, desecho social o mejor lacra, considero que ni el articulo, ni lo Psicologos y menos aun la gente que acude a terapia se merecen ni una sola palabra de tu comentario. Seguiria y seguira pero creo que no coseguire hacerte ver lo grave de tus palabras, te compadezco.
Hola Jordi, ¡gracias por tu comentario!
Como le decía a Hernan, a veces sí que el entorno familiar o lo amigos pueden ayudarnos a salir de ciertas situaciones, yo no soy especialmente defensora de acudir al psicólogo a la mínima duda que tengamos.
Pero es cierto que, muchas veces, necesitamos, simplemente, una o dos visitas con un profesional para poner alguna cosa en orden…
Sí soy defensora de acudir al psicólogo en cuanto sientas que sea necesario: sea esto que tienes un gran dolor emocional, o simplemente una duda que no puedes resolver.
¡Saludos!
oye, que me he equivocado de sitio para responder, la respuesta era para Jordi (y por extensión Hernán). Soy un poco disaster en esto de internet. Disculpadme. Saludos.
Mira Jordi, un amigo NO ES UN PSICÓLOGO. Para empezar porque un amigo no está preparado para aguantar toda la morralla emocional con la que un psicólogo lidia cada día, no tiene por qué tener ese blindaje emocional que sí debe tener un profesional de la Psicología.
Puede que sea más fácil para el que lo necesita confiarse en un amigo o familiar bien intencionado que se trague todo el desconsuelo, tristeza, ira, rabia, agresividad, etc etc etc de las personas deprimidas, con patologías o tóxicas, pero a ese amigo o familiar le estás destrozando la vida, vamos, que te estás aprovechando de él. Tus amigos no son punchin’ balls, son tu gente, y deberías cuidarlos.
Personalmente ya he pasado por ahí, y cuando alguien está realmente mal lo único que hace es arrastrarte con él; no es permeable a ninguna actitud que le enseñes, no están abiertos a nada, parece que la confianza que tienen contigo solo les sirve para exprimirte la energía al máximo, vampirizar tu buen ánimo y seguir quejándose por todo, como si el culpable de todas sus desgracias fueses tú por no estar igual de jodido que ellos.
Cansan, aburren, agotan y se les coge manía.
Si quieres seguir manteniendo tus amistades y relaciones familiares y personales sanas acude a un profesional en lugar de machacar a los que te rodean, de lo contrario:
1) no te curarás en la puñetera vida
2) te dejarán solo, y cada vez más
3) deprimirás y hartarás a los que te rodean (si todavía no te han largado).
Por cierto, que yo no soy psicóloga, soy periodista, pero me he cansado ya de lidiar con mierda ajena e intentar animar a los demás. Es un consejo que os doy a todos.
Y a Silvia, muchas gracias por tu web, das unos truquis geniales y a mí me has solucionado varias papeletas.
Un saludo.
Hola Paciencia cero, te sugeriría que volvieras a reelerte mi comentario y le pusieras un interrogante al final del primer párrafo para que así logres entender el tono irónico del mismo. Yo sí soy Psicólogo, la razón por la que escribí fue porque no daba crédito, después de leer un artículo tan genial por parte de Silvia, a que lo desmontaran de esa manera tan dañina para esta sociedad en la que vivimos, en la cual la Psicología acaba de aterrizar y queda un arduo camino para que sea aceptada como lo que es, una Ciencia.
Permíteme que te haga una recomendación ya que tú te has tomado la libertad de hacerlo. Antes de contestar un comentario intenta leerlo por completo para así poder entenderlo.
Pido disculpas por haber olvidado poner un interrogante al final del primer párrafo, aunque queda bastante implícito en el resto del texto que mi intención es defender la Psicología. Así que opino lo mismo que tú, un amigo no puede hacer el papel de un Psicólogo.
Sin más, agrdezco a Silvia los artículos que nos brinda y espero haber aclarado mi falta de signos de puntuación.
Un saludo.
Un saludo
¡Hola Hernan! Gracias por tu comentario, siempre se agradecen contrapuntos en los artículos.
Es cierto que, en muchas ocasiones, el entorno familiar y de amigos pueden ser un gran apoyo, por supuesto, si eso hace que te sientas mejor y tu vida se reequilibre, no será necesario que acudas a un psicólogo.
Pero hay veces que ni siquiera el apoyo incondicional de familia o amigos pueden ayudarnos a trabajar un cierto aspecto, por el motivo que sea.
Me alegro de que a ti no te haya pasado, pero si alguna vez te encuentras en esa situación, en la que sientes que necesitas un punto de vista externo (sí, de alguien que no te conoce y que, por lo tanto, puede hablar contigo desde la objetividad) no te cierres en banda, piensa que hay profesionales que pueden ayudarte, no sólo escuchándote, sino trabajando contigo para que puedas encaminarte de nuevo.
Saludos cordiales. :)
Hola Hernán. Gracias por tu comentario.
Pero tengo que decirte que bajo mi punto de vista tus razones no están para nada razonadas ni tienen ninguna base, además, por supuesto, de que no las comparto.
¿Acaso un amigo puede ayudarte a recuperarte de una enfermedad tan grave como lo es la anorexia, la bulimia o un trastorno obsesivo? Lo dudo.
¿Acaso un conocido o amigo puede ayudar a un niño con autismo, o puede elaborar ejercicios para trabajar la memoria de una persona con Alzheimer? También lo dudo.
Seguiría y seguiría dándote ejemplos… pero como se nota que no sabes qué labores en concreto desempeña un psicólogo, no voy a malgastar más tiempo. Solo quería responderte para contradecirte y dejar claro que un psicólogo no es un profesional que da consejos sobre aspectos del día a día como »qué me pongo hoy» o »si la llamo o no» o cualquier otra cosa, y encima te cobra por ello.
Y por cierto, ¿qué haces leyendo artículos en una página de psicólogos si no crees en ellos?
Que fácil seria acudir a un profesional, cuando algunas de estas cuestiones invaden la cotidianeidad de alguien. Pero desgraciadamente aun existen demasiados tabúes y recelo de acudir al psicólogo.
Pues sí, Sara… la verdad es que, por desgracia, aún estamos en el punto en el que esperamos hasta estar del todo desbordados para dar el paso…