En los últimos años, la palabra “autoestima” se ha popularizado, ha pasado de los manuales de Psicología a formar parre del lenguaje popular. Su difusión ha crecido tanto, que es muy frecuente oír hablar de ella en cualquier conversación y en cualquier lugar, ya sea por redes sociales, televisión o en el autobús.
3 consejos para sanar tu autoestima

Esta expansión ha provocado que, a veces, se confunda el término autoestima con otros conceptos semejantes, como por ejemplo el “ego”. Es tanta su confusión que mucha gente emplea estas palabras como sinónimos, cuando no es así.
En este contexto, es fundamental tener una idea clara de lo que significa la autoestima. Podemos considerar que la autoestima es la manera en la que nos aceptamos, queremos y valoramos a nosotros mismos. No obstante, esta definición es muy superficial. Por esta razón, también implica la medida en la que nos sentimos aceptados, valorados y queridos por el resto.
En definitiva, la autoestima es el ejercicio íntimo de conexión con uno mismo, el cual define cómo somos y cómo actuamos. De esta relación interna, depende nuestro equilibrio emocional, es decir que seamos personas con un autoestima sana o baja.
Las personas que poseen una autoestima sana confían en sí mismas, están cómodas y orgullosas con su capacidad para decidir y alcanzar metas, ya que no están interesados por los juicios externos u opiniones ajenas.
Por el contrario, una persona que posee una autoestima baja tiene la sensación de que no van a ser aceptados, que no sirven para nada y les preocupa lo que piensen o digan los demás.
La autoestima es algo cambiante, es decir, no se mantiene fija de por vida y se puede modificar para mejorarla. Por esta razón, si quieres mejorar y conseguir una autoestima sana presta atención a estos tres consejos:
Aprende a decir no
- En muchas ocasiones, cuando la autoestima está por los suelos, es muy costoso dar un no como respuesta. Por ello, es imprescindible adquirir una mente sana, ya que nos ofrecerá la capacidad necesaria para establecer unos límites y decir no o renunciar con las palabras adecuadas
A veces, hay personas de nuestro entorno que nos pueden llegar a hacer sentir mal, ya que no respetan lo que queremos u opinamos nosotros. Por esta razón, para evitar que llegue a un mal mayor, hay que renunciar a este tipo de personas, antes de renunciar a nosotros mismo.
Renunciar a responsabilidades impuestas
- Muchas veces, tenemos que cargar con el peso de hacer algo que no queremos, no nos gusta o no es nuestra responsabilidad. En esta línea, es fundamental llevar a cabo un análisis para saber si esa responsabilidad nos corresponde o no.
Renunciar a ideas, pensamiento o valores
- A lo largo de la vida, nuestro entorno nos enseña cierto tipo de cosas, y de algún modo nos inculcan valores, pensamientos o ideas que no son afines a lo que nosotros creemos u opinamos, es decir, que no nos sentimos identificados. En este contexto, es de vital importancia saber decir que no para no dejar de ser nosotros mismos y vivir como queremos. De esta manera, evitarás ser los que los demás quieren que seas. Asimismo, tu autoestima crecerá porque das y respetas valores, decisiones y pensamientos propios.

