La manera en la que nos comportamos a veces puede sorprender. Tanto es así que muchas personas critican y se enfocan en los aspectos negativos. Es un aspecto tan desafortunado que muchas personas, con independencia de la edad, llegan a tener problemas de autoconfianza, vergüenza y seguridad en sí mismas.
4 consejos para dejar de ser una persona tímida

Es muy triste que la gente se pierda las oportunidades que la vida le ofrece por culpa de la timidez. Dejar esta característica atrás es un proceso que comienza en uno mismo, se lleva a cabo en el interior de cada persona. Y superarla requiere de mucho tiempo, ya que no se consigue de la noche a la mañana.
Es posible que el grupo social de las personas tímidas sea el más incomprendido por la sociedad y aunque parezca un problema absurdo, puede condicionar durante toda una vida si no se resuelve.
La timidez es un sentimiento de miedo, ansiedad o inseguridad que sufren las personas en determinados acontecimientos sociales por miedo a ser juzgados, rechazados e incluso humillados por no compartir los mismos pensamientos o las mismas opiniones o ideas. Es una sensación que dificulta la manera en la que estas personas se relacionan con los demás. Cuando se vuelve en una problemática de este estilo, requiere de ayuda.
No obstante, no hay que ponerse trágico porque tenemos buenas noticias. A continuación encontrarás cuatro consejos que pueden facilitar la vida de quienes sufran de timidez para superarla y crear confianza en sí mismas.
Cuatro consejos básicos para vencer la timidez
- Haz una lista de todo lo que puedes ganar. Sé consciente de todas las cosas buenas que puedes alcanzar en tu vida si vences a la timidez. Hay que darse cuenta de que muchas cosas no se hacen por vergüenza, pero una vez que la superar esta problemática te permitirá hacer todo aquello que siempre te propusiste, pero nunca hiciste por vergüenza. Observar los beneficios que vas a obtener a largo plazo te motivará para esforzarte y hacer frente a este aspecto. Toda consecuencia va después de cada acción y, en este caso, todo cambio se consigue con un esfuerzo. Para que se te quede más grabado en la mente, toma papel y bolígrafo en tus manos y anota todas esas cosas buenas que vas a lograr.
- Establece una serie de pequeños retos. A lo largo de nuestra vida, todos los grandes cambios que logramos son como consecuencia de todos los pequeños cambios a los que hemos hecho frente para mejorar. A través de esos pequeños retos o cambios, las personas asimilamos mejor la capacidad que tienen para lograrlos. Tienen que ser asequibles, es decir, que uno mismo tenga la certeza de que lo va a conseguir, desde hoy, por pequeño y absurdo.
- No te adulteres. Es de vital importancia que no caigas en sustancias como el alcohol y las drogas para vencer la timidez, ya que lo único que conseguirás es una dependencia/adicción hacia un hábito que no es sano para tu salud y bienestar. Has de ser consciente de que existen mejores alternativas y sanas para hacer frente a este atributo.
- Deja de pensar en el pasado. No es recomendable recordar las situaciones que en un pasado nos provocaron la timidez. El futuro va a estar siempre condicionado y limitado por todas esas malas prácticas que causaron sensaciones negativas.
En cualquier caso, ten la certeza de que a veces se gana y a veces se pierde, pero siempre se aprende y cambiar un hábito tan arraigado requiere de mucho tiempo, no es posible cambiarlo de la noche a la mañana. Hay que ser consciente de que requiere de mucho esfuerzo y deseo para alcanzarlo.
En definitiva, lo fundamental es que se vayan aplicando estos cuatro consejos poco a poco en el día a día. De esta manera, evitarás desarrollar el miedo y la vergüenza frente a situaciones que crees que son abrumadoras (pero que normalmente no lo son).
Además, no debes olvidar que valorar tus propios esfuerzos y progresos es imprescindible para seguir creciendo y avanzando en los cambios. Debido a ello, conseguirás alcanzar tus metas finales.

Prueba una sesión gratis
Mejora tu autoestima, resuelve tus inseguridades y conflictos con la ayuda profesional de un psicólogo.
Pedir cita