5 términos modernos para entender las relaciones tóxicas

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Las relaciones tóxicas no son nada nuevo. Lo que sí es nuevo es el vocabulario que se utiliza para describir los comportamientos que las caracterizan. ¿Quién le iba a decir a Enrique VIII, allá por el siglo XVI, que le había hecho ghosting a Catalina de Aragón? ¿Qué diría William Shakespeare si supiese que eso de que Romeo se colase en el jardín de Julieta es muy propio de un stalker?

Seguramente no hubiesen entendido lo que queríamos decir, y no precisamente porque les faltase cultura. Lo que pasa es que nuestra forma de comunicarnos cambia ligeramente con cada generación.

relaciones tóxicas

Ya no se lleva lo de decir «Me piro, vampiro», como decían nuestros padres. Ni tampoco aquello de «xoxo», que se usaba para despedirse cuando el Messenger y los SMS estaban de moda y significa besos y abrazos.

Y lo más probable es que dentro de unos años ya nadie hable del ghosting, el stalking o el breacrumbing. Pero, como la vida social es adaptarse o morir, si quieres entender las relaciones tóxicas de las nuevas generaciones, tienes que conocer también el vocabulario que utilizan para describirlas.

¿Quieres saber lo que significan estos términos ingleses? Entonces sigue leyendo.

Stalking: cuando las relaciones tóxicas rozan el acoso

El stalking es un término que se refiere a la acción de seguir, acosar o espiar a alguien que te interesa de manera sentimental, bien porque habéis mantenido una relación, bien porque deseas mantenerla.

Este acoso puede realizarse tanto en el mundo real como a través de las redes sociales. No obstante, es mucho más común en este segundo entorno, que ha facilitado enormemente este tipo de espionaje.

Ahora puedes saber, a golpe de clic, casi cualquier cosa de absolutamente cualquier persona. Puedes saber cómo piensa gracias Twitter. Puedes encontrar a sus amigos a través de Facebook. Y, por supuesto, tienes todas sus fotos en Instagram.

El stalking es muy común en las relaciones tóxicas y algunas personas incluso se lo toman a broma. Quizás hayas oído alguna vez a alguna amiga decir: «Cuando lo dejamos, mi ex no paraba de llamarme» o «El otro día se presentó en el portal de mi casa».

Sin embargo, esta práctica no es ninguna broma. El acoso es un delito que puede ser castigado siempre y cuando «altere gravemente el desarrollo de la vida cotidiana».

Además, quienes lo sufren pueden sufrir graves consecuencias a nivel emocional y psicológico. Si has sido víctima de un stalker y necesitas recuperar tu seguridad, un psicólogo online puede ayudarte.

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Breadcrumbing: dar migajas emocionales

El breadcrumbing es una práctica cada vez más popular en el entorno virtual, pero no por ello menos perjudicial para quienes la sufren.

Podemos describirla como una forma de ligar que consiste en mantener un contacto esporádico a través de las redes sociales para que la otra persona no se olvide de ti.

El objetivo es lograr que el otro siga enganchado a ti, aunque sin necesidad de mostrar un interés real y constante. Esto se consigue manteniendo encendidas sus esperanzas, pese a que quien lo practica sabe que la relación no llegará a nada.

De esta manera se desarrollan relaciones tóxicas, en las que la víctima depende emocionalmente de la otra persona. Por eso, si notas que alguien está jugando contigo, te recomendamos poner distancia. Recuerda que alguien que tiene un verdadero interés romántico en ti no debería tener reparos a la hora de comenzar una relación seria.

Benching: tener a alguien en el banquillo, por si acaso

Si las prácticas anteriores te han parecido poco éticas, espera a saber más sobre el benching. Este término proviene de la palabra inglesa «bench», banco, y se utiliza para describir el acto de tener a alguien «en el banquillo» emocionalmente hablando.

Y es que quienes practican el benching tienen pareja. Sin embargo, esto no les impide mostrar interés romántico o sexual por otras personas a través de las redes sociales.

¿El objetivo? Tener a otra persona de repuesto para cuando la otra relación acabe, vaya mal o, simplemente, para cuando uno de los dos se aburra.

Esto, por supuesto, no solo afecta a la persona que está en el banquillo y que seguramente no reciba más que migajas de afecto de vez en cuando. También puede afectar a la persona con la que se mantiene la relación, pues el benching es una forma de infidelidad emocional.

Por eso, si la persona con la que flirteas tiene pareja, te recomendamos dejarle las cosas claras. Si quiere tener una relación contigo, entonces lo mejor será que deje de engañar a la otra persona. Por el contrario, si quiere seguir por tu pareja, hazle saber que tiene que dejar de darte esperanzas.

Poner límites no solo sirve para conseguir el respeto de los demás, sino que también es una importante muestra de amor propio.

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Ghosting: esas relaciones tóxicas que acaban sin previo aviso

En la era del Tinder es raro encontrarse con alguien que no sepa lo que es el ghosting. De hecho, muchos jóvenes lo han sufrido, pues cada vez es una práctica más común.

El término ghosting proviene de «ghost«, fantasma en inglés. Significa desaparecer de la vida de otra persona como si fueras un fantasma. Es decir, sin previo aviso y sin ofrecer ninguna explicación para ello.

Esta práctica es el pan de cada día en las redes sociales y las aplicaciones de citas. Dos personas conectan, parece que se gustan y comienzan a hablar. Y, cuando el vínculo afectivo comienza a fortalecerse, una de ellas desaparece, dejando a la otra hecha un mar de dudas.

Las víctimas del ghosting no solo se sienten rechazadas, sino que además ven minada su seguridad. Se preguntan si han cometido algún error, pero rara vez obtienen una respuesta.

En ocasiones, el ghosting también afecta a quien lo practica. Buena parte de quienes lo hacen son personas que temen al compromiso. Y, pese a que son conscientes de que han hecho algo malo, la vergüenza y la culpa por no saber cómo terminar la relación pueden llevarles a dejar «en visto» a la otra persona.

Haunting: personas que emergen del pasado

En las antípodas del ghosting encontramos en haunting. Este término se usa para describir a quienes emergen del pasado buscando volver a ser relevantes en las vidas de las personas con las que ya no se relacionan.

En español podemos traducir «haunt» como rondar o aparecerse a alguien. Es un término que sirve para describir otra conducta muy relacionada con los fantasmas, pues quienes lo practican van dejando señales de su existencia, como si de un espíritu se tratase.

Por norma general, quienes practican el haunting no quieren establecer un contacto real. No suelen entablar conversaciones, porque rara vez les interesa la vida de la otra persona.

Lo que quieren es, sencillamente, que los demás no se olviden de ellos. El haunting persigue que una expareja o una examistad sea incapaz de pasar página.

Si estás siendo víctima de alguna de estas prácticas y sientes que están afectando a tu salud mental, no dudes en ponerte en manos de un psicólogo.

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Sobre Lucía Lorenzo Lucía Lorenzo es Graduada en Periodismo por la Universidad de Valladolid, donde descubrió su gran interés por los temas relacionados con la salud, especialmente con la salud mental, la gran olvidada en las enseñanzas universitarias. Entre sus inquietudes se encuentran el feminismo y los derechos LGBT. Ganadora de un premio de relato corto en el año 2013, disfruta escribiendo tanto noticias como ficción.
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