Evidentemente no todos los seguros tienen un servicio psicológico o de otra índole para atender a los accidentados de un tráfico y sus familias. Tampoco lo contempla el Servicio Nacional de Salud.
Consecuencias psicológicas de un accidente de tráfico
Cuando se produce un accidente de tráfico, pueden pasar varias situaciones cuando hablamos del daño psicológico:
– Que el accidente no revista gravedad, con muchos daños materiales, sin embargo, uno de los conductores entra en un ataque de ansiedad extremo. ¿Quién se hace cargo de él? “podría ser psicólogo el otro conductor”, lo más probable es que los propios agentes de la Guardia Civil lo lleven al centro de salud más cercano y le administren un ansiolítico en el mejor de los casos.
– Si en el accidente muere una persona y las otras presenta heridas graves, se les traslada a un hospital y punto, ni rastro de una atención psicológica sino la demandan y con suerte la recibirán en días. Si existe un Equipo de Apoyo Psicosocial en Crisis, Emergencias y Catástrofes (EAPCEC) en la provincia acudirá al domicilio de la víctima a comunicar la defunción, sino es así, se encargará un miembro de la Guardia Civil
– Mueren los padres y queda vivo su hijo de 10 años en uno de los coches, en el otro hay tres heridos sin gravedad. Si existe un equipo EAPCEC en la provincia se activará y acudirá al lugar del suceso para atender a ese niño y probablemente a los demás.
Como has podido leer, estos son ejemplos de posibles accidentes en los que se puede apreciar que carecemos de un servicio psicológico establecido por la ley que p. ej., acuda con o paralelamente a la Guardia Civil, al lugar del accidente. El EAPCEC no existe en todas las capitales de provincia y se activa bajo unos criterios bastante rigurosos, dejando la mayor parte de los accidentes de tráfico sin atender.
La intensidad, gravedad, duración y proximidad con el accidente y sus consecuencias son elementos importantes en relación a presentar un trastorno postraumático posterior. Los rasgos de personalidad y los trastornos mentales preexistentes pueden asimismo influir en la aparición de dichos trastornos. De manera, que en la medida que las personas tienen esa primera atención psicológica, mejor que sea en el momento del accidente siempre que esté consciente, disminuyen considerablemente e incluso se evita la probabilidad de aparecer cualquier trastorno psicológico.
Esto no quiere decir que un tratamiento psicológico posterior carezca de sentido, pero dense cuenta que ya estamos hablando de tratamiento, de más tiempo, esfuerzo, dedicación y dinero, mientras que, cuanto más temprana es la atención psicológica es más efectiva. Debemos tener en cuenta que las reacciones psicológicas iniciales son normales como respuesta a una situación anormal y no confundirlas con síntomas de alguna patología. Cuando estas reacciones iniciales no desaparecen y no se proporciona el tratamiento adecuado, tienden a degenerar y a cronificarse, ya que el paso del tiempo en sí mismo, no los resuelve.