Aunque normalmente relacionamos las adicciones con alguna sustancia y en personas adultas, hoy veremos que estas dos generalidades no siempre ocurren así…
Como decíamos, si hablamos sobre las adicciones, nuestra tendencia es pensar en un hombre adulto de mediana edad que consume alguna droga. Pero no siempre es así. De hecho, cada vez son más los casos que llegan a nuestras consultas de personas jóvenes y adolescentes aquejados de lo que podríamos denominar “adicciones psicológicas” o “adicciones sin sustancia”. Dentro de este tipo de adicciones podríamos hablar de la ludopatía (ya sea en lugares físicos o a través de portales webs), la adicción a internet y/o videojuegos, la adicción al sexo, a la pornografía, las compras compulsivas…
En publicaciones anteriores, comentamos que los dos manuales de referencia para el diagnóstico clínico (DSM y CIE), tenían discrepancias en cuanto a la implicación de los conceptos de tolerancia y abstinencia en relación con el término “adicción”. Pero, a pesar de estas diferencias, existen unos rasgos que son comunes en las múltiples definiciones:
- Obsesión con la actividad.
- Hay un marcado mantenimiento de la conducta a pesar de sus consecuencias negativas.
- La realización continua de la actividad interfiere en la vida diaria.
- Compulsividad y pérdida de control para parar la conducta.
- Manifestación de patrones comportamentales, normalmente imparables y repetitivos.
Tratamiento para las adicciones: cómo establecer objetivos que funcionen
A la hora de elaborar y establecer un tratamiento psicológico, debemos tener en cuenta que necesitamos conseguir tres objetivos fundamentales. Estos no tienen por qué ocurrir de forma secuencial ni en un orden preestablecido, de hecho es común que se solapen entre ellos:
- Tomar consciencia. Tenemos que ser conscientes de que existe un problema de adicción que está afectando a nuestra vida y que es mejor solucionar.
- Romper con el hábito. Algunas de estas adicciones obedecen más a costumbres y rutinas que han crecido en cuanto a importancia y ahora no sabemos dejar de realizar. Lo más adecuado será que empecemos a adquirir nuevos hábitos alejados de todo aquello que se relacione con la actividad que queremos eliminar.
- Abandonar definitivamente “el consumo”. Al igual que una persona con problemas de adicción al alcohol no debe volver a probarlo para evitar la recaída, nosotros como personas con una adicción sin sustancia tendremos que conseguir ser capaces de no realizar la conducta adictiva que nos afecta a la vida diaria.
Dicho así parece fácil, pero ya sabemos que no lo es. Por ello, desde la Psicología se han desarrollado estrategias que pueden ayudarte y facilitarte el cambio de vida que buscas.
Terapia psicológica: estrategias para superar una adicción
- Entrenamiento en habilidades sociales y asertividad. Aprenderás formas de relacionarte con otros y a ser capaz de decir lo que sientes y piensas sin miedo a ser juzgado.
- Entrenamiento en autocontrol. Con esto conseguiremos ser nosotros mismos de forma racional e intencionada quién decida qué queremos hacer y cuándo, sin dejarnos llevar por el deseo de realizar la actividad adictiva y sin manifestar conductas agresivas por ello.
- Entrenamiento en manejo del estrés. Conseguir lo descrito en el punto anterior no es fácil, sobre todo al principio, por eso será importante también aprender cómo podemos manejar el estrés y relajarnos de la forma más eficaz posible.
Si crees que tú o alguien que conoces, estáis teniendo este tipo de problemas no dudes en ponerte en contacto con Siquia. Estaremos preparados para ayudarte.