Lo confieso, para que seguir negándolo, me confieso una adicta al trabajo. Y, aunque lo intenté poner bonito diciendo que no puedo remediarlo, que también es mi pasión, mi interés, mi hobby…parece que no tengo remedio y que me he convertido en una “workaholica”.
¿Qué es la adicción al trabajo?
La adicción al trabajo se define como una implicación excesiva y progresiva de la persona en su actividad laboral, sin límite y abandonando actividades que antes realizaba. Todo ell no se explica por necesidades laborales objetivas sino por una necesidad psicológica de dicha persona. De esta forma los trabajadores, progresivamente, pierden estabilidad emocional y se convierten en “workaholic” en un intento por lograr el éxito y/o reconocimiento.
Un estudio de la Universidad de Kansas (USA) consideraba que eran adictos al trabajo todos aquellos que trabajaban más de 50 horas semanales. El término workaholic o trabajólico fue acuñado en 1971 por el psicólogo estadounidense Wayne Oates en un libro en el que hacía referencia a su propia adicción al trabajo, haciendo una analogía con la dependencia del alcohol. Aunque esta adicción no está reconocida dentro de la psiquiatría ni la psicología como un trastorno mental, los especialistas afirman que el fenómeno existe y que, actualmente, el temor a perder el empleo y las nuevas tecnologías son factores agravantes del problema.
Es una de las adicciones comportamentales más aceptadas y justificadas socialmente y el paciente tiende a negar su problema, razonándolo bajo el hecho de que son perfeccionistas.
Sin embargo, muchas veces, suele desembocar en el síndrome de burnout (síndrome de estar quemado) así como algunas formas de estrés. Asimismo, el trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo también puede estar relacionado con la adicción al trabajo.
La delgada línea entre el perfeccionismo y la adicción
Ser “workaholic” puede tener ciertos aspectos constructivos en términos de motivación, satisfacción profesional y autoestima. Por tanto, hay una clase positiva de «adicción al trabajo» ya que puede aportar para el workaholic, para el empresario y para la sociedad un beneficio. Se trata de gente que quiere hacer las cosas tan bien como pueda, porque esto es lo único que llena sus expectativas.
Por otra parte, existe la connotación negativa si está obligado por su empresa a un ritmo de trabajo vertiginoso, con plazos muy ajustados y a un flujo imparable de actividad, con jornadas de entre 70 y 120 horas semanales, obligado a viajar constantemente o a acudir a eventos fuera de las horas de trabajo, entonces es usted lo que llamamos un empleado extremo, y el peligro de adicción negativa es elevado. Si, en estas condiciones, el trabajo es una prioridad para usted frente a las relaciones sociales o la propia salud, entonces, tiene motivos para empezar a preocuparse.
Aunque se observa en ambos sexos, afecta principalmente, a varones entre 35 y 50 años, profesionales liberales y mandos intermedios, en los cuales la adicción al trabajo suele disimular problemas afectivos con la familia o la pareja. El trabajo es el centro de su vida, quedando todo lo demás, incluida la familia, el ocio y la vida social, en un segundo plano. Es habitual que se lleven trabajo a casa para acabarlo por la noche o los fines de semana y suelen mostrar algo parecido a un síndrome de abstinencia durante las vacaciones. Son encantadores en el trabajo pero insatisfechos o irritables fuera del mismo.
Síntomas que definen al adicto al trabajo
- Suelen negar el problema, lo cual muestra una distorsión en la apreciación de la realidad apoyada a menudo por la sociedad, ya que el trabajo intenso, generalmente, está bien visto
- Personas inseguras pero con un gran sentido del deber
- Retraimiento, disforia
- Irritabilidad
- Insomnio
- Depresión
- Estrés
- Consumo abusivo de tabaco y alcohol
- Trastornos digestivos y cardiovasculares
- Desinterés por las relaciones interpersonales
- Relaciones familiares deterioradas
- Sentimientos de culpabilidad cuando no están trabajando
- Sobrecarga de la agenda, con miedo a no poder cumplir todos los compromisos
Adictos al trabajo: muchos y variados
Obviamente, no toda dedicación intensa al trabajo es adicción. Puede haber personas que trabajan mucho pero saben desconectar durante su tiempo de ocio
Nos encontramos con tres tipos de adictos al trabajo:
- Complacientes: se caracterizan por ser los menos ambiciosos y más sociables Para ellos, la aprobación del jefe y de los compañeros de trabajo es de gran importancia. No suelen hablar de sus problemas personales y tienen mayor riesgo de depresión.
- Controladores: son independientes, ambiciosos, y no les gusta perder el control. Si disminuye su rendimiento laboral, por cualquier causa, se vuelven ansiosos e irritables.
- Narcisista controlador: son egocéntricos, controladores y en situaciones de tensión, pueden llegar a la despersonalización (sensación de no ser uno mismo) y a la desrealización (sensación de estar como en un sueño).
Cómo dejar de ser un adicto al trabajo
Deja de trabajar siempre a la misma hora concreta. Independientemente de lo importante que te parezca que es lo que estés haciendo. Obviamente, existen muchas excepciones: si eres un cirujano y estás operando a la hora que te deberías ir a casa, lógicamente, no puedes hacerlo. Pero, tampoco un psicólogo, por poner dos de los múltiples ejemplos. Lo ideal es situar esa hora en la franja de 19.00 a 20.00 h.
Entonces, debes comprometerte contigo mismo a no consultar el correo electrónico, ya sea en tu móvil, cualquier otro dispositivo móvil o en casa. De hecho, al llegar a casa ni siquiera debes conectarte a Internet, a no ser en caso de necesidad urgente.
Piensa si hay algo que valoras más que el trabajo
En el fondo, el trabajo no debería ocupar el primer lugar en tu escala de valores , a no ser que estés completamente seguro de que el resto de aspectos de tu vida son poco valiosos, ¿ qué te parece? ¿los repasamos?
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- tu familia: crees realmente que puedes anteponerle el trabajo. Si lo haces, te puedes arriesgar a un distanciamiento progresivo con tu pareja, que podría acabar en divorcio con lo que las consecuencias las acabarían pagando tus hijos. Y, aunque ello no se produzca, unos padres “desaparecidos” de la educación de sus hijos, atrapados por el trabajo, no pueden poner límites, con lo cual producen adolescentes difíciles y con problemas. Sabiendo todo ello, ¿te arriesgas?
- tu Salud: ¿eres conocedor del riesgo que corres de de contraer alguna enfermedad psicológica (estrés psicolaboral, depresión, síndrome del burn-out) o física (problemas cardiovasculares y digestivos)? ¿crees que vale la pena jugar con la salud?
- disfrutar de la vida: Los adictos al trabajo suelen decir que trabajan en exceso porque les gusta su trabajo. Pero, cuando nos focalizamos en un solo interés, lo más probable es que te pierdas la felicidad que tiene una vida equilibrada, con tiempo para disfrutar de las cosas más sencillas.
- dinero. ¿sirve de algo tener mucho dinero si no se tiene tiempo para disfrutarlo? Si lo haces por tu familia, recuerda, que, aunque se necesita dinero para vivir, darles tiempo no se compara con todo el dinero del mundo.
Saber decir que “no”
Nos ayudará a limitar el número de tareas que aceptamos hacer, a la vez, que terminamos una, antes de comenzar con otra. Pero, sin sentimientos de culpabilidad por no haber terminado alguna cosa que se había comenzado. El hecho de haber invertido un poco de tiempo en algo, no significa que debas de invertirle más, fuera de tu horario. Para ello, no debes poner las necesidades de los otros por encima de las tuyas propias porque ello puede dar lugar a un trato abusivo por parte del otro.
No trabajes todo el fin de semana
Debes limitar el tiempo que pasas trabajando, de manera que dejes libre un día de la semana para descansar, por ejemplo, el domingo. Sé muy estricto contigo mismo al no trabajar ese día. Si el ordenador es tu herramienta principal de trabajo, olvídate de él durante ese día.
Intenta conseguir máxima eficiencia, mínimo tiempo
Se trata de ser altamente productivo en un tiempo relativamente corto; así se tranquiliza la adicción al trabajo y te permite relajarte fuera del ambiente de trabajo. Si dejas de tener la adicción, podrás seguir trabajando duro, de forma productiva y con una excelente calidad.
Da plazos que no te supongan una presión
Cuando estés acabando un trabajando, sé flexible con los plazos de entrega. La gente suele pedirlo todo para ayer pero no te fijes a ti mismo una presión que no sabes si vas a poder cumplir. No hagas hoy, de forma presionada, una gran cantidad de trabajo, que te cause que mañana no puedas hacer nada.
Que no te interrumpan las interrupciones
Debes intentar responder positivamente a las interrupciones. Si el objetivo de tu trabajo es beneficiar a las personas, entonces, cada vez que alguien te interrumpe, puedes aprovechar la oportunidad para cumplir con esa finalidad en ese mismo momento.
Hábitos saludables
Empieza por desarrollar una rutina diaria o semanal de actividades diferentes al trabajo, de modo que aprendas a disfrutar de otras cosas. Puedes intentarlo con el gimnasio, la relajación, la lectura, escuchar o tocar música, ver películas… Es beneficioso tener una actividad en la que se involucren otras personas, como una caminata, los juegos de mesa, un cafecito con los amigos, llamar o visitar a la familia o amigos, o salir de noche. Sólo debes tener cuidado en no sobrecargarte de actividades de manera que estés tan ocupado en tu tiempo de ocio como en tu tiempo de trabajo.
Técnicas de relajación para superar el estrés y el trabajo
Hay muchas formas divertidas de relajarse y quitarnos de encima ese estrés que vamos acumulando a lo largo de nuestra semana laboral. Lo ideal es acudir a clases de yoga o tai chi, que nos ayudan a relajarnos y, además, mejoran nuestra forma física.
Sin embargo, relajarse puede ser tan sencillo como reservar 20 minutos diarios para dar un paseo por la playa, o sentarnos en el banco de un parque para leer un libro. Aprende de qué forma te sientes más relajado, y adquiere el hábito como una parte más de tu rutina.
Si, aún así, no te sientes relajado, un especialista puede mostrarte las diferentes formas de relajarse que existen. Aquí puedes ver algunas técnicas de relajación.
Ser adicto, en este caso al trabajo es un infierno, tanto para quien lo sufre … como para su entorno… la soledad y tristeza que provoca es devastadora … pasas de tenerlo todo a que no te quede nada… no importa si eres bueno o no, eficiente, el mejor en tu trabajo….. te quedas con nada y sin nadie real a nivel emocional… ya que olvidan lo que era su vida (ellos, su familia, pareja e hijos) … nada es mejor que su trabajo, nadie importa solo su trabajo… son lo que su trabajo les hace sentir y no empatizan con nadie. No quieren ver, ni les importan las consecuencias.
Una de las adicciones qué más interesantes me resultan a mí, es la adicción al trabajo. No sé si estoy loco, pero me gustaría ser un adicto al trabajo. Recuerdo una frase que dice: «El trabajo es en sí mismo un placer».