El último programa de Salvados se trasladó a la Universidad Complutense de Madrid para tratar la salud mental con estudiantes, caras conocidas y expertos en la materia. Jaime Lorente (La Casa de Papel) y Amaia (Operación triunfo) participaron en el debate para contar su experiencia desde una perspectiva diferente.
Los dos han alcanzado la fama de manera repentina y aprender a lidiar con esa nueva presión les ha llevado a asistir a terapia psicológica.
Cómo el éxito afectó a la salud mental de Amaia y Jaime Lorente
La mitad de los jóvenes aseguran haber sufrido problemas de salud mental. Amaia Romero y Jaime Lorente también. «Desde que terminó Operación Triunfo, estuve un año entero sin ser consciente de lo que me había pasado. Estaba con el cerebro en otro sitio» asegura la cantante. Amaia habla de que, al sentirse tan privilegiada, «sentía que no tenía derecho a pasarlo mal«.
Por su parte, Jaime Lorente, achaca al trabajo su «tristeza constante«. En el momento en el que «revienta» La Casa de Papel se da cuenta de que ha supeditado y descuidado sus relaciones por conseguir un éxito laboral y en el punto más álgido, hasta el momento, de su carrera, cae al pozo de la depresión.
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Pedir citaLos famosos tampoco se libran de asistir a terapia. En el caso de Amaia, su madre se preocupó bastante al saber que su hija quería ir al psicólogo. Esta reacción, es algo común ya que el estigma en torno a la salud mental sigue estando muy presente.
Cuando hablamos de salud mental, es normal escuchar, tanto para niños como para jóvenes, que «son cosas de niños» o «ya se pasará». «Pues quizá no», asegura Jaime Lorente, «lo único que necesitaba con 15 años era que alguien le diera un abrazo«.
Los más jóvenes: ¿Una generación de cristal?
En el debate también participaron más jóvenes. Adrián Oliva, un estudiante de Farmacia, abandonó su pueblo de tan solo mil habitantes para estudiar en Madrid gracias a una beca. Fueron muchos los factores que le llevaron a desbordarse mentalmente: conseguir resultados académicos, su llegada a la ciudad, la pandemia, constantes comparaciones producidas por las redes sociales… Con 21 años no sabía de qué manera pedir ayuda.
En el caso de Isa Huete, su adolescencia se vio marcada por el bullying y los problemas económicos de su hogar. Las consecuencias fueron abrumadoras: autolesiones y un intento de suicido. No es un casi aislado, ya que el suicidio se ha convertido en la primera causa de muerte no natural entre los jóvenes españoles de entre 15 y 29 años.
¿Cómo lo gestionamos los adultos?
Francisco Estupiñá, el coordinador del PsiCall, servicio de atención a la salud mental para estudiantes en la UCM, cuenta con información de primera mano sobre la situación de los jóvenes estudiantes en salud mental.
Para este psicólogo la pandemia, las redes o la falta de expectativas laborales dejan un impacto muy profundo en la salud mental de esta generación y es necesario tomar medidas adecuadas y con urgencia.
Pero no todo debe ser la terapia. En algunos casos, reducir la presión del factor estresante ayuda: una beca o prestación económica, un alojamiento u oportunidades laborales seguras. De esta manera se reduce la ansiedad que muchos jóvenes sufren.
Francisco Estupiñá, además, da las señales que debemos tener en cuenta para saber si empieza a haber problemas de salud mental. Asegura que «es complicado porque la adolescencia es cambio. Trabajar para mantener siempre canales de comunicación abiertos es difícil y es algo que hay que construir desde la infancia.»
Por último, hacen un llamamiento a las instituciones para tomar medidas. La tasa de psicólogos en España es más reducida que en los países vecinos, España tiene 6 psicólogos por cada 100.000 habitantes. La media europea se sitúa en 18.
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