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Quizá nunca hayas oído este término -o quizá sí-, pero seguro que conoces a alguien que sufre amaxofobia: el miedo a conducir un vehículo que puede provocar, incluso, síntomas de ansiedad.
A pesar de la poca visibilidad de esta fobia, la amaxofobia afecta al 33% de los conductores, entre los cuales al 27% les afecta en forma de miedo circunstancial y al 6% como miedo paralizante, según los datos proporcionados por la Autoescuela Cavia.
Este miedo irracional afecta a 1 de cada 4 conductores españoles, un dato muy significante del que parte el artículo de hoy en el que vamos a tratar de explicar qué es la amaxofobia y cómo se puede superar este miedo.
¿Qué es la amaxofobia?
La amaxofobia es la fobia a conducir un vehículo. Un miedo permanente, irracional y desproporcionado que se manifiesta antes y durante la acción y que puede deberse, por ejemplo, a la inseguridad, a la participación de seres queridos en accidentes o a cualquier tipo de recuerdo doloroso relacionado.
Etimológicamente, la palabra “amaxofobia” proviene del griego: “amaxa” – carro y “fobia” – temor. A menudo se manifiesta en ataques de pánico, aunque las personas que la padecen también sufren de ansiedad y agitación en los días y horas que tienen que conducir un vehículo.
Esta fobia puede presentarse en distintos grados, llegando, incluso, hasta el extremo de afectar a la vida social de la persona, por ejemplo, no realizando planes si no existen alternativas de transporte. De la misma manera, también tiene efectos en el ámbito profesional, debido a los problemas que ocasiona el no poder transportarse.

De forma clínica, la amaxofobia está catalogada como fobia específica o trastorno de ansiedad causado por un miedo irracional a la exposición de objetos o situaciones específicas y, en casos graves, a representaciones.
Esta fobia está muchas veces vinculada a un estado de ansiedad generalizada, que junto al pánico y a las habilidades psicomotoras propias de la conducción afecta a otros factores como la gestión del estrés y la autoestima.
¿Cómo se manifiesta la amaxofobia?
La fobia a la conducción se expone en forma de ansiedad, angustia, malos pensamientos que hacen percibir una realidad distorsionada de la conducción, pensamientos de preocupación, inseguridad, miedo y anticipación de peligros.
De forma física, los principales efectos de la amaxofobia son sudores, temblores, mareos, vértigos, opresión en el pecho, aumento de la tensión muscular, molestias estomacales, taquicardias y ganas de llorar o de gritar.
El conjunto de todos estos efectos reduce la capacidad de concentración y de toma de decisiones del conductor, dos funciones imprescindibles para la seguridad vial.

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¿Qué hago si sufro un ataque de miedo durante la conducción?
Lo recomendado en este caso es que detengas el vehículo en un lugar seguro, donde no estorbe la circulación del resto de usuarios hasta que no sientas la seguridad para volver a retomar el viaje.
Es importante que te observes y analices para tratar de buscar la raíz de esta situación. Tienes que estudiar si tienes un problema en tu vida diaria, si sufres estrés, etc. Cualquier motivo puede ser el detonante de este ataque de miedo.
Esta fobia, probablemente, esté actuando como alarma de un problema, así que no la silencies y dale la importancia que se merece. Busca una solución inmediata, sin evitar la conducción, ya que posponer su tratamiento conlleva el riesgo perder la seguridad y las ganas de conducir.
Tres perfiles típicos
Según el psicólogo Francisco Javier Díaz Calero, de forma general, son tres tipos de personas las que desarrollan un caso grave de amaxofobia:
- El primer grupo lo integran los conductores experimentados que sufren un ataque de ansiedad o de pánico mientras conducen -y que no necesariamente está vinculado al manejo del vehículo sino a una situación de estrés-.
En algunos casos es un ataque de agorafobia, que hace que tengan miedo sobre todo al conducir por vías rápidas.
- El segundo grupo está formado por los conductores que desde el principio han tenido un cierto miedo a conducir y nunca lo han logrado superar, sino que, de hecho, con el tiempo ha empeorado.
- Y el tercero, agrupa a las personas que han sufrido un gran accidente de tráfico que les ha causado un Trastorno de Estrés Post Traumático.
¿Cómo se supera la amaxofobia?
Para superar la amaxofobia, lo primero de todo es saber que se puede mejorar esta situación y que para ello es fundamental la ayuda psicológica. En Siquia ofrecemos una primera sesión de terapia gratuita para resolver tus dudas.
Se recomienda acudir a un especialista tan pronto como se manifieste la sintomatología. Así se evita cronificar el trastorno.

La amaxofobia puede superarse con terapia psicológica cognitiva-conductual, dividida en las siguientes fases:
- Toma de conciencia, para conocer como se ha instaurado en nuestra conducta y como se mantiene.
- Técnicas de afrontamiento, técnicas de relajación y control del pensamiento catastrofista.
- Exposición: acercamiento progresivo a los estímulos fóbicos presentas en la conducción.
Las cifras de los conductores que padecen amaxofobia son elevadas, por lo que seguramente conozcas a alguien que tiene miedo a conducir. Para solucionar este problema el primer paso es contactar con un profesional que asesore y guíe hasta lograr superar la fobia.
En Siquia contamos con un equipo de psicólogos especializados capaces de ayudar a afrontar este miedo muy común. No dudes en contactar con nosotros o recomendarnos a alguien que lo necesite.
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