El empleo es una de las partes esenciales de la experiencia vital de todo ser humano. No obstante, en la actualidad algunas voces comienzan a rebelarse contra el trabajo tal y como lo conocemos y a cuestionar el sistema laboral. Se hacen llamar «antitrabajo» y pretenden terminar con el orden económico que sustenta el empleo en el presente.
❌ Antitrabajo: el descontento pone patas arriba el mundo laboral


¿Cómo es la personalidad de quienes siguen el antitrabajo?
Las personas que siguen el antitrabajo, también llamados antitrabajadores, argumentan que la mayor parte de la población no consigue ningún tipo de ventaja en el mercado laboral de la actualidad. Ven que se impone una esclavitud salarial y que no permiten a las personas formar parte de la producción de una empresa.
Desde esta visión, los antitrabajadores sostienen que toda personas que inicia a cuestionar el trabajo en su vida, sobre todo en las situaciones en las que crea que su rendimiento es mayor de lo que percibe, se sentirá identificado con el rol del antitrabajo.
Este movimiento tuvo un auge en medio de la situación pandémica, cuyo punto más agudo fue la primavera del año 2020. La mayoría de la población no podía acudir a su puesto de trabajo, pero muchos pudieron continuar con su vida laboral a través de opciones como el teletrabajo. En ese momento, se clasificó a este grupo de influencia como un movimiento que ocasiona una disminución de la fuerza laboral en el largo plazo.
No existen líderes dentro del movimiento del antitrabajo, se trata de un movimiento disperso y, cada vez, más amplio. Una buena parte de la ideología va contra la estructura de la sociedad. Quieren sacar a la luz que la alimentación, el bienestar general y la vivienda no deberían estar relacionadas con el trabajo. Existen algunos principios básicos para todas las personas seguidoras del antitrabajo, a pesar de que esta línea ideológica permite definir para cada uno qué significa. Algunos de esos principios son:
- Las jornadas laborales deben ser inferiores a 8 horas: la jornada de 8 horas viene implantada desde la época de la Revolución Industrial. Se establece como una forma de proteger a los operarios de las fábricas, para no que sufren las consecuencias que implican jornadas maratonianas de trabajos tan exigentes como los habituales de la época. Este movimiento no ve con buenos ojos que un empleado trabajo durante 8 horas seguidas, de manera ininterrumpida. Quieren hacer ver que las tareas se pueden realizar en un período inferior al de las 8 horas.
- No realizar un número de tareas superior al que nos mandan: es el principio básico. El trabajador, según esta línea ideológica, tiene que resistir y oponerse al cumplimiento de funciones fuera de lo establecido en el contrato.
- El antitrabajo no significa no trabajar: cuando las personas que no están familiarizadas con este concepto escuchan hablar de antitrabajo, suelen relacionarlo con una personalidad vaga y ociosa. Error. Los seguidores de este movimiento dicen buscar que el trabajo de los empleados no solo vaya en beneficio de los dirigentes y las clases altas que gobiernan las compañías.
Sin embargo, el antitrabajo puede ser la consecuencia de una visión pesimista ante la vida. La desmotivación en el trabajo puede suponer en el inicio de una caída en el rendimiento, que conllevará a un despido y a una serie de problemas mentales difíciles de solucionar por una misma. Antes de que la visión gris inunde tu trabajo, apóyate en los profesionales.
En Siquia llevamos diez años aplicando la terapia online. Fuimos los pioneros en implantar este tipo de metodología en España. Gracias a nuestra red de psicólogas profesionales, podemos darte las herramientas para encarar con un mayor optimismo tu vida laboral.

¿Necesitas la ayuda de un psicólogo?
Déjanos tu consulta y nuestro equipo se pondrá en contacto contigo.
