Aunque sigue siendo un tema tabú, cada vez cuesta más ignorar el hecho de que en nuestro país hay muchos jóvenes con conductas suicidas. De hecho, el Instituto Nacional de Estadística ha demostrado que el suicidio es un problema de evidente gravedad en España, donde en 2021 se suicidaron 3.941 personas.
Entre los jóvenes el suicidio se posiciona como la primera causa de muerte. Entre la población general, ya es la primera causa de muerte no natural.
Además, los datos publicados por el Consell Nacional de la Joventut de Catalunya señalan que:
- Cada 40 segundos una persona se suicida en el mundo.
- 1 de cada 4 suicidios corresponden a menores de 25 años.
- 250.000 jóvenes se suicidan cada año en el mundo.
- A nivel mundial mueren más personas por suicidio que a causa de las guerras y el homicidio.
Este problema, agravado por años de silencioso tabú, presenta señales de alerta que nos pueden ayudar a reaccionar y evitar así que los jóvenes con conductas suicidas se quiten la vida.

El perfil de los jóvenes con conductas suicidas
Aunque son los adultos de entre 40 y 59 años los que más se suicidan en España, los intentos de suicidio son extremadamente comunes entre los más jóvenes: el 25% reconoce haber tenido ideaciones suicidas, el 7%, haberlo intentado.
Tanto es así que se estima que, por cada joven que se suicida, hay 20 intentos de suicidio.
Algunos datos a tener en cuenta sobre los jóvenes con conductas suicidas:
- El 75% son mujeres.
- Los intentos de suicidio son más frecuentes entre los 14 y los 15 años.
- La mitad de los que lo han intentado vuelven a intentarlo.
- El 10% de los jóvenes que intentan suicidarse logran quitarse la vida en los diez años siguientes.
- El 70% vuelven a utilizar el mismo método con el que lo intentaron la primera vez.
Si alguien de tu entorno da muestras de querer suicidarse, no dudes en ponerte en contacto con un psicólogo online.

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Pedir citaFactores de riesgo
Los factores de riesgo internos son:
- Padecer enfermedades físicas o trastornos psicológicos graves, como la depresión.
- Que haya antecedentes de suicidio en el entorno cercano o que haya intentado suicidarse con anterioridad.
- Haber sufrido maltrato, abusos sexuales o bullying.
- No contar con el apoyo de amigos y familiares.
- Abusar del alcohol y las drogas.
- Ser impulsivo, tener baja autoestima o ser excesivamente perfeccionista.
- Formar parte de un colectivo discriminado, como la comunidad LGBT.
Entre los factores de riesgo externos encontramos:
- Estar inmerso en un proceso de duelo, bien a causa de la muerte de un ser querido o bien a causa de la separación con una pareja o una amistad.
- La existencia de conflictos en el entorno cercano.
- La pérdida del estatus social o económico.
- Las dificultades en los estudios.
- La existencia de problemas legales.

Señales de alerta en los jóvenes con conductas suicidas
Detectar una posible conducta suicida no siempre es fácil, pero es posible averiguar que algo va mal si se presta la suficiente atención.
Si bien es cierto que la adolescencia es una etapa donde los problemas emocionales se multiplican, hay algunos síntomas característicos de la depresión que pueden alertarte de la gravedad de estos problemas. Hablamos de la apatía constante, por ejemplo, que puede manifestarse mediante una pérdida de interés generalizada, que afecta incluso a sus actividades favoritas.
También es peligrosa la falta de energía, que puede llevarles a pasar el día tumbados en la cama y a descuidar sus estudios, su higiene y hasta a sus amistades.
Una de las señales más sencillas de detectar son los cambios emocionales bruscos. El adolescente deprimido puede pasar rápidamente de la ira al desánimo, la culpa o la profunda tristeza.
También la baja autoestima es muy común entre los jóvenes con conductas suicidas. Esta puede manifestarse a través de frases como «no valgo para nada», «no merece la pena que siga vivo», «no puedo más» o «estaríais mejor sin mí».
Muchas personas creen, erróneamente, que quien verdaderamente quiere suicidarse lo hace en secreto. La realidad es que a menudo estas personas expresan abiertamente sus intenciones de quitarse la vida, con la intención de recibir el apoyo que tanto desean y que podría hacerles ver que hay otras alternativas.
Formas de ayudar a los jóvenes con conductas suicidas
- Hablar abiertamente sobre salud mental y permitirles expresar sus emociones, incluidas las negativas.
- Inculcarles el respeto a la diversidad, puesto que les ayudará a comprender sus propias diferencias y mejorará su autoestima.
- Enseñarle mecanismos de gestión y tolerancia a la frustración y las emociones negativas.
- Demostrar interés genuino por las cosas que les ocurren y escuchar sus problemas.
- Hablar también de tus propias emociones, para que entiendan que no hay nada malo en mostrarse vulnerable ante el resto.
- Hacerles saber que quieres ayudarles y mostrarles soluciones alternativas, como la atención psicológica.
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