Primera sesión con Raúl, de 7 añitos. Acude a la consulta de psicología por un trastorno de conducta. Con anterioridad, hemos tenido una sesión previa con sus padres, preocupados por cómo explicarle a Raúl la necesidad de acudir a terapia. ¿Decimos que eres una doctora? ¿cómo le justificamos que no llevas bata blanca? ¡Claro! El niño, hasta ese momento, solo conoce a su pediatra, que sí lleva bata blanca. Finalmente, acordamos una manera que los padres consideran que “le gustará a Raúl”. Le dirán que soy “el médico de las sonrisas y los juegos y, esos médicos, no necesitan bata”.
Este es un ejemplo extraído de una situación próxima a una vivida en la realidad y que es muy común entre los niños. Dependiendo de la etapa evolutiva, existen miedos evolutivos entre los que se halla la “bata blanca” debido a la asociación con médico, inyección, exploración, dolor,…
Sin embargo, tampoco es de extrañar que muchos adolescentes y algunos adultos parezcan decepcionados cuando me ven sin bata blanca, la cual parece que confiere “poderes mágicos” a su usuario.
Razones que doy como psicóloga para no usar bata blanca
En todos los sitios existen normas pero, veamos: en casi todos los hospitales la norma suele ser que los psicólogos – como miembros del personal facultativo- lleven bata blanca. En casi todas las consultas o gabinetes privados de psicología, la norma suele ser la contraria. Obviamente, en ambos casos, existen excepciones.
Las batas blancas se usan, en general, para impedir que el médico se ensucie o contamine con cualquier tipo de fluido corporal del paciente. En una consulta de psicología, en principio, va a ser difícil que ello ocurra. ¿Para qué necesitamos la bata, entonces?
Para el médico la bata puede ser necesaria pero, en mi consulta, creo que son más necesarios los confortables sillones para que los pacientes puedan expresarse de forma libre, encontrando un clima cálido y empático.
La razón más importante es que la bata produce distancia. Una persona, con bata es, para el paciente, una especie de “ser superior que lo sabe todo”, a quien le llama de usted– aunque tenga la misma edad o sea más joven que el propio paciente- y le trata de “doctora” – aunque sólo sea “licenciada/máster”. De esta manera, se crea un artificio formal, una especie de protocolo que se «carga» el buen rapport necesario para cualquier sesión terapéutica. El médico no necesita rapport pero para el psicólogo es imprescindible.
¿Vais considerando que es buena idea no usar la bata blanca? Todavía quedan más razones. El paciente puede tener la falsa impresión de que no tiene necesidad de hacer nada ¿Por qué? El médico – que va con bata blanca- le acaba recetando un medicamento que le “cura/alivia” su dolencia. Si el psicólogo lleva bata blanca sacará de uno de sus bolsillos los polvos mágicos que harán la misma función. En mi consulta somos muy desmemoriados, nunca nos acordamos de comprar “polvos mágicos” y, para los atrevidos, la “bola mágica” nos la olvidamos en casa… La sesión psicoterapéutica se trata de un trabajo en conjunto, en la que el psicólogo propone unas pautas que el el paciente deberá seguir trabajando en casa. El paciente que cree que la sesión consiste en sentarse en el comodísimo sofá y hablar. Le suelo aclarar que la puerta es una puerta, de madera, “de las de toda la vida” pero lo que no es “un arco mágico que da soluciones inmediatas”.
Estudios acerca de la Psicología de la moda
La Psicología de la moda, llamada también “cognición corporal” o “cognición investida”, afirma que la ropa que llevamos puesta no solo habla acerca de nosotros mismos sino que es capaz de influenciarnos e influenciar, condicionando nuestro estado de ánimo y rendimiento.
Quizás recuerdas el caso del Dr. Sergio Gallegos, el oncólogo pediátrico de México que hace un año aparecía en múltiples medios de comunicación ya que pasaba visita disfrazado de superhéroe. Disfrazarse influye en la calidad de vida de sus pacientes y en el tratamiento, ya que los niños elaboran fantasías e ideas acerca del médico, quien es la persona que tiene el “poder” de curarlos. Al mismo tiempo, trabajar vestido de alguno de los superhéroes más famosos, también ha influido en la actitud del Dr. Gallegos.
La ropa que llevamos puesta no solo habla acerca de nosotros mismos sino que es capaz de influenciarnos e influenciar
La Dra. Karen Pine, profesora de Psicología del Desarrollo de la Universidad de Hertfordshire (Inglaterra), pidió a un grupo de estudiantes que fueran a clase vestidos con la camiseta de Superman. Tenía una razón científica para ello: quería saber si la camiseta de héroe cambiaría sus pensamientos. Y, así fue. Los estudiantes se describieron a sí mismos como más agradables, más fuertes y superiores al resto de estudiantes. Por tanto, la ropa afecta a nuestros procesos mentales y a nuestras percepciones, pudiendo cambiar nuestra forma de pensar.
Según la Dra. Pine “hay muchas maneras en que la ropa nos influencia. Una de ellas es a través del significado simbólico que tiene esta prenda de vestir. Adoptamos las características que asociamos a esta prenda y esto tiene el poder de cambiar la forma en que pensamos». Esto es lo que conocemos como cognición investida.
Según diversos estudios publicados en el Journal of Consumer Research, las personas que, de alguna manera, rompen las “normas” con un pequeño “guiño” de rebeldía ya sea mediante calcetines de colores chillones, uso de bambas de colores fuertes, accesorios originales… son percibidos como “más competentes y con un status más alto”.
Este “guiño de rebeldía” es lo mismo que estar diciendo: estoy dentro de mi grupo social, sigo las normas, te puedes fiar de mí porque soy cercano pero, al mismo tiempo, tengo mi propia personalidad. Esto es lo que podemos hacer los psicólogos al no llevar bata blanca.
Sin embargo, también hay otros estudios en sentido contrario. Un estudio publicado en 2012 en el Journal of Experimental Social Psychology refirió que, si al individuo se le decía que la bata blanca que llevaban era de médico, se mostraban más seguros y, por tanto, cometieron menos errores en los tests que se les pasaron. Sin embargo, si se les decía que la bata blanca era la de un pintor de paredes, los efectos eran los opuestos. Esto es debido a que si la bata es de médico, implica un cierto status.
Otros estudios publicados por la Universidad de Northwestern (Illinois) demostraron que, al ponerse una bata blanca – de médico- aumenta la capacidad de atención en voluntarios que cometen la mitad de errores que aquellos que van sin bata blanca. Aunque los resultados podrían parecer concluyentes, no nos deberíamos apresurar en las mismas ya que había un tercer grupo al que se le dio batas blancas – y se les dijo que eran de pintor de paredes- con lo que dicha concentración se perdía, en gran parte.
¿Psicología de la moda hasta en la consulta?
Sí. Como psicólogos, la bata blanca no forma parte de nuestra identidad profesional de la misma manera que sí lo hace en el caso de los médicos. Pero no hay que olvidar que en la consulta es importante, también, tener en cuenta cómo nos perciben los demás.
Esto se aúna, directamente, con la psicología del color. Por ejemplo, a pesar de que vestir de rojo proporciona intensidad y acción en el caso de los deportes, no sería aconsejable que un psicólogo fuera vestido de ese color porque reduce su capacidad creativa. Lo mismo ocurre cuando se visten prendas o accesorios que no son lo que aparentan ya que reduce nuestras capacidades. Según un estudio publicado en Psychological Science, en que se indica que el individuo que sabe que lleva puesta una prenda fraudulenta, se siente inseguro/a y tiende a una conducta poco ética. En cambio, la persona con la prenda original, tiene un nivel de confianza superior ya que el cuerpo esta de acorde con la mente.
En conclusión, la ropa que vestimos como psicólogos condiciona nuestros pensamientos. Por tanto, si eres un compañero competente y racional, deberías vestirte muy formal mientras que si eres más simpático y relajado, te puedes vestir de forma informal.
¿Qué dirían los psicólogos de la moda que debemos hacer para sentirnos mejor?
- Un vestido de buen corte y elaborado con una buena tela levanta el ánimo.
- Estampados abstractos o lunares nos remiten a los momentos felices de la infancia.
- Combinaciones no coincidentes son estimulantes a nivel cerebral, proporcionando novedad y sorpresa.
- Ropa suelta y zapatos planos se asocian con viajes y aventuras.
- El azul cielo, el verde y el amarillo, nos remiten a la naturaleza y son protectores de las emociones negativas.
- El lino, algodón, seda y lana avivan nuestra aproximación hacia la naturaleza.
- Llevar alguna joya te hace sentir especial por los recuerdos asociados con cada una de las piezas.
Hola muy buenos días. Me ha gustado mucho el articulo. Pero, según yo un Psicólogo es un profesional que es de gran apoyo para la sociedad. Un Psicólogo le ayuda a otros médicos, aumenta la seguridad en el individuo, y hasta puede llegar a prevenir un Suicidio. Bueno , dependiendo del Psicólogo. Me fascina ver a Un Psicólogo(a) con una bata y muchísimo mas cuando trabaja en una clínica o hospital. La Psicología esta en el área de Salud, y eso es mas maravilloso todavía.
Tienes razón, aveces los pacientes se tienden a preocupar un poco.
Es cierto, la bata da sensación de distancia. Y si no se necesita, mejor no llevarla. Me gusta mucho como se ha enfocado el caso de Raul. Mi hijo, que tiene 5 años, es ver una bata blanca y se pone muy nervioso. Lo asimila a vacunas, cuando esta malito… Y como decis, los médicos de las sonrisas, no necesitan bata!