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La Navidad se acerca, y con ella, la alegría, la festividad y la reunión familiar. Sin embargo, para algunas personas, esta temporada no es motivo de celebración, sino que desencadena una condición conocida como «depresión navideña».
En la consulta los «bajones» anímicos producto de la nostalgia, la melancolía y la agudización de la tristeza, para muchas personas, muestran la llegada de la «depresión navideña».
A pesar del tópico, aquel que dice que debemos ser felices «porque toca», porque es Navidad, lo cierto es que la felicidad y la Navidad suelen ser un matrimonio conflictivo. De hecho, eso es lo que se desprende de los resultados de una encuesta elaborada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), un 27% de los españoles siente tristeza y melancolía al llegar estas fechas. En cambio, al finalizar las mismas, después de Reyes, gran parte de la población dice sentirse “liberado”. De los resultados, podemos extraer que el 56,5% de los españoles considera que estas fiestas son para pasar en familia, mientras que un 26,2% creen que son únicamente consumistas y un 11% destacan su valor religioso.
Igualmente, la Navidad es una época de alegría para el 49,8%, mientras que un 27% las consideran tristes y el 17,3% restante, dicen tener sensación de agobio. Todo ello apunta a que una parte importante de la población sobrevive, soporta o pasa la Navidad como cualquier otro mes del año.
Qué es la depresión navideña
La depresión navideña, también llamada trastorno afectivo estacional (TAE) con patrón invernal, es una forma específica de depresión que se produce en ciertas personas durante la temporada navideña. Aunque se manifiesta de manera similar a la depresión clínica, la depresión navideña tiende a ser temporal y suele mejorar una vez que la temporada festiva ha pasado.

Principales características de la depresión navideña
- Temporalidad estacional. La depresión navideña se manifiesta principalmente durante la temporada navideña, que generalmente comienza en noviembre o diciembre y puede extenderse hasta enero. A medida que avanzan los meses de invierno y las festividades se acercan, los síntomas suelen empeorar, ya menudo mejoran con la llegada de la primavera.
- Cambios en el estado de ánimo. Las personas que experimentan depresión navideña pueden experimentar cambios notables en su estado de ánimo, pasando de sentirse relativamente bien durante otras épocas del año a sentirse tristes, desanimadas o ansiosas durante la temporada navideña.
- Síntomas depresivos. Los síntomas de la depresión navideña son similares a los de la depresión clínica y pueden incluir tristeza persistente, fatiga, cambios en el apetito y el peso, sentimientos de desesperanza, pérdida de interés en actividades placenteras, dificultad para concentrarse, irritabilidad y , en algunos casos, pensamientos de suicidio.
- Aislamiento social. Muchas personas que experimentan depresión navideña tienden a aislarse socialmente, lo que puede agravar sus síntomas. Prefieren evitar eventos sociales y pueden sentirse distantes de amigos y familiares.
- Recuerdos dolorosos. Para algunas personas, la temporada navideña puede estar asociada con recuerdos dolorosos, especialmente si han experimentado pérdidas significativas o eventos traumáticos durante las festividades en el pasado.
- Mejora estacional. A diferencia de la depresión clínica, que puede persistir durante todo el año, la depresión navideña tiende a mejorar a medida que la temporada festiva llega a su fin y el invierno da paso a la primavera. Esto sugiere una fuerte influencia de los factores estacionales en su desarrollo.
- Respuesta a la luz solar. Algunas investigaciones sugieren que la exposición limitada a la luz solar durante los meses de invierno puede estar relacionada con la depresión navideña. La terapia de luz, que implica la exposición a una luz brillante, se ha utilizado como tratamiento para esta afección.
¿A quién afecta más?
La depresión navideña es una afección que no discrimina y puede afectar a personas de diversas edades, géneros y antecedentes. Sin embargo, existen ciertos grupos que parecen ser más propensos a experimentarla o que pueden enfrentar desafíos particulares durante esta temporada festiva.
- Personas con Trastornos del Estado de Ánimo. Aquellas personas que ya padecen trastornos del estado de ánimo, como la depresión clínica o el trastorno bipolar, tienen un mayor riesgo de experimentar una exacerbación de sus síntomas durante la temporada navideña. Las presiones y las expectativas relacionadas con las festividades pueden desencadenar o agravar episodios depresivos.
- Individuos que han experimentado pérdidas recientes. La Navidad puede ser un momento especialmente difícil para aquellos que han perdido a seres queridos recientemente. Las festividades a menudo resaltan la ausencia de quienes ya no están presentes, lo que puede desencadenar sentimientos de duelo y soledad.
- Personas con aislamiento social. El invierno y las festividades pueden llevar al aislamiento social, ya que las personas tienden a quedarse en casa debido al clima frío y las actividades familiares. Aquellos que carecen de una red de apoyo sólido o de relaciones cercanas pueden sentirse más solos y vulnerables.
- Individuos con expectativas irrealistas. Aquellas personas que establecieron expectativas poco realistas para la temporada navideña, como la creencia de que todo debe ser perfecto o que deben hacer frente a la presión social para estar siempre felices, pueden experimentar una mayor angustia emocional cuando estas expectativas no se cumple.
- Personas con estrés financiero. Los gastos adicionales asociados con las festividades, como la compra de regalos, la decoración y las cenas festivas, pueden crear una carga financiera significativa. Aquellos que se ven abrumados por el estrés financiero pueden experimentar una mayor ansiedad y preocupación durante esta época del año.

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La terapia, ya sea individual o grupal, puede ser una herramienta invaluable para abordar la depresión navideña.
Pide tu cita¿Qué hacer para evitar esta depresión?
- Establecer expectativas realistas. En lugar de buscar la perfección, acepta que no todo saldrá como planeado y que está bien.
- Mantener el contacto social. Asegúrate de pasar tiempo con amigos y seres queridos. Si te sientes solo, considera unirte a grupos de apoyo o actividades festivas locales.
- Gestionar el estrés financiero. Establece un presupuesto realista para los regalos y las festividades y no te exijas más allá de tus posibilidades económicas.
- Honrar los sentimientos. Permítete sentir emociones, incluso si son dolorosos. Hablar con un terapeuta puede ser beneficioso.
- Cuidado personal. Mantén hábitos saludables, como una dieta equilibrada, ejercicio y sueño adecuado.
- Dar y recibir apoyo. Hablar con amigos y familiares sobre tus sentimientos puede ayudarte a sentirte comprendido y apoyado.
Cómo ayudar a un familiar con depresión navideña
En este artículo ya resumimos las maneras de ayudar a un familiar con depresión, pero nunca está de más incidir en ello. La mejor medicina para combatir la depresión blanca es innovar su Navidad y hacer lo que realmente le apetezca a uno. Una Navidad diferente es posible.
- Escucha empáticamente. El primer paso es estar dispuesto a escuchar sin juzgar. Pregúntale a tu familiar cómo se siente y permítele expresar sus pensamientos y emociones. La simple sensación de ser escuchado y comprendido puede ser reconfortante.
- Valida sus sentimientos. Reconoce y valida los sentimientos de tu familiar. No minimices sus emociones ni les digas que «deberían» sentirse de otra manera. La depresión navideña es una afección real, y es importante que sientan que sus sentimientos son legítimos.
- Ofrece tu apoyo. Hazles saber que estás allí para apoyarlos. Pregúntales cómo puedes ayudar y asegúrate de que estás dispuesto a estar a su lado durante esta temporada difícil.

- Comparte actividades positivas. Anima a tu familiar a participar en actividades que solían disfrutar o que pueden brindarles alegría. Pueden ser actividades sencillas, como dar un paseo juntos, ver una película favorita o jugar a juegos de mesa.
- Ayuda con las tareas cotidianas. La depresión puede hacer que incluso las tareas diarias parezcan abrumadoras. Ofrece tu ayuda con las tareas domésticas, las compras navideñas o la preparación de comidas para aliviar algo de su carga.
- Fomenta la conexión social. Anima a tu familiar a mantener el contacto con amigos y otros seres queridos. Ofrece acompañarlos a eventos sociales si se sienten cómodos, o sugiere opciones más pequeñas, como tomar un café con un amigo cercano.
- Evita la presión. No los presiones para que se sientan felices o entusiasmados por la Navidad. Esto puede aumentar su ansiedad. En lugar de eso, los animales a aceptar sus emociones ya buscar formas de sobrellevarlas.
Es importante recordar que la depresión navideña es una condición tratable y que las personas que la experimentan no están solas. Buscar ayuda profesional y contar con el apoyo de amigos y familiares puede marcar una gran diferencia en la capacidad de superar esta desafiante condición durante la temporada festiva.
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