Existen pocos referentes en nuestro país que traten de forma seria este tema: la bisexualidad y la endodiscriminación. La primera dificultad que encontramos es la propia concepción de la bisexualidad, la orientación sexual, (homosexualidad versus heterosexualidad) describe el comportamiento y las prácticas sexuales, sin embargo en una necesaria evolución estos términos acaban sosteniendo la sexualidad y el afecto, la pareja y el vínculo.
La “heterosexualidad” y la “homosexualidad” se construyen como categorías normativas que dan identidad y pertenencia y admiten como datos anecdóticos otras prácticas sexuales distintas (prácticas bisexuales).
La práctica sexual queda escindida de la identidad. La bisexualidad no ha desarrollado un sistema de identidad similar a la homosexualidad y la heterosexualidad, o al menos no con la misma fuerza. La definición de la bisexualidad y su construcción como realidad social puede variar enormemente según su concepción, desde una aplastante mayoría 80/90% que manifiesta fantasías, deseos y prácticas con personas de ambos sexos, a una rotunda minoría de las personas que se identifican como bisexuales (1-3% según distintos estudios).
Estas estimaciones tienen mucho que ver con el estatus de la bisexualidad. La orientación sexual se ha construido desde una tradición dualista (cuerpo/alma, sexo/amor, hombre/mujer, etc.) como una realidad polar y excluyente hetero/homo.
Aunque, como se ha demostrado en numerosos estudios, estas categorías no reflejan la realidad de los comportamientos afectivo sexuales reales. La orientación sexual queda construida como una realidad teórica, con enormes repercusiones en la identidad individual, grupal y social. Y la bisexualidad queda relegada a una práctica sexual anecdótica en el monopolio Homo/hetero. Sin embargo la bisexualidad representa un comportamiento sexual, pero también una realidad social y de vivencia individual con características propias.
Bisexualidad: algunos conceptos para entenderla
● Las experiencias de las personas bisexuales difieren en aspectos importantes de las personas heterosexuales, gays y lesbianas.
● La Bifobia es distinta de la homofobia y según algunos estudios de mayor efecto.
● Las personas bisexuales sufren discriminación o prejuicios entre los heterosexuales y las comunidades de lesbianas y gays. Esto puede ser oscurecido por la fusión LGBT.
● La Bifobia implica niveles significativamente más altos de angustia y problemas de salud mental en los bisexuales, que la población heterosexual o lesbiana/gay.
Es muy importante definir la realidad bisexual y reconocer su naturaleza diversa y plural, puede incluir entre otrxs a personas que…:
● Se ven atraídos por «los hombres y las mujeres «.
● Son en su mayoría atraídos por uno de los géneros pero no de forma exclusiva.
● Que experimentan sus afectos y deseos de forma fluida y cambiante.
● Que viven su atracción como «independiente del género».
● Que no aceptan la idea de que sólo hay dos géneros.
No todas las personas a las que les atrae más de un género se definen como bisexuales. Hay muchas razones para esto, incluyendo: los prejuicios contra la bisexualidad, las diferentes interpretaciones culturales de la sexualidad y el deseo de encajar en las comunidades heterosexual u homosexual. Esto representa el segundo gran obstáculo en la construcción de la bisexualidad tras su definición. Es extremadamente difícil determinar el número de personas bisexuales debido tanto a una falta de investigación como a las diferentes definiciones de bisexualidad. Y es innegable que la cuantificación de una realidad social es uno de lo elementos que más facilita su visibilidad, su reconocimiento y la construcción de un marco de protección y de equidad respecto a otras realidades. La invisibilidad bisexual y sus consecuencias son el principal problema al que se enfrentan las personas bisexuales, así como una de las formas de bifobia, (que se refiere a las actitudes negativas, comportamientos y estructuras). Esta bifobia incluye:
● Negación bisexual, cuestionar la existencia de las personas bisexuales.
● Invisibilidad bisexual, al suponer que las personas son heterosexuales o lesbiana/gay, y también al asumir la sexualidad de las personas basándose en su pareja actual.
● Exclusión bisexual, afirmando hablar en nombre de las personas LGBT, pero no facilitar el abordaje de los problemas específicos o la inclusión y participación de las personas bisexuales, desapareciendo su realidad en las de lesbianas y gays.
● Marginación bisexual, en la falta de compromiso con las personas bisexuales (o sus grupos ), o la priorización de los temas de gays y lesbianas sobre los de bisexuales.
● Estereotipos negativos, por ejemplo que las personas bisexuales son promiscuos e infieles, transmisores de enfermedad (VIH), incapaces de la monogamia, una amenaza a las relaciones y las familias, etc.
Por estas razones varios estudios europeos,( como el conocido “The Bisexuality Report: Bisexual Inclusion in LGBT Equality and Diversity” ), establecen una serie de recomendaciones generales para dignificar la realidad bisexual y combatir la bifobia:
● Obtener / difundir información y referentes sobre las personas bisexuales, evitar los estereotipos y la invisibilidad.
● Propiciar que las personas bisexuales se incluyan en los foros y decisiones LGBT.
● Incluir la representación bisexual en todos los grupos de trabajo e iniciativas pertinentes.
● Incluir la bisexualidad explícitamente en toda manifestación, declaración o investigación.
● No asumir una experiencia unificada/ estereotipo para todas las personas bisexuales.
● Separar la bifobia de la homofobia, reconocer problemas específicos de las personas bisexuales (como la falta de reconocimiento de su existencia, la falta de pertenencia a una categoría o la presión para ser homosexual o heterosexual…), asumir que los referentes y los apoyos socio-familiares (según estudios europeos) son menores en bisexuales y el efecto de la bifobia parece más intenso que el de la homofobia.
● Admitir el papel de la bifobia y la invisibilidad bisexual en la creación de los estereotipos negativos para las personas bisexuales, así como nuestra responsabilidad al respecto.
● Reconocer que las personas bisexuales también están sujetas a la homofobia, el heterosexismo y la heteronormatividad.
● Hablar claro y manejar un concepto de bisexualidad amplio que abarque la atracción, la conducta y la identidad.
● Apoyar e investigar las necesidades específicas de las personas bisexuales.
● Apoyar los eventos y espacios para las personas bisexuales financieramente, la autonomía económica, de gestión y decisión es importante.
Establecen también recomendaciones específicas para Organizaciones LGTB:
● Asegurar que los grupos que hablan en nombre de las personas bisexuales, incluyen la ‘B’ en su siglas y se hace visible la bisexualidad, no quedando eclipsada por etiquetas como “Lesbianas y gays”, “Homosexuales”, “No heterosexuales”, etc
● Separar las cuestiones bisexuales de las gays y lesbianas.
● Dar un lugar específico a la bifobia, así como la homofobia y la transfobia.
● Incluir las cuestiones de la realidad bisexual en todos las acciones del colectivo, jóvenes, personas transexuales, salud, educación, investigación, etc. No relegarla a acciones concretas de un sub grupo o sección dentro del colectivo.
● Recordar abiertamente la historia de la marginación bisexual y dignificarla dentro de los espacios LGTB. Reconstruir y resdtaurar de los referentes “robados” a la bisexualidad.
● Prevenir, identificar y censurar cualquier acción activa o por defecto que vulnere los derechos de representatividad, equidad, decisión y visibilidad de las personas bisexuales dentro de las instituciones LGTB.
● Incluir los aspectos positivos de la experiencia bisexual, que destaque y visibilice lo que las personas bisexuales tienen que ofrecer, dar un lugar a las aportaciones y la idiosincrasia de la bisexualidad dentro de la realidad LGTB.
“Los pájaros nacidos en jaulas creen que volar es una enfermedad”
«Cesa de definirte: concédete todas las posibilidades de ser, cambia de caminos cuantas veces te sea necesario.»(Alejandro Jodorowsky)