¿Temes que tu hijo, pareja, hermano o alguien que te importa está consumiendo cocaína? Si se trata de alguien joven, lo primero que has de conocer es que lo más habitual es que los adolescentes no sean consumidores de cocaína. De hecho, lo más habitual es que los adolescentes y jóvenes españoles ni siquiera la hayan probado nunca. Lo que ocurre es que, si tenemos en cuenta las tendencias del consumo de drogas en España, encontramos que el consumo de cocaína ha tenido un aumento espectacular en los últimos años, lo cual ha generado una importante alarma social.
Pero esto no significa que consumir cocaína sea una actividad habitual. Los últimos datos hablan incluso de un retroceso en el consumo de esta droga por primera vez en muchos años. Después del cannabis, la cocaína es la droga ilegal más consumida por los jóvenes, aunque a una gran distancia de aquélla.
Si intuyes que tu hijo o hija puede estar consumiendo cocaína o crees que existe riesgo de que lo vaya a hacer, lo primero que has de procurar es hablar con ellos sobre el tema, en una conversación adulta. Si no conseguimos una respuesta o solo obtenemos el rechazo del adolescente a abordarlo, podemos analizar los indicadores más habituales.
Posibles indicadores del consumo de drogas en los hijos
- Cambios bruscos de actitud o de la forma de relacionarse con los padres: subrayamos la idea de “bruscos”, es decir, que no responden simplemente a su condición de adolescentes (adoptar una actitud de cierta rebeldía y distanciamiento es un hecho natural de la adolescencia). Se caracterizan por una gran irritabilidad, agresividad, conductas extrañas, ansiedad, utilización persistente de mentiras, …
- Bajada brusca del rendimiento y de la adaptación escolar: el consumo de drogas suele ir de la mano de una bajada del rendimiento y de la aparición de problemas de adaptación en la escuela o instituto que no suelen pasar desapercibidos a los profesores. Por este motivo, si tu hijo acude a un centro de formación es importante entrar en contacto con sus responsables (tutor, orientador del centro…), al menos si detectas situaciones que te preocupan. En el caso de los jóvenes que trabajan, el consumo puede ir asociado con problemas de indisciplina (absentismo, impuntualidad,…) y con una bajada del rendimiento en el puesto de trabajo.
- Cambio de amigos y de costumbres: la entrada en círculos de consumo suponr el acercamiento a grupos de consumidores y el abandono progresivo del contacto con los amigos no consumidores. Por lo general, terminamos por dejar de tener noticias de los amigos de siempre y pasamos a conocer bastante poco de los nuevos círculos de amistades en los que nuestros hijos se mueven.
- Movimientos extraños de dinero: es un indicador importante de consumo de drogas, y especialmente de sustancias como la cocaína, puesto que su consumo es caro y, en muchos casos, asociado a fiestas y a zonas de marcha que también requieren otros gastos. Pueden ser indicadores de un consumo habitual de cocaína los robos de dinero en el hogar o en otros contextos, la presencia de gran cantidad de dinero en casa sin ninguna justificación, o el gasto excesivo, brusco e injustificado del dinero disponible.
- Horarios muy desfasados, no respeta de forma importante los horarios establecidos: el consumo de cocaína entre los jóvenes se asocia al ambiente de la noche y de la fiesta, sobre todo en las primeras fases. Por este motivo, frecuentar este tipo de celebraciones y mantener de forma habitual unos horarios exageradamente desfasados puede ser un síntoma más de consumo cocaína y/o de otras drogas estimulantes como las anfetaminas (o sus múltiples derivados).
Curiosamente, a veces este consumo de cocaína se produce para hacer frente al tremendo bajón que los consumidores sienten tras una noche de fiesta en la que han consumido diversas sustancias.
Cuál es el mensaje que tienes que dar al consumidor de cocaína
Se observan algunos síntomas directamente relacionados con el consumo de cocaína en adolescentes, tales como:
- Síntomas físicos: llegada a casa con las pupilas muy dilatadas, que no se contraen ante la luz. Con el paso del tiempo es también frecuente una importante pérdida de peso, palidez, ojeras, sangrado de nariz,…
- La llegada bajo los efectos de la droga puede también caracterizarse por síntomas de euforia, locuacidad, insomnio, falta de apetito…, que con el paso de los efectos se convierten en cansancio extremo y malestar emocional.
- Otros síntomas directamente relacionados con la sustancia: por ejemplo, presencia de droga en casa.
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