
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) afectan cada vez a un nicho más grande de la población y, a su vez, también va disminuyendo la edad media de afección. Actualmente la edad media de las personas que sufren esta patología oscila entre los 12 y los 17 años, aunque se va acercando a los 9 y 10 años, según apunta FECAB, la Federación Española de Asociaciones de Ayuda y Lucha contra la Anorexia y la Bulimia. En este sentido, la mayoría de chicas, e incluso chicos, que desarrollan un trastorno alimentario se encuentran en plena escolarización obligatoria, convirtiéndose así el aula el espacio donde conviven más tiempo y, por ende, el ámbito con más posibilidades para detectar la enfermedad.
Teniendo esto en cuenta, el Centro ABB, especialistas en la prevención y tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria, ha elaborado un dosier destinado a profesionales de centros educativos con la pautas básicas para detectar si algún alumno ha desarrollado la sintomatología.
Más allá de los rasgos característicos que presenta cada TCA – anorexia, bulimia, obesidad, o trastornos no específicos – el documento especifica aquellos comportamientos típicos que los jóvenes con dicha patología muestran dentro del aula. Este comportamiento puede pasar desapercibido pero tras varios estudios el Centro ABB ha llegado a la conclusión de que existen ciertos patrones que, en el caso de manifestarse en un alumno, pueden determinar la existencia de un TCA.
¿Qué conductas pueden mostrarse en el aula?
- Buenos resultados académicos
- Pensar que los resultados obtenidos siempre pueden ser mejores
- Exigencia y perfeccionismo en todo lo que se hace
- Salir al recreo y aislarse de la mayoría de compañeros
- Cambios bruscos de humor
- Actitud triste y decaída
- Cambios de peso significativos sin explicación
- Preocupación excesiva por el tipo de alimentos, productos light, dietas, etc.
- Contar las calorías
- Rituales en el momento de comer, como la forma de masticar, el ritmo, el orden, la disección de alimentos, etc.
- Poner excusas para saltarse comidas (por ejemplo, no llevar desayuno)
- Ir al baño después de las comidaso
- Mirarse al espejo o buscar constantemente su reflejo, sobre todo después de comer
- Hablar mucho sobre el peso, acerca nutrición, su aspecto físico en comparación a los demás, etc.
- Hacer demasiado ejercicio o moverse constantemente
- Vestir siempre muy abrigado/a, debido al padecimiento de frío
- Mostrar poca flexibilidad ante los cambios
Los síntomas son varios y muy diversos y, en algunos casos, pueden darse en alumnos sin que éstos padezcan un trastorno alimentario. No obstante, si se perciben distintos de estos rasgos en un individuo, la probabilidad de que esté sometido a la dolencia de un TCA es muy elevada y, en ese caso, será aconsejable actuar. ¿Qué hacer entonces?
- Observar los signos de detección precoz anteriormente explicados
- Recoger información de los compañeros del entorno más cercano
- Hablar directamente con el joven, generando un ambiente de confianza, no culpabilizador
- No centrarse en la comida y el peso. Incidir en el sufrimiento psicológico
- Informar a la familia y dirigirse a un servicio especializado
¿Qué evitar ante un posible caso de TCA?
Hacer caso omiso a los síntomas o minimizar el problema son algunas de las reacciones básicas que presenta la persona enferma. Por ello, se recomienda a los profesionales docentes no caer en la misma trampa y evitar ciertas conductas o comentarios que pueden alentar al o la joven a seguir con convicción su peyorativa conducta con la alimentación. Estos son los puntos básicos que recomienda el Centro ABB:
- Negar el problema, restarle importancia
- Engañar al paciente para ganar la confianza
- Poner el acento sólo en el peso o la comida
- Tener una actitud paternalista o echar una bronca
- Manipularle
- Desautorizar a la familia
- Acciones terapéuticas insuficientes o parciales (poner una dieta, dar ACO para la amenorrea, dar medicación sin otras actuaciones, tratar un síntoma aislado…)
Teniendo en cuenta que los TCA cada vez tienen más presencia en el aula, es recomendable que los docentes puedan formarse con las nociones básicas sobre el trastorno. El Dosier para Profesionales de Centros Educativos elaborado por el Centro ABB es un buen material para saber los qué y los cómo esenciales, pero se recomienda también a los profesionales que acudan a sesiones formativas que pueden encontrar tanto en el mismo centro como en otras instituciones especializadas.
Desde Siquia también ofrecemos el servicio de nuestros psicólogos especializados en TCA, quienes pueden tanto atender a pacientes con dicha patología como a familiares, tutores o docentes que deseen obtener una orientación precisa.