Es lo que más nos pasa a los humanos, empezamos una tarea muy emocionados, sabiendo que nos irá bien hacerla porque nos la han recomendado cientos de veces, y a las dos semanas empezamos a faltar al compromiso que hemos adquirido con nosotros mismos.
Eso nos genera una frustración enorme y acabamos pensando de nosotros mismos que somos personas poco comprometidas con nosotros y que «total, para qué voy a empezar la dieta si, total, la dejaré en dos semanas».
Pero hay algunos consejos que pueden hacer que tus propósitos se mantengan en el tiempo. Y seguro que tienes alguna otra sugerencia, si es así, estaremos encantados de que nos la expliques en un comentario.
¿Realmente quieres hacerlo?
Esto es lo primero que debes preguntarte cuando adquieres un compromiso contigo mismo. La mayoría de las personas empiezan a cambiar sus hábitos sin pensar realmente qué es lo que quieren conseguir con ello.
Te han dicho que escribir un diario te irá bien para poner tus ideas en orden. Bien. Pero, ¿realmente escribir un diario significa algo para ti?
Los propósitos deben ser algo que realmente quieres hacer, no solo algo que «parece que es bueno hacer porque a la gente le va bien». No te fijes en los propósitos de los demás, no te compares, cada persona necesita algo diferente. Decide realmente qué es lo que quieres hacer, qué es lo que te va bien, y ve a por ello.
Ponte retos a ti mismo
Si después de intentar llevar a cabo tu propósito no lo has conseguido, a pesar de haberte puesto serio con ello y haber decidido que realmente era algo que querías hacer, quizá necesites más motivación para actuar. Cuando una persona está motivada por algo es más fácil que lo cumpla, que lo lleve a cabo de forma mantenida en el tiempo.
Así, si es algo que realmente quieres conseguir, ponte retos a ti mismo. Algo que podría funcionar, en el caso de «escribir un diario», por ejemplo, podría ser: «cada día que no escriba en el diario meteré 2€ en la hucha». Así, por lo menos, si no escribes, tendrás dinero para darte un capricho.
Incluso hay algunas aplicaciones que pueden hacer este trabajo por ti como Beeminder (aunque de momento está solo en inglés). En esta aplicación tu determinas el propósito y cuán a menudo lo vas a hacer y cada vez que no lo hagas automáticamente cargará en tu cuenta el precio que hayas determinado, funcionando como una hucha virtual.
Ayuda a tu cerebro
«Hacer más ejercicio», «dejar de beber tanto alcohol» son propósitos muy loables, pero poco concretos. Tu cerebro no puede trabajar con ellos e incorporarlos a tu rutina diaria.
Lo ideal para que un propósito se incluya en tu rutina diaria es que tenga esta definición:
«Después de X (una rutina), haré Y (el propósito concreto) y me recompensaré con Z»
Es decir, por ejemplo: «Después de comer, saldré a caminar 20 minutos y me recompensaré con media hora de descanso». De esta manera al cerebro le es más fácil de procesar la información y de incluirla en el repertorio de hábitos.
Una tarea a la vez
Empieza el año y nos hacemos una lista de propósitos para cumplir en los 12 siguientes meses. 5 o 10 propósitos que, probablemente, llevemos arrastrando desde hace unos años. Una lista de buenas intenciones que quedará de nuevo sin cumplir. ¿Por qué?
Porque ver ese listado lo único que va a provocarnos es un terror tremendo al ver que tenemos tantas cosas que cambiar en tan poco tiempo (un año puede hacerse muy corto). «Apuntarme a clases de inglés, dejar de fumar, adelgazar 10 kilos, llamar más a mis padres, escribir un diario, comer más saludable, reducir la cantidad de alcohol y hacer más ejercicio». ¿Quién no se estresa al ver algo así?
Además con estos listados lo que sucede es que una vez fallas con uno de los propósitos, ya crees que los demás no van a ser cumplidos, por lo cual abandonas tus esfuerzos y vuelves a estar como al principio (o peor: «si total, no voy a conseguir adelgazar nunca…»).
Márcate un objetivo al mes, cada día 1 de mes decide cuál va a ser tu propósito del mes y dedica ese mes sólo a ese propósito. Si consigues mantenerlo durante todo el mes, lo más probable es que lo consigas y se instaure como un propósito conseguido y mantenido en el tiempo.
Y si fallas, si no lo consigues, no desesperes, quizá no era tu momento, o quizá te falta motivación para llevarlo a cabo ahora. Descansa un mes y abórdalo, si te apetece, de aquí a un tiempo. Si realmente quieres algo lo acabarás consiguiendo. Todo llega.
Y, recuerda, que si buscas a un profesional que te ayude a mejorar algún aspecto de tu vida, mejorar rasgos, aptitudes… en Siquia contamos con psicólogos online especialistas en coaching. Consúltanos sin compromiso.
¡¡Muchìsimas gracias!! yo lo he hecho y me ha funcionado, suelo no comprar ropa, hasta que rebaje las libras de màs y me hago este propòsito y subo una foto como me veo con ropa mas pequeña…obviamente cambio en mis hàbitos alimenticios.
Me ha funcionado mucho ponerme como hàbito leer siempre aunque sea una hora diaria y el fin de semana y si no lo hago, me evito a un paseo..
Nuevamente gracias por compartir..