Comprender y tratar la adicción a la pornografía

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Cualquier cosa que nos provoque placer en uno u otro sentido, es susceptible de convertirse en una adicción. En general, el ser humano está diseñado para buscar su propio placer, ya sea en las cosas del día a día o en cosas excepcionales, pero el placer es la fuente primigenia de motivación: hacemos deporte por el placer de sentirnos bien a nivel físico y mental, somos amables con nuestros amigos y familiares por el placer que provoca su retorno emocional hacia nosotros, comemos por supervivencia, pero eminentemente por placer, y así un largo etcétera de ejemplos.

Pero la fuente más básica de placer tanto para el hombre como para la mujer es el sexo. La máxima expresión del placer y del bienestar suele ser el orgasmo, pero todo lo que rodea a la relación sexual, desde el flirteo inicial hasta el orgasmo, es una gran fuente de placer y satisfacción para quién la disfruta.

Así pues, no es de extrañar, que todo aquello que nos impulse a conseguir una satisfacción sexual tenga muchos números para convertirse en una adicción. Por supuesto, eso no quiere decir que toda persona sea susceptible de caer en la adicción al sexo o a la pornografía, igual que no todas las personas que toman alcohol se convierten en alcohólicas.

Pero, ¿quién determina qué es una cantidad «normal» de pornografía y qué no lo es?

Características de la adicción a la pornografía

Psicólogos online

Siguiendo la definición que nos ofrece Wikipedia:

Se acepta como adicción cualquier actividad que el individuo sea incapaz de controlar, que lo lleve a conductas compulsivas y perjudique su calidad de vida

Así pues, las personas que sufren de adicción a la pornografía, en general, sienten que son incapaces de controlar el consumo de material pornográfico, suelen masturbarse compulsivamente, es decir, muy a menudo sin sentir realmente una excitación ni un deseo sexual previos y como consecuencia de todo lo anterior, su calidad de vida se ve claramente afectada.

Como vemos no se trata de contabilizar el número de productos pornográficos que una persona consume, sino cómo éstos afectan a su vida normal.

En muchas ocasiones, estas personas acaban dejando a un lado su vida personal y, en algunos casos incluso su vida profesional, porque toda su vida empieza a girar entorno a la visualización y el consumo de material pornográfico.

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Esta situación se ve agravada por el hecho de que, hoy en día, el acceso a material pornográfico es muy sencillo, cualquier página web puede dirigirte en un momento u otro a una página de contenido para adultos. Además hay que sumarle un hecho importante a esta facilidad, el anonimato. Si hace un tiempo para consumir pornografía debías pasar por «la vergüenza» de pedirle al kioskero una revista pornográfica o pasar por la caja del videoclub para llevarte prestada la cinte de vídeo de turno, ahora todo eso ya no es necesario. Desde la comodidad de casa, desde

Consecuencias de la adicción a la pornografía

La adicción a la pornografía tiene consecuencias en todos los ámbitos de la vida de quien la padece, como prácticamente todas las adicciones.

Consecuencias físicas:

  • La elevada exposición a material pornográfico hace que cada vez se necesite más cantidad para llegar a un estado de excitación. Esto suele afectar a la relación de pareja, ya que ésta se vuelve un elemento «poco excitante».
  • Aunque no hay estudios científicos fiables que lo demuestren, la masturbación compulsiva que está presente en la mayoría de los casos de consumo excesivo de pornografía, puede llegar a provocar alteraciones sexuales como eyaculación precoz o disfunción eréctil en los hombres, y anorgasmia o falta de deseo sexual en las mujeres.
  • Cansancio. Por lo general estas personas suelen aprovechar las horas nocturnas para dar rienda suelta a su adicción, por lo que terminan durmiendo pocas horas con todas las consecuencias que eso comporta.

Consecuencias emocionales:

  • Sentimiento de vacío. No hay nada diferente de la pornografía que la persona sea capaz de disfrutar.
  • Sentimientos de culpabilidad. La persona sabe que no debería estar priorizando la pornografía, pero se siente incapaz de dejar de hacerlo. Esto puede llevar a estados depresivos.
  • Ansiedad. Sobretodo se produce cuando la persona sabe que deberá estar unas horas o unos días sin poder consumir pornografía, esto provoca algo análogo al síndrome de abstinencia.
  • Irritabilidad. La persona se vuelve arisca, irritable.

Consecuencias sociales

  • Aislamiento social. Se produce una distancia entre todas las actividades sociales que la persona solía llevar a cabo.
  • Problemas de pareja. La pérdida de deseo sexual hacia la pareja, sumada al hecho de pasar cada vez menos horas juntos, suele provocar un deterioro importante de la relación.
  • Problemas laborales. Debido al cansancio acumulado, por una parte, la persona rinde menos en el trabajo. Por otra parte hay personas que aprovechan horas de trabajo para visualizar pornografía con el riesgo que ello comporta.
  • Problemas económicos. A pesar de que hay mucho material pornográfico gratuito en la red, no son pocas las personas con adicción a la pornografía que desembolsan grandes cantidades de dinero al mes por acceder a contenidos exclusivos.

Solución a la adicción a la pornografía

Aunque la adicción a la pornografía tiene solución, es difícil, como en cualquier otra adicción, que la misma persona por si sola, consiga superarla, lo más probable es que necesite la ayuda de un profesional para ello.

No obstante, si crees que puedes tener un problema con la pornografía, te dejamos una serie de consejos para evitar caer en el extremo de la adicción:

  • Márcate un tiempo máximo diario para el consumo de material pornográfico y ayúdate de un cronómetro para no pasarte de ese tiempo.
  • Prioriza la calidad antes que la cantidad. Escoge aquel material que realmente te gusta, sé selectivo/a y consume sólo uno por sesión.
  • Evita la tentación. Navega por internet con las puertas de la habitación abiertas, no navegues por internet en el lavabo o en tu habitación, contrata una tarifa de datos limitada en tu dispositivo móvil, de manera que no puedas cargar vídeos.
  • Disfruta de relaciones sexuales con otras personas, disfruta de los olores, las texturas, las sensaciones que te ofrece el cuerpo de otra persona.
  • De cada dos veces que te masturbes, una de ellas hazlo sin pornografía. Utiliza tu imaginación para recrear fantasías y mastúrbate poco a poco y concentrándote en las sensaciones.

Si aún así crees que necesitas ayuda, contacta con un sexólogo o una sexóloga que puedan ayudarte a reconducir tu adicción. En Siquia puedes encontrar a los mejores especialistas en sexología con consulta psicológica online.

Terapias que pueden serte útiles

Imagen de Silvia Catalán
Sobre Silvia Catalán Sílvia Catalán es licenciada en Psicología por la Universitat Autónoma de Barcelona y colegiada número 21279. Está especializada en sexología y salud sexual y en terapia de pareja.
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