Concha Caraballo es psicóloga en Madrid. En 1979 empieza los estudios superiores de Psicología en la UAM y a partir de 1980 los compagina con una formación privada en psicoterapia psicoanalítica, infancia y adolescencia, terapia de grupos y gestalt. Cuando conoce el psicoanálisis de Lacan profundiza durante años en su obra desde instituciones privadas internacionales. En la primera década del siglo XXI estudia el test de Rorschach y dos cursos de especialista: forense y violencia de género. Poco después se interesa por el EMDR  y otras técnicas de integración cerebral, en lo que hoy por hoy continúa profundizando desde la Asociación EMDR España. Actualmente, está ampliando el estudio del cerebro humano con las técnicas de neurofeedback desde la asociación para la investigación y desarrollo de neuroterapias.

Hoy hablamos con ella y nos cuenta cómo es su día a día y cómo el EMDR, técnica en la que está especializada, ayuda a sus pacientes.

¿A quiénes están orientados tus servicios como psicóloga?

Mis servicios van orientados a personas con voluntad de trabajar, a través de la psicoterapia, sus problemas. Problemas que pueden ser físicos, emocionales o de relación.

Atiendo a toda la población en cuanto a edad se refiere, pero quienes más acuden a las consultas de profesionales, con la mejor de las disposiciones para el tratamiento, son mujeres de 20 a 40 años. Normalmente las personas tienen varios problemas asociados a diferentes vivencias traumáticas en su vida y trabajando estos traumas, se solucionan los síntomas que les trae a consulta.

Desde que soy clínico EMDR  no trabajo de otra manera porque es la terapia que más alegrías nos ha dado a mis pacientes y a mí. La terapia EMDR consiste en trabajar los traumas que hemos vivido a lo largo de toda nuestra vida, de manera que nuestro cerebro puede reprocesarlos, ahora con éxito, gracias a la técnica EMDR.

Cada paciente requiere su tratamiento…

Las primera toma de contacto con el paciente como tal, depende de lo él necesite. Por ejemplo, si una persona viene muy angustiada haría más bien un protocolo de urgencias, trabajando esa ansiedad lo que haga falta hasta alcanzar un estado de bienestar. Si es una persona que quiere hablar y desahogarse, pues es lo que tendrá y si viene en un estado neutro, con ganas de trabajar, pues hago una entrevista en profundidad donde hacemos un recorrido de su vida, para ir encontrando las vivencias traumáticas de con las que después vamos a trabajar.

Muchas personas aún piensan que ir al psicólogo consiste en ir, hablar y se arreglan los problemas ¿qué tareas o qué acciones constituyen toda la terapia?

Hay algo de verdad en eso que la gente cree, porque hablar es una forma de procesamiento natural: pero es verdad que ahora disponemos que herramientas que nos ayudan a hacerlo más rápidamente. Con EMDR se consiguen resultado, espectaculares, comparables con el trabajo de meses en una terapia tradicional, usando solo la palabra.

El trauma y las emociones  quedan en el cuerpo y por lo tanto tenemos que tenerlo en cuenta  e incorporar elementos de tratamiento con el cuerpo para sanarlo. Con EMDR se trabaja con todo a la vez.

¿Sigue primando el que el psicólogo esté cerca sobre su experiencia? Sobre todo en Madrid que hay muchas distancias, ¿Cómo lo ves?

Me parece que es una forma de seleccionar bastante utilizada, sí. Es una ventaja interesante la distancia cuando no se tienen otros factores en cuenta: si no conozco a nadie, elijo por la distancia.  Pero también es cierto que hay mucha gente que no se anima a ir a cualquiera y necesita la referencia de éxito. Otras veces me viene gente porque buscan un profesional cualificado en una técnica concreta y créeme si te digo que vienen de bastante lejos. 

¿Qué tal tu experiencia con la terapia online?

Yo empecé con la terapia online en el año 2003. En aquella época administraba un foro de mucho éxito de Microsoft, “psicólogos en la red” y he hecho desde entonces terapia online a través de mensajería instantánea utilizando el Messenger y ahora desde Skype. Siempre me han asombrado sus resultados por buenos y he tratado de explicar las razones de ello. Me gusta más por escrito que con cámara web porque no verse tiene varias ventajas. Pero es cierto también que la gente no lo sabe y no están muy dispuestos a ello, así es que usando el modo cámara web es prácticamente igual que en presencial. 

Por qué crees que sigue habiendo tantas reticencias a trasladar la atención en salud al entorno online, en este caso la psicología?

Supongo que la gente trata de protegerse de los engaños y hay varios fantasmas acerca de internet.  Además hay gente todavía reacia a pagar a través de internet.

Qué pautas le darías a una persona que tiene algún tipo de problema pero no sabe si acudir a un psicólogo le puede ayudar?

Que pregunte. Si algo nos ofrece internet es una amplia gama de posibilidades de buscar respuestas. Y si a mí alguien por teléfono me pregunta, estoy encantada de responderlo. De hecho, la gente lo hace. Y en los casos necesarios, no tengo inconveniente en darle una cita gratuita para eso. 

¿Y una lectura recomendada, para pacientes?

Pues dependiendo del interés por los temas, en mi web hay un espacio de descargas de guías, escritas por estupendos profesionales, que abarca un amplio abanico de temas. Y hay un libro que a mí me gusta mucho que se titula “Supera tu pasado” de Francine Shapiro.

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