conocer nuestras emociones siquiaEs sorprendente como las rutinas, el día a día y las responsabilidades nos ocupan todo nuestro tiempo, impidiendo prestar atención a la base que nos hace funcionar.

Estamos de acuerdo en que somos animales, pero la diferencia entre unos y otros es la capacidad para conocer, reconocer y controlar nuestras propias emociones.  Se puede observar como una gran cantidad de personas prestan atención a esas rutinas sin pararse a analizar las emociones, que realmente son la gasolina que nos empuja a enfrentarnos al estrés diario.

La importancia de conocer y reconocer las propias emociones influye de manera directa en los comportamientos que tenemos, en muchos casos, pura impulsividad.

La alegría, el miedo, la ira, el asco y la tristeza se consideran emociones primarias. Significa que cuando sentimos estas emociones, nuestro cuerpo reacciona fisiológicamente y tiene como resultado una expresión corporal y física.

Por otro lado, las emociones como la sorpresa, o el amor, por ejemplo son las que se producen cuando hemos asociado una emoción básica con un determinado estímulo ambiental. Es decir, cuando le hemos dado un sentido emocional, una interpretación.

El objetivo de reconocer estas emociones recae en la necesidad de controlar las mismas. Si nos dejamos llevar por el impulso biológico, lo normal es que muchas situaciones sociales se nos compliquen. Imagínate que en el trabajo o en la cola del médico te pusieras a gritar o llorar sin control alguno, seguramente en el trabajo buscaran a otra persona para cubrir tu puesto y en el médico pensarían que tienes una grave enfermedad.

El objetivo de reconocer estas emociones recae en la necesidad de controlar las mismas

No podemos olvidar el verdadero significado de nuestras emociones, que no es otro que adaptarnos al medio. Sin la ira de nuestros antepasados sería imposible que comieran y que estuviéramos nosotros aquí. Sin el miedo, no huiríamos de algo que consideramos peligroso, sin el asco no podríamos defendernos de algún alimento en mal estado. Por tanto, es importante analizar cada una de nuestras emociones y darnos cuenta la importancia que tienen en nuestro día a día.

Además, el conocer las emociones nos aporta, además de un control, un autoconocimiento personal. Siempre se pueden aprender cosas nuevas, el aprendizaje de las emociones nos ayudará a conocer las herramientas y recursos que tenemos en nosotros. Cuanto más autoconocimiento tengamos, mejor nos encontraremos con nosotros mismos y por ende con los demás. Reflejar un  bienestar personal influye en el comportamiento que los demás tienen con nosotros y sobretodo, estaremos mucho más agusto con cómo nos comportamos.

Cuanto más conozcamos nuestras emociones, mejor nos sentiremos con nosotros mismos

Al fin y al cabo, si controlamos seremos capaces de adaptarnos a cualquier circunstancia y no solo salir ilesos, sino que también aprenderemos nuevas capacidades.

Os invito a que reflexionéis sobre cómo os sentís en cada momento y a reconocer cada una de las emociones, os daréis cuenta de una gran mejora en vosotros mismos.