La intensidad de las emociones que uno siente durante una discusión es grande pero el control de las mismas te permitirá salir airoso de la situación. Y es que debes ser consciente que no perder los papeles cuando te enfrentas a alguien es signo de una percepción positiva de sí mismo puesto que las personas con una autoestima baja tienden a gestionar peor la exposición a momentos en los que la carga emocional es alta.
Consejos para no perder la calma durante una discusión

Si cuando entras en una discusión te descontrolas con facilidad probablemente sea porque te estás tomando los argumentos del interlocutor o directamente habéis trascendido al nivel de lo personal por un ataque demasiado directo o sincero, algo evitable.
Para empezar a controlar tus impulsos durante una discusión debes analizar cómo te comportas cuando te tienes que encarar con alguien. Todas tus posturas, argumentos e incluso la forma de hilarlos delatan cómo lo llevas. Además, debes aprender a dar la razón si te demuestran que no la llevas y a ceder si la conversación no lleva a ningún lado.
Conoce tus puntos débiles y tus puntos fuertes

Cuando te analizas internamente descubres muchas cosas sobre ti mismo y sobre tu personalidad, de lo que se puede sacar una clara ventaja a la hora de discutir y es que cualquier ataque personal te dará igual mientras te reafirmes en que lo que te dicen no es verdad.
No perder la calma en una discusión es signo de autoconocimiento y una buena autoestima
Por ejemplo: tu jefe te llama vago porque no le has entregado a tiempo unos informes, sin embargo, eres consciente de la cantidad de horas que les has dedicado y aún así eran inabarcables. En este caso, el que se equivoca es él.
Ignora conflictos pasados
Cuando discutes con una persona asiduamente y sobre todo si no sales bien parado, acumulas rabia por dentro y cuando vuelves a enfrentarte con ella a la mínima de cambio, remueves el pasado. Lo único que consigues con ello es frustrarte, así que evítalo.
Sé consciente de tus sentimientos negativos y rebájalos
El mix de emociones negativas (ira, despecho, miedo, etc.) puede ser una mezcla explosiva que te desestabiliza en cualquier situación, pero sobre todo en una discusión.
En este caso ve más allá de autoanalizarte y bloquea los argumentos personales que te están lanzando. Si intentas verlo desde un punto de vista despersonalizado, te costará menos encontrar la solución y tus argumentos tendrán menos carga emocional. Si ves que no te funciona, corta la discusión y respira hondo, así tendrás tiempo de analizar la situación y resolver el conflicto de otra forma.

Prueba una sesión gratis de terapia por videollamada
Resuelve tus inseguridades con la ayuda profesional de un psicólogo y recuperar el control de tus emociones.
Pedir citaEvita la escalada del conflicto con lenguaje no verbal
Una discusión se vuelve más agresiva a medida que los interlocutores intercambian sus respectivos argumentos y estos se sobreponen y el tono de voz se eleva con cada intervención. Si te pasa, modula tu voz y respeta el turno de palabra. Utiliza frases como “entiendo por qué lo dices, pero…”.
Además, tu postura es clave cuando te enfrentas a alguien verbalmente. Ni los brazos cruzados, ni el dedo acusador van a ayudarte a quedar por encima en una discusión y mucho menos la invasión del espacio personal de la otra persona. Con ese tipo de gestos se te percibe como agresivo y es más fácil que tu interlocutor se sienta atacado.
El trabajo personal en terapia ayuda a saber cómo afrontar una discusión sin caer en la ira
Si sabes que volverá a ocurrir…
Si discutes asiduamente con una persona o presientes que puede haber un conflicto, analiza la situación en frío y busca argumentos en tu favor que no trasciendan a lo personal. Incluso puedes apostar por dialogar con la otra persona de forma más frecuente para evitar ese tipo de situaciones.
Cómo te ayuda la terapia con un psicólogo a controlar tus emociones y gestionar la ira
No obstante, existen etapas en las que las parejas o las relaciones en el trabajo o con terceros se complican y resulta complejo saber cómo poner punto y aparte para retomar las buenas composturas.
Si tu objetivo es arreglarlo y quieres poner fin al espiral de discusiones y no perder la calma, un psicólogo online del equipo de Siquia te puede ayudar. ¿Cómo?
- Trabajando la asertividad
- Ordenando los pensamientos
- Racionalizando la situación
- Aprendiendo a ver la situación desde varios puntos de vista: no solo existe el nuestro
- Empatizando con la otra parte para entender el por qué de su comportamiento
- Adquiriendo técnicas de reducción de la ira
- Gestionando la frustración
- Recuperar el punto de vista positivo y las cosas buenas que hicieron que la pareja comenzase
- Respirando profundo, no por arte de magia, sino conociendo distintos tipos de respiración de relajación que se usan en terapia para controlar la ansiedad y el estrés
Prueba una sesión gratis y un psicólogo te diseña un tratamiento personalizado para tu caso.
Prueba una sesión gratis
