No es exagerado decir que la pandemia de Covid-19 ha cambiado el mundo. El coronavirus ha afectado a millones de personas de una punta a otra del planeta, dejando más de 100 millones de infectados y causando más de dos millones de muertes en apenas un año. Las personas con factores de riesgo y los mayores son los más vulnerables al virus. Sin embargo, al mirar más allá de los estragos en la salud física, encontramos que el coronavirus ha dejado una huella invisible en los más jóvenes, que han visto su salud mental comprometida por la pandemia.
Por qué el Covid-19 ha afectado más a la salud mental de los más jóvenes

El aislamiento, la falta de ocio, la desgana, la escasez de vida social y los nuevos modelos de enseñanza han afectado especialmente a los menores de 39 años, según un estudio realizado por la Cátedra extraordinaria UCM-Grupo 5 Contra el Estigma. En su lucha «contra el estigma social que afecta a las personas con enfermedad mental, discapacidad, vulnerabilidad o exclusión social extrema», los investigadores que forman parte de la cátedra analizaron el impacto del confinamiento domiciliario sobre la salud mental.
Los resultados, producto de una encuesta realizada entre el 21 y el 29 de marzo a más de 3.400 personas, revelaron que la situación provocada por la Covid-19 afectó gravemente al estado de ánimo de un 60% de los estrevistados, que declararon haberse sentido poco interés por hacer cosas, además de decaídos, deprimidos o sin esperanzas. Además, el 70% se habían sentido nerviosos y angustiados durante varios días, un 55% se vio incapaz de controlar la preocupación y un 30% sufrió ataques de pánico.
La soledad provocada por el confinamiento domiciliario afectó a un 45% de los encuestados, de entre los cuales un 11% sintió a menudo que le sentía compañía. También los hubo que se sintieron aislados (el 37%) o excluidos (el 25%).
Por qué afecta el covid a la salud mental de los jóvenes
La investigación concluyó que había una serie de factores que estaban sirviendo de protección para la salud mental: tener más de 60 años, tener pareja, tener trabajo o, en su defecto, estar jubilado, tener estudios superiores, tener una buena economía, tener hijos a su cargo, teletrabajar y recibir información fiable sobre la pandemia.
- Por las dificultades para encontrar trabajo
No es de extrañar que los jóvenes hayan visto afectada su salud mental durante la pandemia, teniendo en cuenta su situación socioeconómica: entre 2016 y 2017 un 37,6% de los jóvenes estaban en riesgo de exclusión social, de los cuales un 9,5% se encontraban en una situación de pobreza severa. Por otro lado, los datos publicados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos en 2021 apuntan a que el desempleo en los jóvenes de entre 15 y 24 años alcanzaba ya el 41%.
Es por ello que los resultados del estudio muestran que son los más afectados por problemas como la ansiedad, la depresión y los síntomas somáticos, un trastorno caracterizado por el padecimiento de angustia y ansiedad provocadas por síntomas físicos como el dolor.
- Porque viven solos
También son los que más soledad sintieron durante el confinamiento y, en contraste, los que menos se cuidaron a nivel emocional. Los mayores de 60 años, en el otro extremo, mostraron un mayor bienestar, así como un mayor auto-cuidado emocional.
- Porque les han señalado como los culpables de los contagios
Tras la relajación de las restricciones, los jóvenes se han visto señalados en múltiples ocasiones como los causantes del aumento de los contagios. Esta situación, reflejada en titulares informativos y hasta en las campañas de concienciación de los ayuntamientos, puede provocar una gran culpabilidad y puede llevar a los más jóvenes al aislamiento, pensando que nadie les comprende.

Efectos del covid en niños y adolescentes
Es en las etapas más tempranas de la persona, cuando la personalidad comienza a formarse, cuando más influencia tiene el entorno. La situación actual, llena de limitaciones y tan susceptible a cambios, puede afectar gravemente a los más jóvenes que, pese a no ser los más afectados por el virus, sí han sufrido sus efectos psicológicos.
La salud mental de niños y adolescentes se ha visto dañada por preocupaciones de una magnitud impropia para su edad, así como por el miedo a un futuro incierto y los cambios en la educación.
Debido a la pandemia, millones de niños en todo el mundo se han visto privados de la educación y el cuidado que antes encontraban en guarderías y colegios. Además, en países como España, donde durante el confinamiento se puso en marcha la educación online, los más pequeños se han visto privados de la posibilidad de socializar, una de las partes fundamentales para su correcto desarrollo como personas.
También a causa del confinamiento y la escasa vida social, miles de mujeres y niños se han visto encerrados en una espiral de violencia doméstica que ha aumentado el número de llamadas a teléfonos de ayuda.
Si crees que tu hijo puede estar teniendo problemas a causa de la situación provocada por la pandemia del coronavirus, en Siquia disponemos de un psicólogo infantil completamente online.

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Pedir cita¿Qué efectos tiene la enseñanza online en los más jóvenes?
Entre los mese de marzo y junio de 2020 el confinamiento domiciliario obligó a miles de colegios, institutos y universidades a cerrar sus puertas y a poner en marcha una educación online para la que ni profesores ni alumnos estaban preparados.
Actualmente, las aulas de los colegios y los institutos han retomado la enseñanza presencial, interrumpida solo si se dan casos de coronavirus en el aula, mientras que las universidades se han adaptado o bien a un modelo semipresencial que alterna clases online con clases preseciales, o bien a un modelo online en lugares con una alta incidencia de contagios.
La inestabilidad es uno de los mayores inconvenientes a la hora de educar correctamente, puesto que provoca incertidumbre en los más jóvenes, así como dificultades para distinguir los objetivos a los que deben llegar.
Aunque las clases online presentan ciertas ventajas, como la seguridad ante el coronavirus y una mayor flexibilidad, puesto que la pandemia ha permitido romper con los modos de educación tradicional, que hacía ya unos cuantos años que se venían considerando anticuados.
Sin embargo, también presenta numerosas dificultades que pueden afectar profundamente a niños, adolescentes y jóvenes:
- Les impide socializar con otros niños
En primer lugar, dificulta la socialización. El ser humano es un ser social por naturaleza que necesita el contacto con los otros para lograr el bienestar. Para los niños, la educación online supone acabar con las horas de juego, indispensable en su relación con el mundo exterior y en la construcción de su personalidad. A los adolescentes los aleja de los grupos de los que se sienten parte, lo que supone un obstáculo para la formación de su identidad.
- Les rodea de distracciones
En segundo lugar, la educación en casa favorece la aparición de distracciones. Asistir a clase online desde su cuarto, rodeados de entretenimientos, con el móvil cerca o, en su defecto, con un ordenador con conexión a internet que les permite ver las clases, supone una fuente interminable de distracciones.
Esto se agrava ante la ausencia de una figura de autoridad como la del profesor, que en las aulas no solo enseña, sino que vigila, tardea que queda dificultada por la enseñanza online. A la larga, esto puede entrañar dificultades para la correcta asimilación de los conceptos y, en los más pequeños, puede impedirles desarrollar un hábito de estudio que necesitarán durante toda la etapa educativa.
- Convierte su cuarto en una clase
Por otro lado, la identificación de un espacio que originalmente estaba destinado a la relajación con el lugar de trabajo, puede impedirles desconectar de la enseñanza, provocando agobio e incluso problemas de ansiedad.
- Dificulta la participación en clase
Además, este nuevo modelo que, en lugar de concentrar a los alumnos, los dispersa, puede suponer un problema para la correcta participación en clase. El hecho de desenvolverse en un nuevo entorno puede afectar a la comodidad de los alumnos, que pueden encontrar problemas para interrumpir al profesor, hablar delante de la clase a sabiendas de que todos los ojos están puestos en él e incluso para comunicarse con los docentes en un medio más personal, como puede ser el correo electrónico.

Cómo mantener una buena salud mental
Para hacer frente a la otra pandemia provocada por el virus, aquella que ya ha afectado a la salud mental de miles de personas por culpa de la incertidumbre, el miedo y el dolor, la Organización Mundial de la Salud publicó una serie de consideraciones en referencia al cuidado de la salud mental.
Si la avalancha de información sobre el Covid-19 te provoca malestar o miedo, no tengas miedo de reducir el flujo de noticias que recibes. Para ello, selecciona las fuentes fiables, aquellas que te proporcionan información contrastada, y consúltalas un par de veces al día para estar al tanto de las restricciones destinadas a proteger tu salud y la de los demás.
Además, puedes buscar noticias con un enfoque positivo, como por ejemplo aquellas que hablan de los numerosos avances científicos que están teniendo lugar recientemente, o aquellas protagonizadas por personas que han superado el virus.
- Practica la empatía, no caigas en estereotipos que puedan culpabilizar a un determinado grupo social y ayuda a los que te rodean.
- Brinda apoyo a tu familia, a tus amigos y a todas aquellas personas que puedan necesitar un desahogo.
- Practica la comunicación: escucha a los otros, pero acuérdate de expresas tus sentimientos también.
- Si vives solo, trata de no aislarte en la medida de lo posible, manteniendo el contacto a través de líneas de mensajería instantánea y redes sociales, y manteniendo tus rutinas dentro de lo que sea posible, siempre priorizando la seguridad y siguiendo las recomendaciones sociosanitarias de las autoridades.
- Mantener un estilo de vida saludable es fundamental para conseguir una buena salud mental: hacer ejercicio, descansar y comer sano son pequeños hábitos que influirán enormemente en tu bienestar.
Si lo que te preocupa es el bienestar de tus hijos, puedes ayudarles animándoles a que expresen sus sentimientos, tantos los positivos como los negativos. El juego o la pintura pueden ser maneras seguras de comunicar aquello que les preocupa. También es especialmente importante que los niños no vean drásticamente modificadas sus rutinas a causa de la pandemia, por lo que es importantísimo que continúes brindándoles oportunidades para jugar y socializar, siempre que las normas lo permitan.
No es recomendable mentirles, aunque tu intención sea mantenter su tranquilidad. Tus hijos saben que estamos inmersos en una situación extraordinaria, por lo que es importante explicar claramente lo que ocurre, lo que se puede hacer y lo que no se puede hacer. Esto les permitirá expresar sus temores abiertamente y encontrar un alivio a la incertidumbre y la preocupación.
Por último, si has sufrido la muerte de un familiar por coronavirus recientemente, recuerda no compararte con los demás, puesto que cada persona experimenta las emociones de manera diferente, y aceptar lo que sientes. Aunque a veces expresar tus emociones puede resultar complicado, ten en cuenta que comunicarte con los que te rodean será beneficioso para ti y también para ellos.
En esta situación, la imposibilidad de despedirse de los seres queridos antes de su muerte puede resultar especialmente dolorosa. Aunque ya no puedas despedirte de manera directa, puedes aliviar tu dolor recordando los buenos momentos con esa persona, recordando anécdotas con tus familiares y compartiendo tus emociones con ellos.
Si necesitas ayuda profesional para afrontar las consecuencias de la pandemia del coronavirus, o para superar la muerte de un ser querido, Siquia dispone de un equipo de psicólogos online capaces de brindarte ayuda profesional cuando y donde lo necesites.
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