Desde que somos pequeños empezamos a incluir y excluir opciones en nuestras decisiones, condicionadas por nuestros padres o figuras representativas de nuestras vidas.
Estas elecciones constituyen nuestro plan o guion de vida, el cual se va regulando por las experiencias positivas y negativas y por la forma en que estas nos hacen sentir, aprendizajes, miedos, etcétera.
Este guion contiene lo más significativo de lo que va acontecer en nuestra vida. Se basa en mandatos y atribuciones.
- Los mandatos, son la negación de los deseos y prohibiciones.
- Las atribuciones, son las etiquetas que nos ponen, las expectativas que creemos, debemos cumplir.
El problema puede aparecer si ese guion de vida incluye demasiadas restricciones y expectativas a cumplir. Si no nos permite darnos cuenta de nuestros verdaderos deseos o necesidades, o si podemos darnos cuenta de ellos pero no podemos permitirnos luchar por ello. Si nos hace cumplir un papel con el que no nos identificamos. En definitiva, si nos dificulta la búsqueda de nosotros mismos y lograr lo que deseamos.
Sin embargo, realmente podríamos lograr una verdadera libertad si asumimos el reto de escribir y sobre todo, vivir nuestro propio guión. Como personas con capacidad de decidir y poder para crear y construir nuestra realidad.
Empodérate. Analiza tus deseos, creencias, elecciones y vocaciones. ¡Revisa tu guion!