técnicas para mejorar tu creatividadHay personas que parecen tener el don de la creatividad. Son capaces de resolver cualquier tipo de situación o reto con ideas nuevas y conceptos originales.

Las personas creativas tienen la capacidad de mezclar en su cabeza ideas y conceptos aprendidos, de una forma nueva, creando nuevas ideas y nuevas formas de ver las situaciones.

Los niños son pequeñas máquinas creativas. Todo es nuevo para ellos y su capacidad de asimilación y de imaginación son infinitas. Si a ello le sumamos el hecho de que todavía no han aprendido a censurar algunas de sus ideas porque «no son convenientes» o simplemente porque «no se hace así», tenemos una pequeña indicación de cómo funciona la creatividad.

¿Se puede aprender a ser creativo? Sí. De hecho, podríamos decir que se puede recuperar la creatividad que hemos ido perdiendo a lo largo de los años.

Aquí te presentamos cuatro técnicas prácticas para conseguir volver a sacar al niño que llevas dentro.

Brain Storm

La tormenta cerebral. Tal y como su nombre indica, la técnica se trata de dejar que tu cerebro haga llover ideas sobre ti. De forma desestructurada, sin censura, tal y como cae la lluvia, sin orden.

Coge un papel en blanco y algo para escribir, o una grabadora si prefieres hacerlo más dinámico. Escoge un tema sobre el que quieres ser creativo, por ejemplo, nuevos platos de cocina. Ahora se trata de que vayas dejando salir ideas de tu cabeza sin censurarlas. ¿Sardinas con chocolate? Fantástico. ¿Huevos con merluza y miel? No tiene mala pinta. ¿Mascarpone con helado de romero a la vinagreta de tomate? ¡Por qué no!

Apunta o graba todo lo que se te va ocurriendo. No lo juzgues, simplemente anótalo. Cuando ya no tengas más ideas, olvídate de las notas que has tomado y vuelve sobre ellas al cabo de un rato. Entonces estarás listo para evaluar la posibilidad de llevar a cabo tus ideas o no.

La Creatividad del Sueño

Estás a punto de dormirte y, de repente, te asalta esa idea maravillosa. Ves claramente cómo hacerlo y te preguntas a tí mismo cómo no se te había ocurrido antes. Pero te da pereza levantarte y piensas «mañana lo escribo en un papel». Y te duermes pensando que, por la mañana lo recordarás.

¿Te ha pasado alguna vez? ¿Lo has recordado a la mañana siguiente? Lo más probable es que no. O al menos no con tanta lucidez como lo veías por la noche. ¿Verdad?

De eso va esta técnica. Cuando estamos a punto de dormir nuestras áreas cerebrales encargadas de la consciencia y el control se van «apagando» poco a poco. Es en ese momento cuando el inconsciente, nuestro cerebro más niño, puede dar rienda suelta a su creatividad.

Es por ello por lo que se recomienda tener siempre al lado de la cama una libreta con un bolígrafo o, mejor aún, una grabadora. Cuando se te ocurra la idea, sólo tendrás que estirar el brazo, grabarla o escribirla y mañana podrás analizarla tranquilamente, valorando sus pros y sus contras.

Búscate una musa

(Esta es una versión de una técnica del libro Thinkertoys de Michael Michalko).

Son muchos los personajes históricos que han dejado grandes citas para la posteridad. Cuando te enfrentes a un problema o quieras potenciar tu creatividad en algún tema concreto haz el siguiente ejercicio:

  1. Piensa en dos personajes históricos o famosos que te atraigan. Los primeros que te vengan a la mente.
  2. Entra en Internet y busca citas importantes de ambos.
  3. Anota las citas importantes en un papel.
  4. Siéntate cómodamente y relee las citas. ¿Qué te sugieren?
  5. Apunta todo lo que te sugieran, tenga que ver o no con el problema al que te enfrentes.
  6. Déjate un tiempo de descanso y relee tus ideas. Seguro que han surgido algunas interesantes.

Dibujo libre

Dicen que el dibujo de un niño es la expresión de su subconsciente. Es por ello por lo que muchos expertos en psicología infantil utilizan el dibujo del niño como base para iniciar la intervención.

¿Y si dejamos que nuestro niño interior dibuje?

Escoge tres objetos que tengas cerca. Tres objetos simples. Redúcelos a líneas simples en un dibujo (por ejemplo, una botella podría ser un cilindro, un rollo de papel de WC una espiral, un lápiz un rectángulo alargado…).

Con las tres figuras que tienes sobre el papel deberás crear un nuevo dibujo que las contenga. Intenta dejar la mente en blanco y haz que tus manos dibujen solas. No censures, no te preocupes si no tiene la calidad de un pintor, no buscamos eso.

Cuando tengas la hoja llena de garabatos, coge una nueva y sigue. Hasta que no te queden más ideas en la cabeza o hasta que se te canse el brazo, lo que suceda antes.

Deja reposar los dibujos y vuelve sobre ellos al cabo de un rato o al día siguiente.

¿Una variante divertida de esta técnica? Si tienes niños en casa pídeles que jueguen contigo. Que dibujen todo lo que les sugieran las tres formas que tu has dibujado. Verás como salen un montón de ideas geniales y, además, pasáis un rato divertido.