La salud emocional de los trabajadores debería ser una inversión prioritaria de las empresas, el estado psicológico de los empleados repercute directamente en su productividad, en su rendimiento y por tanto, en su trabajo.
Cuidar la salud emocional de los trabajadores es una inversión, no un gasto

Poner en marcha una estrategia dedicada al bienestar emocional de los trabajadores tiene grandes beneficios para la empresa, pues sin salud mental no hay productividad. Es una inversión rentable y eficaz a largo plazo, tanto para el trabajador como para la empresa.
Invertir en salud emocional
No encontrarse bien emocionalmente tiene consecuencias psicológicas pero también físicas. Puede provocar fatiga, dificultades para dormir, problemas de conducta como no saber gestionar la ira y dificultades para relacionarse con los demás, esto puede repercutir en el rendimiento de los demás trabajadores, porque se genera un mal ambiente laboral.
Las consecuencias psicológicas de la pandemia son una realidad y cada vez son más las personas que sufren ansiedad, estrés o depresión, esto tiene un impacto directo en su forma de trabajar y en su productividad.

Es importante que las empresas inviertan en la salud emocional de sus trabajadores y pongan a su alcance los servicios necesarios para mejorar su situación.
Pero lamentablemente, la mayoría de compañías sigue sin tener en cuenta la salud emocional y no lo considera algo prioritario, de hecho, los servicios relacionados con la salud emocional son los menos contratados por las empresas.
Cómo hacerlo
Es fundamental que las empresas inviertan en la salud emocional de sus trabajadores, pero ¿Qué medidas pueden poner en marcha?
Invertir en deporte
La empresa puede contratar entrenadores y abrir un gimnasio al alcance de todos los trabajadores.
Practicar deporte tiene beneficios a nivel físico pero también psicológico, mejora la sensación de bienestar emocional y el trabajador siente menos estrés por lo que puede afrontar la jornada laboral psicológicamente más descansado.
Esto puede suponer más rendimiento y un aumento de confianza, tiene consecuencias directas en la productividad del trabajador.
Yoga en la oficina
Se trata de una práctica cada vez mas común en muchos países y poco a poco se está implantando en empresas españolas.
Practicar yoga favorece la relajación y sirve para prevenir el síndrome de burnout o «trabajador quemado» que consiste en un estado de agotamiento prolongado en el tiempo y reducir así las posibilidades de que se produzcan bajas laborales.

Además es un herramienta muy útil para fomentar el teambuilding y ayudar a los empleados a establecer vínculos y mejorar el ambiente laboral.
Otro de los beneficios del yoga y quizá uno de los más conocidos es su eficacia para reducir el estrés, esto puede ser muy útil para la empresa ya que un trabajador relajado y sin estrés es sinónimo de productividad y buen rendimiento.
Mindfulness
Otra de las actividades que pueden introducir las empresas es el mindfulness.
¿Qué beneficios tiene en los trabajadores? Aumenta la capacidad de concentración y permite una mayor claridad en la toma decisiones, además disminuye el estrés laboral.
También tiene beneficios para la empresa, ya que aumenta el compromiso de los trabajadores y su implicación, así como su satisfacción laboral. Además, aumenta el compromiso de los empleados y su creatividad.
Coaching en el trabajo
Su principal objetivo es maximizar el desarrollo profesional y personal de los trabajadores.
Supone una mejora en la capacidad de los trabajadores para trabajar en equipo, aunque también potencia sus habilidades a nivel individual. Además, al igual que el mindfulness incrementa su creatividad.

Formación en salud emocional
Es importante que además de invertir en las actividades ya mencionadas, las empresas proporcionen al trabajador herramientas útiles y eficaces para poder aplicarlas en el ámbito profesional y personal.
Beneficios de invertir en la salud emocional de los trabajadores
Es fundamental que las compañías aumenten la inversión en servicios de salud emocional porque como ya hemos comentado, un trabajador sano está más motivado y por tanto es más eficaz a la hora de desarrollar su trabajo.
Además, invertir en salud emocional reduce el absentismo e incrementa valores muy importantes como la productividad o el liderazgo.
Invertir en salud emocional puede mejorar el clima laboral, aumentar la actitud positiva y motivar a los trabajadores.
Por lo tanto esta inversión tiene un impacto directo en los trabajadores, en su productividad, su actitud y en definitiva, en su salud.
