La carrera de Demi Lovato comenzó a mediados de la década de los 2000, cuando era tan solo una adolescente. Durante la época dorada de Disney Channel, Demi fue una de sus mayores apuestas: mientras protagonizaba Camp Rock, Sonny entre estrellas la actriz comenzaba también su carrera musical con el disco Don’t Forget. Sin embargo, durante los últimos años parecía que el nombre de Demi Lovato ya no fuese sinónimo de éxito, sino de polémicas.
El testimonio de Demi Lovato: ansiedad, adicciones y abusos sexuales


Tras dos años terribles, que comenzaron con una sobredosis de heroína en el 2018, Demi se ha atrevido a compartir su historia a través de un documental titulado «Bailando con el diablo», donde no solo se abre sobre sus problemas con las drogas, que le han provocado derrames cerebrales, problemas de visión y hasta un ataque al corazón. Demi Lovato confesaba que, la misma noche en la que fue hospitalizada, su camello la violó. No era la primera vez.
No es de extrañar que haya acabado contando en el programa de Jimmy Fallon que la primera vez que vio su documental terminado sufrió un ataque de ansiedad. Esta reacción es muy común entre las personas que sufren estrés postraumático y se produce por el terror de revivir el momento que desencadenó el trauma. No obstante, Demi asegura que no se arrepiente de haber grabado este documental, puesto que se siente orgullosa de haber contado la verdad.
En el videoclip de uso de sus últimos singles, titulado Dancing with the devil, Demi se atrevía a recrear su sobredosis. En la letra hace referencia constantemente sus adicciones con frases como «Es solo un poquito de vino tinto, voy a estar bien» o «es solo una pequeña raya blanca, voy a estar bien».
La lucha de Demi Lovato contra los trastornos
No es la primera vez que Demi Lovato se abre sobre sus trastornos. En 2018 ya lo hizo a través de la música con Sober, una canción con la que confesaba que había recaído en sus adicciones y pedía perdón a todos los que la habían apoyado. «Mamá, lo siento mucho, ya no estoy sobria. Y papá, por favor, perdóname por todas las bebidas que hay tiradas por el suelo. Para los que nunca me han dejado, ya hemos estado aquí antes: lo siento mucho, ya no estoy sobria«, decía en el estribillo de la canción.

Sin embargo, la adicción al alcohol y a las drogas no son el único problema con el que tuvo que lidiar Demi Lovato. Hace años, en su documental Simply complicated, Demi habló sobre sus problemas de bulimia. La presión sufrida en su más tierna juventud, junto con las exigencias de ser una chica Disney, siempre perfecta y dentro de los cánones de belleza, la llevaron a tener una mala relación con su aspecto físico.
Pese a sus problemas, Demi Lovato siempre ha tratado de trasladar a sus seguidores el mensaje de que es posible superar la adicción y los trastornos alimenticios, así como cualquier otro problema psicológico. Con su testimonio no solo pretende estar en paz consigo misma, también crear conciencia de lo importante que es tener una buena salud mental. Ejemplos como el de Demi pueden encender las alarmas en la mente de aquellos seguidores que estén pasando por lo mismo, pero no sean capaces de admitirlo.
Crear una sociedad concienciada con la salud mental es tan importante como cuidar de la salud física de nuestros conciudadanos. Si no se tratan a tiempo, los trastornos de salud mental pueden llegar a cobrarse vidas. El 40,8% de los usuarios de Proyecto Hombre, una organización destinada a ayudar a las personas con adicciones, habían pensado alguna vez en suicidarse.
Si sufres de ansiedad, trastornos de adicción o de la conducta alimenticia, en Siquia contamos con profesionales capaces de ayudarte a superarlos.
