✔️Dependencia emocional ¿necesito ir al psicólogo?: 9 puntos clave

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Una de las tres primeras causas de visita al psicólogo clínico – especialmente entre mujeres con autoestima de baja a muy baja – es la dependencia emocional.

Aunque también hay hombres que lo sufren, simplemente les suele dar más vergüenza acudir a terapia. De hecho, es una problemática muy común y no sólo está relacionada con la dependencia a una pareja sino a un familiar, amigo, compañero y otras personas del entorno.

¿Qué es la dependencia emocional?

Es un trastorno de personalidad que se caracteriza por la creencia del paciente de no valer lo suficiente por lo cual busca su seguridad continuamente en una persona “especial” a la que considera más fuerte y que es fuente de apoyo, consejo y guía así como en otros factores externos, sin confiar en su criterio interno ni sus propios recursos.

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Causas por las que se inicia la dependencia

  • Chantaje emocional durante la infancia: al dependiente emocional se le enseña, desde niño, que se le ama mientras cumpla con las expectativas que los padres o personas significativas tengan sobre él. Cualquier intento de demostrar su individualidad es castigado de manera que sus alas se cortan y el dependiente aprende rápidamente que es mejor no crear conflicto ni molestar, si quiere recibir afecto.
  • Manipulación y sentimientos de culpabilidad: mediante la culpa se manipula al niño para que tenga la actitud deseada. Es frecuente escuchar a madres que se lamentan de múltiples dolores que achacan al “disgusto” que le ha proporcionado su hijo.
  • Fallos en la construcción de la autoestima: la autoestima del niño se construye como un espejo de la confianza que sus padres le otorguen. Así, si el menor comete errores –como es lógico- en esta época, y recibe mensajes contradictorios de sus padres porque entre ellos hay discrepancia educativa, no podrá interiorizar sus verdaderas cualidades y, por tanto, siempre necesitará a otra persona a su lado para sentirse seguro.

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Trastornos asociados a la dependencia a otra persona

A causa de la dependencia emocional se generan muchos trastornos que producen mucho sufrimiento en aquellas personas que los padecen. Es aconsejable que dichas personas realicen tratamiento terapéutico.

Entre los trastornos más frecuentes producidos a causa de la dependencia emocional, se hallan:

  • Baja autoestima
  • Miedo al abandono, a la soledad, a ser uno mismo, a la libertad
  • Sexualidad insegura y reprimida
  • Sumisión en sus relaciones
  • Aceptación del abuso y maltrato  como “normal”
  • Adicción a las parejas
  • Dificultad para tomar decisiones
  • Angustia
  • Depresión
  • Ira
  • Culpa excesiva
  • Necesidad excesiva de aprobación
  • Incapacidad de tomar las riendas de su vida
  • Negación de la realidad
  • Bulimia
  • Complejos
  • Sentimiento de insatisfacción permanente

Dependencia emocional y relaciones tóxicas

La dependencia emocional crea un tipo de relación tóxica, muchas veces no sólo debido al dependiente sino también a la persona que elige a un dependiente como pareja y que lo necesita para llenar un vacío. Esto puede crear una relación muy destructiva en que ambos están enganchados – el uno al otro – aún sabiendo que así se van a destruir.

Sin embargo, las relaciones más destructivas son las formadas por dos dependientes emocionales, especialmente uno con personalidad narcisista – incapaz de dar amor porque quizás, de pequeño, sufrió una decepción que le marcó y, a partir de la cual pensó que no era seguro depositar todo su amor en una sola persona- más un dependiente sumiso quien, de niño, recibió manifestaciones excesivas de amor alternadas con enormes peleas, lo que le hizo concluir que siempre debía comportarse cómo se esperaba de él, en lugar de cómo era él. Por tanto, ambos buscan amor pero ninguno se quiere a sí mismo para empezar, por lo cual es una relación evasiva/ansiosa.

El dependiente dominante manipula al sumiso y lo hace sentirse culpable. No respeta las normas de la relación sino que impone las suyas propias aunque él no las va a seguir, lo cual creará confusión en la pareja.

El ambiente así creado hace que se sienta legitimado para evadirse de la relación a través de distintas vías de escape que le puedan producir placer (otras relaciones, alcohol, drogas…)  a pesar de que negará que ello sea cierto puesto que nunca asume la responsabilidad de sus actos y, suponiendo que sea confrontado a los mismos, lo usará para culpabilizar, de nuevo, a su pareja quien es dependiente sumisa, por lo cual se sentirá culpable por inducción pero sin comprender por qué se siente así.

A pesar de ello, será capaz de justificar las acciones de su parejas de la misma manera que ocurre en el Síndrome de Estocolmo.

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Si en lugar de un narcisista dominante nos halláramos ante una persona con una afectividad segura, éste no permitiría ni que su pareja se sometería ni alimentaría su dependencia. Si en lugar de un dependiente sumiso nos hallamos ante una persona con afectividad segura, ante el menor síntoma de desprecio o maltrato, desaparecería de la relación.

No obstante, una persona dependiente no se verá nunca atraída por personas de afectividad segura porque las considera aburridas y ya que cree que el amor, si es verdadero, tiene que doler puesto que uno se tiene que ganar la relación “a pulso”. De la misma manera, un narcisista dominante no suele sentirse atraído por mujeres  asertivas porque las considera poco femeninas. Sólo se atraen entre sí el dependiente sumiso y el  narcisista dominante pero, ambos, tienen un gran problema; no  se aman a sí mismos.

Una persona dependiente no se verá nunca atraída por personas de afectividad segura porque las considera aburridas

Sintomatología de la dependencia

  • Necesidad constante de estar con la persona objeto de la dependencia
  • Intolerancia a la soledad
  • Historial de relaciones de parejas que han acabado interrumpidas
  • De baja a muy baja autoestima
  • Necesidad constante de aprobación y afecto por parte de otros, especialmente de la pareja
  • Dificultad para decir “no” con tal de complacer al otro
  • La relación está por encima de la familia, los amigos, los intereses…e, incluso, de sí mismo
    • Deseo constante de estar en contacto con su pareja por cualquier medio ( teléfono, what’s app, mail…)  lo cual provoca que, si la relación acaba, el dependiente sienta ansiedad, desesperación, ganas de llorar y no deja de hablar del tema.Para que desaparezca esta sintomatología tienen que ocurrir dos cosas:  la expareja se pone en contacto y le da esperanzas de poder renaudar la relación o aparece una nueva persona, con un perfil similar.

¿Cómo se puede superar la dependencia emocional? 

Reconoce que tienes un problema: vistos ya diversos factores que nos pueden llevar a ser dependientes, ahora sólo nos queda analizar  si nos reconocemos en algunas actitudes. Si es así, no hay duda: eres dependiente. Y cuanto antes lo asumas, mejor. Piensa que el primer paso para una recuperación es aceptar que se es adicto emocional.

Y se puede ser dependiente en muy diversas relaciones interpersonales, también con compañeros de trabajo, amigos, familiares y otras personas del entorno.

Las personas con una excesiva dependencia se caracterizan porque:

  • Sólo son felices cuando están con la persona a la que aman o aprecian.
  • Estar alegres o tristes depende de cómo le traten los demás o de lo que cree que los demás piensan de ella/él. Por tanto, todo es genial cuando se siente aceptado pero cuando cree que está cayendo mal o que los demás tiene una mala opinión – aunque sea una simple percepción y, además, errónea – cualquier atisbo de felicidad se esfuma.
  • Nunca lleva la contraria, así no hay nunca conflictos, ni miedo a ser rechazado
  • Pone las necesidades de los otros por encima de las propias con lo cual hay una tendencia al abuso por parte de los otros.
  • Si no tiene a quien querer, se siente vacío y melancólico, se deprime y su autoestima decae aún más porque no es capaz de disfrutar de las otras personas y cosas que tiene.
  • Se cree el/la responsable de la felicidad de la pareja, familia, amigos, compañeros…con lo cual, si alguien esta triste o decaído se considera directamente culpable por ello.
  • Tiene miedo a perder a las personas o cosas que tanto ama o aprecia.
  • Suele hacer chantajes emocionales del tipo “sacrificaría mi felicidad para dártela”, “no soportaría que, por mi culpa, te pasará algo”.
  • Necesitas que la otra persona te demuestre que le importas, de la manera tan excesiva que te importa a ti. Si no lo hace, piensas que no te quiere y te enfadas.
  • Quieres controlar la vida de la otra persona para estar seguro/a de que no le perderás. Te obsesionas un poco con la otra persona y dejas de vivir tu vida para asegurarte de que no le dejas dejas de interesar.
  • Puedes llegar a mostrar una tendencia hacia el aislamiento social.
  • Nunca estás contento, siempre quieres más, temes que te deje y no te imaginas la vida sin esa persona, siendo que el sólo pensamiento es generador de ansiedad.

Haz una lista de cosas perjudiciales pero que has hecho por amor, cariño y aprecio: ya has reconocido que tienes un problema y has analizado diversos factores  que, si eliminas, pueden hacer desaparecer la dependencia emocional.

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Ahora, vamos a hacer un listado de cosas que has hecho por esa persona “especial”, sabiendo que eran cosas que te perjudicaban; eso es posible porque ya sabemos que un dependiente prefiere contentar a la otra persona aunque él/ella, lo pasé mal. Pues bien, esta idea, precisamente, es errónea, tu bienestar debes anteponerlo al bienestar de cualquier posible persona “especial” que te encuentres por el camino, si tú no estás bien, nadie estará bien.

En este caso, es importante que te hagas consciente del sufrimiento emocional al que has sido sometido por ser un dependiente emocional y, para ello, debes pensar en todo aquello negativo que te haya aportado esta relación porque, sólo así, tendrás ganas de cambiar.

Refuerza tu autoestima: como hemos dicho muchas veces ya, tienes una autoestima de baja a muy baja. Hay muchas maneras de poder reforzarla que van desde ayuda profesional – empieza una buena psicoterapia – hasta la biblioterapia – aunque, personalmente, lo aconsejo más como un complemento de la propia terapia, junto con la cineterapia, la arteterapia o la  musicoterapia – De todos los recursos que tienes a tu disposición puedes aprender algo nuevo

Aprende de la vida sin pareja: el amor hace la vida bella, siempre y cuando la relación sea sana y eso sólo ocurre cuando uno está bien consigo mismo para poder ofrecer al otro lo mejor de sí, cuando se ama a sí mismo sin necesidad del otro pero sabiendo que el otro hace su vida mejor.

Entiende la diferencia fundamental entre “necesitar” y “desear”. Cuando “necesitas” a alguien, la relación está condenada a no funcionar porque no te amas y no puedes pensar en amar al otro de forma madura. Aprende a disfrutar de tu vida sin pareja con tantas y tantas cosas que hacer, tantas y tantas miradas a tu entorno y a las pequeñas cosas a las que, en este tiempo, ni tan sólo habías reparado en ellas. Ante todo, mímate, cuídate y ámate como te mereces.

En caso de cualquier duda, consulta a un psicólogo que te ayudará a orientar tu vida. En Siquia también contamos con psicólogos online que te ayudan a través de terapia online. Y en nuestra cuenta de Instagram encontrarás consejos que pueden hacerte el proceso más llevadero.

Imagen de Maria Dolors Mas
Sobre Maria Dolors Mas Nº Colegiada 17222 con 15 años de experiencia. Especialista en ansiedad, depresión y toda lo relacionado con salud mental de niños y adolescentes.
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