Cuando necesitas ayuda, nunca recurras a la Autoayuda.
El camino a la felicidad y sus matices
Si pudieses solucionarlo por ti mismo, no estarías en ese punto.
Un artículo de un motivador encontrado en google no va a darte recursos para gestionar tus barreras, para eliminar todo aquello que no te permite estar en el punto en el que te gustaría estar.
La vida no es un mueble de ikea, no hay unas instrucciones que te permitan construir algo que encaje con el de la foto del catálogo del producto que te venden.
La vida es compleja y está llena de emociones y pensamientos de todo tipo.
Un instragram lleno de fotos de vacaciones y lujo no representa la felicidad, de hecho, la felicidad no se fotografía, con un poco de suerte te pillan en una foto siendo feliz, y suele ser sin que sepas que lo están haciendo.
La felicidad se experimenta y a veces ni si quiera de manera consciente.
La felicidad es coherencia con valores propios, no publicitarios, ni sociales.
La felicidad es calma para experimentar sin juicio, es libertad para estar vivo y todo eso tiene muy poco de AUTOayuda. A este punto se llega sin merchandising, con dolor, con crisis existenciales, con pensamiento critico, con experiencia y con profesionales que te acompañen en el proceso.
La mente no se controla y la felicidad no se compra, se experimenta estando en el minuto en el que sucede con los cinco sentidos y eso no se aprende en un libro ni en los likes de las redes sociales.
Para ser feliz, primero debes aprender a experimentar la vida con todos sus matices y en un contexto tan contaminado, leer que serlo es fácil, provocará que compres recetas para ser feliz y te nutras de sentimiento de culpa, decepción y mayor sensación de fracaso personal que antes de buscar en google.
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