El coronavirus me ha quitado las ilusiones por la vida

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Seguro que no estabas preparado para la visita de una pandemia. Ni tú, ni nadie. Es por esto que los sentimientos como la tristeza, la ansiedad, la angustia y el miedo son normales ante la incertidumbre que el supone el COVID-19.

En muchas ocasiones, el cuerpo y la mente humana tienen la capacidad de poner en marcha herramientas de confrontación, por las cuales puedes hacer frente a tus problemas (frustraciones, discusiones de pareja o entre amigos…) y superar la tristeza.

Recuperar la energía e ilusión es posible, pero, ¿qué ocurre cuando tienes las «defensas emocionales» por los suelos y tu vida se llena de acontecimientos desagradables? Es entonces cuando los duelos, traumas, crisis, etcétera se unen a la impredecible pandemia, generando el caos en tu interior. Ya no tienes energía ni ilusión.

Síntomas de que el coronavirus te ha afectado anímicamente

Siempre aparecerán una serie de síntomas que te indicarán que algo no va bien:

  • Tristeza
  • Falta de interés a la hora de realizar cualquier actividad
  • Pensamientos negativos
  • Insomnio o hipersomnia
  • Sensación de cansancio
  • Falta de energía
  • Poca capacidad de concentración
  • Dificultad para pensar
  • Sentimiento de inutilidad
  • Mal humor
  • Sensación de vacío
  • Insatisfacción

Estos síntomas provocan el abandono de objetivos y metas, a la vez que puede afectar a diferentes ámbitos de tu vida (estudios, relaciones personales, trabajo…).

Falta de ilusión

La ilusión es una emoción positiva que combina ganas, deseo por alcanzar una meta y la creencia de que puedes llegar a ella. Es un estado emocional positivo que motiva tus actuaciones y conductas. Es la que te ayuda a perseguir tus objetivos y a reunir fuerzas para conseguir tus objetivos Está influida por aspectos mentales o cognitivos, por ejemplo las expectativas.

Las ilusiones son comunes desde la plena infancia. Se trata de construir proyectos personales y creer en ellos, pero, además, influye en la capacidad de sentirte bien.

La falta de ilusión no es más que falta de motivación, cuyo resultado es la no consecución de tus objetivos. A su vez, deriva en problemas como tristeza, ansiedad o ira. Si todo te empieza a dar igual y ya no encuentras motivos por los que luchar para alcanzar tus metas, avanzar puede convertirse en un verdadero desafío.

En estos casos, acudir a terapia psicológica te puede ayudar a cambiar la perspectiva y alcanzar los logros que te marques.

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La falta de ilusión puede ser de dos tipos:

  1. Transitoria, derivada de decepciones. Por ejemplo, un fracaso, la pérdida de trabajo, una ruptura, la muerte de un ser querido… Son situaciones puntuales en las cuales es normal que la desilusión sea la respuesta ante la pérdida.
  2. Crónica, es decir, que pasa a formar parte de tu carácter. Es una actitud ante las situaciones de la vida que afecta a tu estado emocional generando malestar y apatía.

Soluciones para recuperar la ilusión a pesar de la pandemia

Cuando comienzas a sentir estos síntomas, es el momento de encontrar soluciones como las siguientes para no caer en la apatía y acabar con todos tus sueños:

  • Reflexiona sobre tu vida, analízala y sé sincero contigo mismo. ¿Qué provoca esa falta de ilusión? ¿Haces lo que te gusta? ¿Qué te llenaría más?
  • Ante estas preguntas, solo tienes que acercarte hacia aquello que te gustaría hacer. No hace falta cambiar tu vida de repente, sino de introducir cambios poco a poco. Busca retos y, por tanto, nuevas ilusiones. Márcate metas pequeñas y alcanzables que te ayudará a sentirte motivado y continuar superando retos.
  • Renueva tu ilusión todos los días. Céntrate en cosas que te hagan verdaderamente ilusión, aunque sean pequeñas cosas. Puedes anotar esas ilusiones y elaborar un plan de actuación mediante el cual te acerques a ellas cada día más.
  • No tengas miedo al fracaso. El fracaso forma parte de la vida, no todo pueden ser éxitos. Entiéndelos como parte del camino, de los que aprender para no repetirlos.
  • Valora tu esfuerzo y ten en cuenta tus anteriores logros.
  • Tus ilusiones tienen que ser metas alcanzables, asequibles, pero que igualmente te motiven. Haz una lista de objetivos que puedan devolverte la ilusión.
  • Presta atención a tu autoestima. Quererte no puede depender de si logras tus objetivos (y, por tanto, tus ilusiones) o no.
  • Date permiso para expresar tus sentimientos.
  • Mantén hábitos saludables tanto de sueño como de alimentación.
  • Haz deporte. La generación de dopamina te hará sentir bien y verte con energías renovadas.
  • Evita la rutina. Por ejemplo, plantéate actividades nuevas, que nunca hayas probado. La novedad puede sorprenderte.
  • Los vínculos afectivos y gestos de cariño son muy importantes y debes cuidarlos. Cuando reina la desilusión, es normal que se descuiden las relaciones personales con los demás, pero ten en cuenta que No hay nada mejor que sentir el amor y el apoyo de tus seres queridos para recuperar la ilusión.

No olvides que, si no puedes hacer frente a la desilusión y esta ha empezado a a afectar al desarrollo de tu vida y planes, cuentas con el apoyo de equipo de psicólogas online de Siquia quienes, mediante terapia, podrán ayudarte a descubrir cuál es la raíz del problema y cómo lo podrás superar. Si no tratas la tristeza y todos los sentimientos negativos derivados de la desilusión, recuerda que esas emociones pueden acabar en depresión.

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Imagen de Rebeca Cojo
Sobre Rebeca Cojo Rebeca Cojo es licenciada en Periodismo, con interés en los temas de salud y Psicología.
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