El Método Grinberg: prestando atención a nuestro cuerpo

> > >

Compartir

Método Grinberg
El Centro de Actividades del Método Grinberg, en Barcelona, es el primer y principal centro acreditado en España para la práctica de esta técnica / Fotografía: Centro de Actividades del Método Grinberg

Las nuevas terapias, también denominadas terapias de tercera generación, toman en gran consideración un elemento que hasta entonces la psicología apenas había barajado: el cuerpo. La corriente de la Psicología Humanista es el ejemplo paradigmático y sus distintas disciplinas – la terapia sistémica o el análisis transaccional, entre otras – son el claro ejemplo de que mente y cuerpo son uno.

En este sentido destaca también el Método Grinberg, una técnica que nos guía hacia el conocimiento pleno de nuestro cuerpo y que nos enseña a dirigir nuestra atención total hacia éste, a fin de poder desentrañar nuestros procesos internos psíquicos a través del soma.

Esta terapia corporal, que arranca alrededor de los años 80 y que se ha extendido con gran recepción a través de occidente, tiene como base la mejora de la salud del individuo, ofreciéndole a su vez esa libertad personal que nos permitirá ser capaces de determinar quién somos y cómo somos ante cualquier circunstancia.

Para ello, el Método Grinberg hace uso de técnicas y ejercicios físicos, empleando el tacto, el movimiento y la respiración consciente, a fin de trabajar nuestra capacidad de prestar atención a lo que está sucediendo en nuestro cuerpo.

Aunque no se considera – ni desea considerarse – una técnica médica, una herramienta cercana a la fisioterapia o un mecanismo profesional de ayuda, sus resultados y los beneficios que ofrece se acercan mucho a la curación o ayuda personal.

El Método Grinberg pretende, como consecuencia de su praxis, que el individuo sea capaz de desprenderse de los hábitos, rutinas y prejuicios que perjudican su vida. En este sentido, el método apuesta por llevar al individuo a una nueva aproximación a conceptos que socialmente están estereotipados bajo ideas concretas y generalmente negativas, como pueden ser el miedo, el dolor, la historia personal o el sentido del cuerpo en general, más allá de ser nuestra fachada.

En suma, una serie de conceptos básicos que aparecen en todo tipo de aprendizaje que ofrece el Método Grinberg y que poco se alejan del pensamiento de las psicoterapias más innovadoras de la actualidad. ¿Quién no ha pensado en el mindfulness o el Brainspoting? Siguen también la idea de desarrollar y potenciar la atención plena del cuerpo, y apuestan por la no separación entre el cuerpo y la mente.

Sesiones útiles para distintos casos: para quién es indicado el método Grinberg

El Método Grinberg se orienta a cualquier persona que desee desarrollar esta técnica de forma consciente aún sin saber si tiene o no un problema interno y a aquellos individuos que sin conocer bien los fundamentos del método se aventuran a probarlo porque son conscientes de una realidad: hay un conflicto en su interior. A partir de ahí, el método ofrece dos modelos de procesos individuales que se pondrán en práctica según las circunstancias de cada paciente, pero que en ambos casos consistirán en sesiones de una hora:

  • Proceso de aprendizaje. Enfocado al desarrollo personal, este proceso se centra en lograr un objetivo, una meta, que el paciente trae a la sesión, y que puede ser desde la resolución de un problema físico – como un trastorno digestivo o problemas en la respiración -, el aprendizaje en la gestión emocional o un proyecto en manos que el cliente querría hacer realidad. El Método Grinberg guiará al individuo hacia el aprendizaje a través del cuerpo, ayudándole a reconocer los obstáculos que encuentra en su camino a fin de saber superarlos y desarrollar las capacidades necesarias e idóneas para lleva a cabo el proyecto personal. Se aprende, sobre todo, cómo gestionar el miedo, la experiencia del color y el desprendimiento de las rutinas tóxicas.
  • Proceso de recuperación. Dirigido a tratar condiciones físicas, especialmente indicado para aquellas que sufren un dolor crónico y recurrente o que han padecido un trauma físico. Este proceso se basa en la idea de que “el cuerpo se sana de manera óptima si se le dan las condiciones adecuadas”, apuntan los expertos del Método Grinberg en España. Siguiendo un patrón parecido al anterior proceso, aquí se enseña al cliente a permitir el miedo, sentir el dolor y no evitarlo, tranquilizar la mente y centrar la atención en aquellas partes del cuerpo que lo requieren. Con ello, se potencia la intensidad con la que el cuerpo luchará por sanarse.

Prueba una sesión gratis

Imagen de Siquia
Sobre Siquia Portal de psicológia líder en terapia online desde 2012. Prueba una sesión gratuita de terapia por videoconferencia y resuelve todas tus dudas de manera confidencial con una de nuestras psicólogas colegiadas.
Solicitar cita

Compartir

Comentarios

No hay comentarios | Comentar