Seguramente alguna vez has oído hablar del síndrome de Estocolmo, pero ¿sabes exactamente a lo que hace referencia? Vamos a ver los aspectos clave de este trastorno emocional.
¿Qué es el síndrome de Estocolmo?
El síndrome de Estocolmo es una reacción psicológica que se desarrolla cuando una persona secuestrada o víctima de abuso crea un vínculo con su secuestrador o abusador. La persona desarrolla una relación de complicidad y una fuerte unión afectiva hacia aquella que la retiene en contra de su propia voluntad.
Las personas que sufren este síndrome simpatizan con sus captores. Se producen sentimientos de afecto, admiración, respeto, etc. lo contrario al terror, odio y menosprecio esperado por parte de las víctimas en situaciones como tales. Esta afección se puede desarrollar a lo largo de años, meses, semanas o incluso en cuestión de días.
El síndrome de Estocolmo no está aceptado como diagnóstico oficial de salud mental. En los manuales más importantes de la psiquiatría, como la “Clasificación internacional de enfermedades” y “Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales”, este síndrome no está reconocido.
Psicólogos, psiquiatras y otros profesionales pertenecientes al mundo de la medicina consideran este trastorno emocional como un mecanismo de supervivencia, una estrategia de enfrentamiento o una extraña forma que emplean las víctimas para manejar el trauma que supone una situación de tal magnitud.
Esta paradoja, cuya etiología aún se desconoce, no es muy habitual que suceda, de hecho, en algunos casos resulta extremadamente complicado intentar entenderla.

Síntomas del síndrome de Estocolmo
¿Qué siente una persona que sufre el síndrome de Estocolmo? Los síntomas más relevantes desarrollados son los siguientes:
- Desarrollo de sentimientos favorables y positivos hacia su secuestrador o abusador, llegando a cooperar con él.
- Desarrollo de sentimientos de rechazo, resentimiento y odio hacia los cuerpos de seguridad, autoridades, personas que intentan ayudarla y alejarla del secuestrador. La reacción más frecuente es negarse a colaborar con ellos en contra de su secuestrador.
- Idealización de la figura del captor, llena de semejanzas, causas comunes. La víctima cree que comparten los mismos valores, percibe su humanidad y le defiende.
Prueba una sesión gratis
Descubre cómo la terapia online te ayuda a superar la depresión y adquirir las herramientas necesarias para alcanzar los logros que te propongas.
Pedir cita¿Por qué se desarrolla esta reacción?
Reaccionar de forma comprensiva y desarrollar empatía con el captor se debe principalmente a la malinterpretación de la ausencia de violencia como un acto de humanidad por parte del agresor.
¿Sabías que alrededor del 27% de las víctimas de 4.700 secuestros y asedios recogidos en la base de datos del Federal Bureau of Investigacion (FBI) manifiestan esta actitud?
¿Cómo se trata este síndrome?
Las personas que han sufrido o sufren el síndrome de Estocolmo necesitan terapia psicológica para tratar este trastorno emocional y superar la drástica experiencia que han vivido. La sesión psicológica ayuda a comprender lo que sucedió: los hechos y los motivos que acontecieron.
La atención profesional y acompañamiento a las víctimas es fundamental durante un largo periodo de tiempo para prevenir la aparición de otras enfermedades como la depresión, la ansiedad o el estrés postraumático.
En este proceso de recuperación las víctimas aprenden mecanismos de afrontamiento saludables y herramientas de respuesta para superar la situación.
¿Cuál es el origen de este nombre?
La denominación de síndrome de Estocolmo a este trastorno emocional se remonta a agosto de 1973 cuando Jan-Erik «Janne» Olsson asaltó un banco en la ciudad de Estocolmo, Suecia.
Cuando llegó la policía, el ladrón tomó cuatro rehenes. A pesar del riesgo que corrieron sus vidas y de las amenazas que sufrieron por parte de Olsson, los retenidos defendieron y protegieron a su captor.
Los cuatro rehenes llegaron a asegurar que confiaban plenamente en Jan-Erik, y que él no les asustaba, sino que quien realmente les atemorizaba era la policía.
El psiquiatra asesor de la policía sueca utilizó el nombre de la ciudad para llamar así a la respuesta psicológica que tuvieron los rehenes.
Otro famoso caso del síndrome de Estocolmo
Otro curioso caso de síndrome de Estocolmo fue el protagonizado por Patricia Hearts en febrero de 1974. La nieta del magnate William Randdolph Hearst fue raptada por la organización estadounidense de izquierda llamado Ejército Simbionés de Liberación.
La petición del grupo consistía en la donación por parte de la familia Hearst de un lote de comida valorado en 6 millones de dólares que debía ser entregado a los pobres.
Dos meses después sin noticias del paradero de Patricia, apareció una fotografía robando una sucursal del banco junto al grupo que la secuestró.
El síndrome de Estocolmo en la ficción
Esta reacción psicológica resulta tan curiosa y genera tanto interés que ha traspasado la pantalla. Un buen ejemplo de ello es el personaje de Estocolmo de la serie española La casa de papel.
La serie cuyos protagonistas roban en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, incorpora en su trama la reacción psicológica del síndrome de Estocolmo en el personaje de Mónica Gaztambide. La secretaria secuestrada pasa a formar parte de la banda con el nombre de dicha ciudad.
Tratamiento para el Síndrome de Estocolmo
Son situaciones muy particulares, y cada una debe tratarse de manera inddividualizada, pero el tratamiento del Síndrome de Estocolmo pasa por:
- Reelaborar la situación traumática
- Trabajar nuevos mecanismos de defensa
- Estudiar las posibles secuelas detectadas para profundizar en ellas y superarlas
- Identificar si estamos ante un posible caso de estrés postraumático, para tratarlo con la ayuda de un psicólogo.
Pedir cita