españoles expatriadosHacer la maleta, coger el  pasaporte, viajar, llegar al país de acogida, buscar  vivienda, trabajo, recibir  llamadas, sentir nostalgia, adaptarnos a nuestra nueva vida… Emigrar no es sencillo.

Tras la toma de  decisión de iniciar una nueva etapa de la vida en un país del extranjero vamos a tener que hacer frente a toda una serie de acontecimientos que van a marcar nuestra vida y la de los nuestros.

En ocasiones las implicaciones que lleva  consigo esta decisión, comenzar una vida de cero, adaptarse a nuevas costumbres, a nuevos climas, las barreras en el idioma, pueden desencadenar un nivel alto de estrés en el expatriado pudiendo  llegar a producirse el comúnmente denominado  Síndrome de Ulises también conocido como el síndrome del emigrante con estrés crónico y múltiple.

Como se  presupone, este término hace referencia al legendario Ulises. Homero lo relataba en la Odisea de la siguiente forma: “…y Ulises pasábase los días sentado en las rocas, a la orilla del mar, consumiéndose a fuerza de llanto, suspiros y penas, fijando sus ojos en el mar estéril, llorando incansablemente…” Y luego, en otro pasaje, en aras de protegerse del perseguidor Polifemo le responde a este: “preguntas cíclope cómo me llamo… voy a decírtelo. Mi nombre es nadie y nadie me llaman todos…”

Debemos aclarar que emigrar no siempre trae consigo el desarrollo de este síndrome. Aquellas personas aquejadas de este mal  presentan  una serie de  características peculiares que no se aprecian en todos los emigrantes, éstas son:

Los síntomas del Síndrome de Ulises

  • Tristeza: Es común que se desarrollen sentimiento de fracaso y de indefensión aprendida.
  • Culpa: Se crean un sentimiento de abandono hacia los seres queridos,  se tiene la sensación de que se ha hecho mal a las otras personas. Son comunes pensamientos negativos del tipo: “no debería haberme ido”.
  • Llanto incontrolable: Se da en situaciones límite.
  • Insomnio: Por la noche,cuando no hay estímulos externos que distraigan el pensamiento, afloran los recuerdos y la soledad se hace más palpable.
  • Tensión y nerviosismo: Intentar recuperar el control de nuestras vidas y adaptarnos conlleva un enorme esfuerzo.
  • Preocupaciones excesivas y recurrentes: Una de las características de la expatriación es que debemos decir adiós a muchas cosas a la vez y tomar un gran número de decisiones en poco tiempo siendo una situación difícil de soportar cuando se extiende por largos periodos de tiempo.

Existen algunas recomendaciones que pueden ayudar a superar el Síndrome de Ulises en un periodo más corto de tiempo.

Cómo superar el Síndrome de Ulises

  • Se aconseja hablar con regularidad con los  seres queridos con el fin de evitar que se  fomente el sentimiento de soledad.
  •  Existen técnicas de relajación y respiración  que realizadas a diario contribuyen a que nuestro cuerpo y mente no respondan con tensión ante distintas situaciones.
  •   Realizar ejercicio físico ayuda a  liberar tensión física y mental.
  •  Realizar cuatro comidas al día  y  cada dos horas comer algo liviano ayudará a reponer la  que se gasta en este difícil proceso de adaptación.
  • Mantener pensamientos positivos es  clave para superar este síndrome.
  • Realizar terapia. Recuerda que en Siquia te ayudamos a través de terapia online. Puedes recibir asesoramiento de un psicólogo online a través de una primera sesión gratuita.

No hay que alarmarse, sentir miedo es normal cuando nos enfrentamos  a lo desconocido, al igual que lo es sentir tristeza por lo que hemos dejado atrás, la familia, las costumbres… sobre todo cuando no se tiene claro el momento de retornar y volver a ver a los seres queridos. Estos síntomas llegan a superarse, los miedos tienden a ir venciéndose  a medida que se va conformando de forma satisfactoria una nueva vida, pero si necesitas ayuda ya sabes que puedes contar con nuestras consultas de terapia online para españoles residentes en el extranjero.