Psicólogos onlineEl TDAH es un trastorno invisible ya que, muchas veces, los niños no presentan trastornos aparentes en el lenguaje, la actividad motora o el pensamiento y no es fácil distinguir hasta qué punto un problema de atención es anormal.
Además, los síntomas del TDAH no son consistentes, es decir, pueden aparecer dependiendo del contexto y la situación por lo que, frecuencuentemente, un profesor puede pensar: «¿si antes lo hizo, por qué no lo hace ahora?».

Por ello, aunque la detección primaria es muy importante, a menudo, estos niños corren el riesgo de ser etiquetados como «maleducados» o «poco inteligentes». Los padres deben ser conscientes de que los profesionales adecuados para realizar el diagnóstico correcto son el psicólogo, el psiquiatra, el neurólogo y el psicopedagogo. Y una vez realizado éste, el profesional debería coordinarse con la escuela y los padres para una mejor intervención.

Conocido el diagnóstico, el profesor debe mantener la confidencialidad sobre el mismo respecto al resto del grupo-clase y no hacer comparaciones en que el niño con TDAH se sienta “diferente”, recordemos que la escuela debe ser inclusiva y que todos los alumnos son “diferentes”. Aún así, la comorbilidad del TDAH con dificultades de aprendizaje es elevada.

Algunos consejos para profesores

Los niños con TDAH necesitan unas reglas claras y no cambiantes, un ambiente estructurado para su mejor funcionamiento en el cual el maestro recompense el trabajo bien hecho con una afirmación de elogio, pero castigue un comportamiento inadecuado del mismo modo que con cualquier otro alumno.

El maestro puede establecer estrategias de localización; sentar al alumno en primera fila, lo más alejado posible de puertas y ventanas, y lo más cercano de él/ella, pero sin aislarlo del resto de alumnos y teniendo al lado un compañero tranquilo.

El maestro debería intentar mantener el contacto visual con el niño mientras le da instrucciones claras y cortas,en la medida de lo posible y teniendo en cuenta el funcionamiento del grupo-aula.

Aún así, es indispensable que el niño lleve consigo una agenda donde anote diariamente sus tareas de modo que, antes de finalizar la jornada, el maestro pueda dedicar dos o tres minutos a revisar si el alumno ha anotado correctamente exámenes y deberes lo que facilita que los padres tomen conciencia de las tareas de su hijo.

Actualmente, y gracias a las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, los maestros pueden realizar un seguimiento académico de sus alumnos con TDAH a través de plataformas como Moodle lo cual redunda en que los padres puedan seguir al minuto las tareas más relevantes de su hijo así como su progreso académico.

Estrategias en el aula

Las estrategias para evitar el olvido del material escolar empiezan por la organización en casa por lo que es necesaria, nuevamente, la coordinación con los padres; así, la mochila debe ser ligera, el niño debería tener cuadernos de colores en que, cada uno de estos, tuviera un significado, por ejemplo, rojo para las tareas, azul para estudiar…, las tablas de multiplicar se le deberían poner en tarjetas de colores para que le llamen la atención y relacione cada número con un color ya que suelen tener buena memoria visual.

Las estrategias en los casos de los alumnos que no siguen instrucciones pasan por elevar su umbral de atención lo que se consigue involucrando a los niños en la clase con frases motivadoras “ atención, seguro que lo que vamos a hacer ahora os va a gustar”. Si el niño con TDAH parece “desconectado”, el maestro le debe preguntar más que a otros aunque ello no produzca que, entonces, sea el resto quien pierda la atención. Muy útil es reservar uno de los márgenes de la pizarra para ir apuntando fechas importantes de exámenes o de entrega de trabajos así como las tareas diarias.

Las estrategias para las tareas incompletas o el olvido de las tareas pasan por reducirle el volumen de tareas en el bien entendido que es mejor la calidad que la cantidad; un niño con TDAH y un elevado volumen de deberes, acabará dejando casi todos incompletos por el bloqueo producido en su pensamiento, lo cual le desmotivará e iniciaremos el ciclo de enfado-frustración-baja autoestima que llevará a la pérdida de interés en las materias escolares.

Es interesante la utilización de material informático para el aprendizaje, por ejemplo, dibujos gráficos para resolver problemas de matemáticas. De cualquier forma, se establecerá una fecha límite para la entrega de la tarea y el alumno con TDAH debe ser consciente de las consecuencias de no entregarlas.

Respecto a las estrategias para los exámenes, algunos alumnos con TDAH más dificultades de aprendizaje importantes tienen una ACI (adaptación curricular individualizada) en ciertas materias lo cual les permite sustituir algunos exámenes escritos por exámenes orales, realizar adaptaciones en el calendario y el formato de los exámenes.

Sin embargo, esta no es la situación más habitual, siendo lo deseable; darle el examen el primero y recogerlo el último para proporcionarle más tiempo para organizar sus ideas, hacer los exámenes a primera hora de la mañana y no más de uno diario ni dos semanales, reduciéndole el número de preguntas por hoja y proporcionar copia de los exámenes a los padres, psicopedagogo y/o profesor de repaso, si es necesario, para poder detectar los errores  y trabajarlos.

Y, sobretodo, lo que nunca debe hacerse:

  • No tenga prejuicios; un niño “diferente” es un niño “exactamente igual” a todos los demás que tiene en su grupo-aula ya que todos ellos son “diferentes”.
  • No crea que su comportamiento es deliberado; a veces lo hace bien y, otras, mal porque es inconsistente pero todos tenemos días buenos y malos.
  • Intente ver que el alumno con TDAH tiene muchas cosas positivas, no vea sólo lo negativo.
  • Nunca diga en voz alta, delante del grupo-aula: “¿ya te has tomado la pastilla?”, si el niño está bajo tratamiento farmacológico.
  • No trabaje sólo, coordínese con los padres, otros profesores de la escuela quizá puedan asesorarle, y con los profesionales que llevan a su alumno; de hecho, son un equipo que comparten un mismo objetivo.