
Pero, ¿qué pasa si eres tú la persona tóxica? Es posible que en un momento dado de tu vida todo te parezca negro, la insatisfacción te desborde y te domine el enfado hacia algo abstracto (sociedad) o concreto (persona, trabajo, suceso…), entrando en un discurso negativo que no tiene fin.
¿Te has parado a pensar si estás cargando a los demás con tu basura emocional? Puede que sea tu pareja, tu madre o padre, algún amigo, o en general estés usando las redes sociales para expresar tu malestar con la vida en forma de queja. También se tiende a difundir historias negativas, imágenes con maltrato o injusticias.
¿Quiere esto decir que obvies la parte negativa de la realidad? No estoy sugiriendo que te olvides de las injusticias sociales y te resignes a un trabajo que no te gusta, por ejemplo; pero si pones sólo atención a la parte negativa de la realidad, tus pensamientos negativos generarán emociones que no te benefician y tu cerebro responderá químicamente a ello, lo que te llevará a un malestar general que puede terminar somatizándose (palpitaciones, dolores de cabeza, acidez, problemas en la piel…) Para salir de esto hay algunas cosas que puedes hacer.
Cómo acabar con los pensamientos y actitudes negativas
- Revisa tus descargas emocionales diarias, tanto a las personas como en redes sociales.
- Valora las consecuencias sociales de esta actitud. Cargar a otros de negatividad puede hacer que se piensen realmente si quieren tu compañía. Si es así, no te culpes. Toma tu parte de responsabilidad y ponte en marcha para reparar el daño.
- Aprecia si hay equilibrio o te has instalado en la queja y en la negatividad. Haz una lista de cosas que te gusten y procura hablar o tratar de hacer alguna a lo largo del día: tu comida favorita, tu música preferida…
- Hazte responsable. Quizá necesites apoyo psicológico. No pasa nada.
- Puede que te sirva tener tu propio “tarro de la basura”, donde echar todo eso para después destruirlo. Escribe en un papel esos pensamientos y deséchalos físicamente fuera de ti. Quémalos cuando el tarro esté lleno.
Tener una actitud más positiva te ayudará a:
- Reconocer la parte de responsabilidad que a ti te toca. Haz tu parte teniendo en cuenta que tienes un límite. Alivia la carga de tu mochila.
- Ponerte en la acción para conseguir tus metas saboreando cómo llegas a ellas.
- Disfrutar del proceso, porque la vida es un proceso, además de las metas y objetivos que te propongas.
- Vivir en paz.
Sobre la autora de este artículo
Carolina López Moya es psicóloga en Sevilla con Nº Colegiada AN07169. Sus especialidades son la ansiedad, la depresión y el duelo. Es terapeuta gestalt en formación en la escuela de terapia Gestalt de Sevilla Kayros desde el año 2011. Puedes dejarle tu consulta y resolver tus inquietudes a través de este enlace.