Cuando empezamos una relación vivimos un estado de enamoramiento que hace que pasemos por alto ciertos comportamientos que podemos considerar poco saludables. No queremos empezar una discusión y dejamos de expresar algunas cosas que no nos parecen del todo bien por miedo a que la otra parte decida poner fin a la relación.
¿Es mi pareja una persona tóxica?

No nacimos aprendidos, nadie nos ha enseñado qué es normal y qué no en una relación amorosa y por eso, en muchas ocasiones, entran en conflicto nuestros deseos con la realidad. ¿Sabes qué debes esperar de tu pareja?
5 signos que indican que tu pareja es una persona tóxica

Una persona tóxica es aquella que no ha madurado emocionalmente. Es gente profundamente insegura y egoísta que necesitan de otra persona para entablar una relación absorbente que les permita descargar sus frustraciones.
De hecho, las personas tóxicas se pueden extender a todos los ámbitos de la vida. Hay familias tóxicas, compañeros de trabajo tóxicos, amigos, entornos tóxicos, y cómo no, también podemos ser nosotros los protagonistas de esos rasgos de personalidad que hace que hagamos daño a los demás.
Nada que no se pueda resolver modificando la conducta, lo que normalmente nos va a obligar a recurrir a ayuda profesional, en este caso psicoterapia que puede ser por videoconferencia a través de Siquia.
Si detectas los siguientes signos en tu pareja, puede que te encuentres ante una persona tóxica:
- Utiliza el chantaje emocional. Si tu pareja expresa una petición de cambio, ayuda o simplemente expresa disconformidad y queja con un objetivo claro de conseguir lo que quiere, te está chantajeando y siempre vas a perder tú porque no tiene en cuenta tus deseos.
- Ejerce una relación de exclusividad. Cuando tu pareja empieza a decidir con quién puedes salir y con quién no, selecciona tu círculo de amistades e incluso te prohíbe ver a tu familia, hay algo no va bien. Si bien es cierto que al principio de una relación siempre tendemos a dedicar más tiempo a la nueva persona que estamos conociendo y más si estamos en fase de enamoramiento, esto no debería durar en el tiempo.
- Te culpa. Te reprocha constantemente acciones pasadas que no es capaz de perdonar y parece que las tienes que seguir subsanando. Nada de lo que haces es suficiente y la culpa de vuestras discusiones y de su malestar es siempre tuya.
- Dependéis el uno del otro. El concepto de amor romántico que tenemos ha hecho mucho daño. Debes depender exclusivamente de ti para vivir, aunque esto no signifique que no quieras compartir tu vida con alguien.
- Te quita la energía. Empiezas el día con muchas ganas, fuerzas renovadas y optimismo y tu pareja te va agotando y la relación te desgasta.
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