En un mundo que valora cada vez más la excelencia académica y el desarrollo intelectual, ser superdotado puede parecer un don invaluable. Sin embargo, detrás de las mentes brillantes de los niños superdotados, se ocultan una serie de desafíos y dificultades que a menudo pasan desapercibidos. Estos niños poseen una capacidad intelectual excepcional, pero también se enfrentan a un conjunto único de obstáculos en su camino hacia el éxito y la plenitud personal.
¿Es un problema ser superdotado?

Índice de contenidos
Qué es ser superdotado
Se denomina superdotación intelectual el poseer un coeficiente intelectual muy superior a la media. A diferencia de tener una capacidad o habilidad concreta, que se pueden obtener a través del aprendizaje o comportamientos adquiridos, la superdotación , normalmente, es una habilidad innata para la actividad intelectual que no puede ser adquirida por el esfuerzo personal.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como persona superdotada a aquella que cuenta con un coeficiente intelectual superior a 130. Se estima que un 2 por ciento de la población es superdotada, pero hay más de un 98 por ciento de casos sin diagnosticar. Generalmente, son los padres los primeros en darse cuenta de la superioridad intelectual de sus hijos, aunque el diagnóstico suele tardar.
Los superdotados desarrollan habilidades inusuales para su edad, las cuales si no se identifican a su debido tiempo y no se potencian, pueden llegar a producirse un retraso en el desarrollo intelectual del niño, así como un desajuste entre dicha esfera y las otras facetas de la personalidad debido a un proceso acelerado de madurez mental, lo cual implica que su desarrollo emocional y social no será como el del resto de los niños.
Es obvio que las necesidades educativas de estos niños no son las que corresponden a las propias de su edad. Si no desarrollan todo su potencial puede aparecer un sentimiento de frustración el cual conlleve fracaso escolar.El ex-presidente de la Asociación Española de Superdotación y Altas Capacidades (AESAC), José Antonio Montes, considera que un diagnóstico precoz, entre los dos o tres años, es lo más adecuado para que esta aptitud intelectual no se convierta en un problema. Otros expertos coinciden con él, en que en dichas edades es más fácil identificar las altas capacidades pero estiman que debe esperarse hasta los cinco o seis años para asegurar que el niño/a es un/a superdotado/a.
Según los datos de un informe elaborado por el Centro de Investigación y Documentación Educativa del Ministerio de Educación y Cultura, en España hay alrededor de 300.000 alumnos superdotados, denominación que en la Ley Orgánica de la Educación de 2006 fue sustituida por la de alumnos de Altas Capacidades.
Los pediatras de la Asociación Española de Pediatría (AEP) hacen hincapié en la importancia de tomar las medidas educativas necesarias y de informar a los padres de cómo colaborar, ya que estos niños superdotados mejoran rápidamente si se siguen las pautas adecuadas
Tipos de trastornos de comportamiento
Según Amparo Acereda, profesora asociada del Departamento de Psicología de la Universidad Rovira i Virgili, cuando un niño superdotado no se identifica como tal o no se le estimula intelectualmente, pueden aparecer trastornos de comportamiento que pueden ser de dos tipos:
- Agresividad: el niño se rebela, negándose a seguir las reglas y normas establecidas, dando así muestras de ira, irritabilidad y/o hostilidad verbal y física.
- Pasividad: el niño intenta abstraerse del mundo exterior, creándose un mundo de fantasía asocial, mostrándose reacio a comunicarse con la gente e incluso no defendiéndose si otros niños le insultan o pegan.
Etapas
Analizando la problemática asociada al crecimiento intelectual del niño superdotado se pueden diferenciar varias etapas:
- Primera Infancia (0 – 6 años)
Los niños superdotados encuentran dificultades para hacer amistades porque normalmente sus intereses no coinciden con los de sus compañeros de su misma edad cronológica. Por ello, se suelen relacionar con niños mayores que ellos.
Por otra parte, estos niños se plantean de manera muy prematura e intensa «el problema de los límites«, límites de la vida ( el nacimiento, la muerte, la existencia de Dios…), del tiempo (prehistoria, origen del mundo…) y del universo. Ello constituye una cuestión muy complicada para los padres que deben afrontar que un niño de tres o cuatro años les plantee la trascendencia del universo, la vida y el yo, entablando un diálogo acorde con el nivel intelectual y cognitivo del niño, que no tiene nada que ver con su edad cronológica. Diálogo que les sorprende y para el cual, quizás, aún no se hallan preparados.
- Segunda Infancia (6 – 10 años)
A esta edad, estos niños pueden experimentar dos tipos de situaciones: aislarse del grupo de amigos o ser los líderes de la clase.
La característica común en este tipo de chicos/as es que no encuentran amigos con quienes compartir experiencias ya que su madurez intelectual les impide conocer a gente con sus mismas inquietudes.
Por otra parte, las niñas superdotadas son tímidas y retraídas, con un sentido muy acentuado del ridículo, comprenden las relaciones sociales, acatan las normas y en casa suelen mostrar una actitud agresiva o de tristeza.
Este tipo de niños son conscientes de que son diferentes a los demás niños de su edad y por ello, se sienten solos y no muestran predisposición a entablar amistad con otros compañeros ya que tienen miedo a que les rechacen.
Esto repercute en su trabajo académico debido a que rinden por debajo de sus posibilidades, algunos llegan a sufrir trastornos psicológicos porque no consiguen adaptarse en el colegio y otros llegan al fracaso escolar. Cuando esto sucede aparecen factores comunes entre los superdotados (ansiedad, inseguridad, aislamiento, sentimiento de torpeza manual y física, sufrimiento al sentir que sus intereses son muy distintos a los de sus compañeros, deseo incesante de leer…). Estos rasgos se acentúan en proporción a su grado de habilidades intelectuales.

- A partir de los 11 años
Los problemas más graves suelen aparecer a partir de esta edad. En esta etapa, los síntomas más evidentes son:
- Falta de esfuerzo o interés por hacer la tarea o los trabajos en clase.
- Mal comportamiento.
- Baja autoestima.
- Actitud negativa en el colegio.
Los profesores de este tipo de niños/adolescentes, se sienten amenazados porque poseen elevada observación crítica, una alta capacidad analítica y una marcada incredulidad que les obliga a cuestionar todo. Además, se suelen adelantar a las explicaciones del docente porque necesitan un ritmo de trabajo superior al que les marcan. Su hiperactividad es una molestia en el aula y el profesor no sabe cómo afrontar las inquietudes que estos chicos muestran. Su tiempo de atención es limitado y esto los hace inconstantes para terminar actividades. Sienten un aburrimiento permanente y necesitan ser incentivados de forma continua.
Poseen una marcada capacidad de liderazgo y sus reacciones suelen ser muy enérgicas lo que en ocasiones provoca un efecto de dominio sobre los demás. Tienden hacia la búsqueda de la libertad y sienten gran tendencia hacia la individualidad ya que no les molesta la soledad y se muestran muy combativos ante cualquier situación que no aceptan.Todos estos problemas son fruto de una inadaptación entre la sociedad y la educación. Por tanto, un niño superdotado además de las dificultades de cualquier chico de su edad tienen que enfrentarse a los que se derivan de su superdotación intelectual.
¿Por qué los niños superdotados sufren fracaso escolar?
Estos estudiantes se salen de la media, y si no se les trata adecuadamente, pueden sufrir graves desequilibrios cognitivos y emocionales. La disincronía es el fenómeno por el que en algunos superdotados la edad cronológica, emocional e intelectual no coincide. Para que se desarrollen de forma armónica, se puede recurrir a la aceleración -salto de curso- y a la adaptación curricular.
El problema que se pude presentar en un niños superdotado es que, sencillamente, está por encima de lo que les enseñan en clase; lo mismo ocurre con su compresión y memorización, de manera que si el niño ya sabe lo que le intentan explicar un día tras otro, tiende a no prestar atención, se aburre, y a la larga, pierde el ritmo de la clase, lo que puede derivar en el fracaso escolar.
Un niño de estas características que no está suficientemente motivado, puede tener problemas de comportamiento que son la respuesta a la gran frustración que siente. Pueden ser niños agresivos, verbal y físicamente rebeldes, negando sistemáticamente la autoridad. O también pueden ser niños pasivos, viviendo en un mundo de fantasía, evitando el contacto con los niños y no defendiéndose cuando les atacan.
Parece una paradoja que los niños superdotados puedan presentar problemas de aprendizaje. Sin embargo, en un 70 por ciento de los casos, los niños superdotados tienen un bajo rendimiento escolar y entre el 35 y el 50 por ciento sufren fracaso escolar.
La falta de motivación suele ser una de las causas que propician este bajo rendimiento escolar. Aunque los niños de Altas Capacidades aprenden fácilmente, si el plan de enseñanza no es el adecuado, pueden fracasar y presentar un bajo rendimiento escolar. Asimismo, también suelen aparecer problemas de sociabilidad, sobre todo, ante la falta de modelos sociales con los que el niño pueda identificarse.

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Tratar adecuadamente a un niño superdotado requiere comprensión, empatía y una atención especializada para satisfacer sus necesidades intelectuales y emocionales. Aquí hay algunas pautas para ayudar a brindar un entorno de apoyo y estimulación:
- Reconocer y validar su talento. Es fundamental reconocer y valorar el talento y la capacidad intelectual del niño superdotado. Bríndale elogios y reconocimiento por sus logros y esfuerzos, fomentando un ambiente positivo, que refuerce su autoestima y confianza.
- Proporcionar oportunidades de aprendizaje desafiantes. Los niños superdotados necesitan un círculo y un entorno educativo estimulantes. Por ello es vital ofrecerles actividades y proyectos enriquecedores que desafíen su pensamiento crítico, creatividad y resolución de problemas. Además de fomentar su curiosidad y promover la investigación independiente.
- Adaptar el ritmo y la profundidad del aprendizaje. Permite que el niño avance a su propio ritmo y profundidad en el aprendizaje. Esto puede incluir proporcionarle material adicional, lecturas avanzadas, actividades de enriquecimiento y acceso a recursos educativos especializados.
- Fomentar la exploración de intereses. Apoya y fomenta los intereses particulares del niño superdotado. Es esencial que exploren áreas específicas de interés, ya sea a través de programas extracurriculares, clubes o actividades relacionadas con su talento particular.
- Promover la interacción social adecuada. Ayuda al niño a desarrollar habilidades sociales y emocionales. Fomenta la interacción con compañeros de su misma edad intelectualmente estimulantes y crea oportunidades para que establezcan relaciones significativas. Considera la participación en grupos o comunidades de niños superdotados, donde pueda encontrar apoyo y comprensión.
- Brindar apoyo emocional y psicológico. Siempre hay que entender que los niños superdotados también pueden enfrentar desafíos emocionales únicos, como la presión, la ansiedad o la falta de aceptación. Ofrecerles un espacio seguro para que expresen sus sentimientos y buscar el apoyo de profesionales especializados, como psicólogos online, para ayudar a desarrollar habilidades de afrontamiento y gestionar el estrés, será fundamental.
- Mantener una comunicación abierta con la escuela. Establece una comunicación efectiva con los educadores del niño para garantizar que se implementen las adaptaciones y los recursos adecuados en el entorno escolar. Trabaja en colaboración con los docentes para crear un plan de aprendizaje individualizado que atienda las necesidades del niño.

Terapia
La terapia para niños superdotados puede desempeñar un papel importante en su desarrollo emocional, social y académico. Aunque no todos los niños superdotados requieran terapia, puede ser beneficiosa en situaciones determinadas.
- Asesoramiento psicológico. La terapia individual con un psicólogo especializado en niños superdotados puede ayudar al niño a explorar y gestionar sus emociones, así como a desarrollar habilidades de afrontamiento para enfrentar desafíos específicos. El asesoramiento puede abordar temas como la autoestima, la ansiedad, la gestión del estrés y la adaptación social.
- Terapia de grupo. Participar en terapia de grupo con otros niños superdotados, puede brindar un espacio seguro para compartir experiencias, establecer relaciones y desarrollar habilidades sociales. Estas sesiones grupales, pueden requerir en temas como la comunicación efectiva, la empatía, la resolución de conflictos y el trabajo en equipo.
- Apoyo familiar. Involucrar a la familia en el proceso terapéutico puede ser esencial para el niño superdotado. La terapia familiar puede ayudar a los padres a comprender mejor las necesidades de su hijo, brindar apoyo emocional y aprender estrategias de crianza que promuevan un ambiente de apoyo y estimulación.
- Terapia ocupacional. En algunos casos, la terapia ocupacional puede ser beneficiosa para abordar los desafíos sensoriales o de coordinación motora, que pueden interferir con el aprendizaje o la participación en actividades cotidianas. Un terapeuta ocupacional puede trabajar en el desarrollo de habilidades motoras finas y gruesas, la integración sensorial y la mejora de la concentración y la atención.
- Programas de enriquecimiento y mentoría. Participar en programas de enriquecimiento educativo y tener mentores en áreas de interés específico puede brindar a los niños superdotados un entorno estimulante y la oportunidad de aprender de otros expertos en el campo. Estos programas pueden fomentar el desarrollo de habilidades y talentos únicos, al tiempo que garanticen un sentido de comunidad y pertenencia.
Ser superdotado puede ser como tener un superpoder, pero también trae desafíos. Estos pequeños genios pueden convertirse en los héroes del futuro, por lo que empecemos a facilitarles más la vida.
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Me gustaría saber en qué referencias se apoyó para hacer tales afirmaciones. Hay muchos estereotipos en el documento, información obsoleta e incluso falsa, empezando por que la OMS no tiene una definición de sobredotación y mucho menos menciona un número de CI. Si tuviera información actualizada, sabría que la SD no se define como tener cierto número de CI, pues está ampliamente comprobado que eso es sólo una parte de todo lo que abarca la SD. Entiendo que ésta no es su especialidad, pero le sugiero que se documente con textos confiables antes de divulgar información errada.
Hola, mi pregunta es.
los temores y miedos que presentan los superdotados son mas intensos y fuertes, en comparación al de las personas del común? Gracias…
Buenas tardes;
algunos miedos pueden serlo, por ejemplo, y por paradójico que pueda parecer, a veces, tienen miedo a no lograr sus metas – de una forma más importante que los no superdotados- ya que el hecho de poseer una inteligencia brillante, hace que su tolerancia a la frustración sea alta y, baja su tolerancia a la incertidumbre.
Saludos