Estar triste o desanimada es normal. Son dos emociones básicas y universales en el ser humano, pueden aparecer por diversos motivos y por desgracia, acompañarnos durante un largo período de tiempo.

Si es cierto que, si la tristeza o el desánimo están con nosotros con mucha frecuencia y no lo normal, es hora de acudir a un profesional el cual nos dará consejos y nos dirá qué hacer ante la situación. En los casos más extremos puede acabar en depresión.
Hay días que, por algunas razones, o a veces incluso sin ellas, te levantas triste y desanimada, por lo que te impide tener fuerzas para hacer frente al día. Estas emociones te intentan ahogar, pero, aunque cueste, no lo permitas.
Las emociones negativas
La tristeza surge de la pena, la pérdida y el daño. Se hace más intensa y duradera y más si viene de una sensación de soledad y se retroalimenta de ella misma, del desánimo que produce.
De forma física, la tristeza afecta a la presión arterial, a la frecuencia cardiaca, al tono muscular y a la actividad neuronal. En lo cognitivo, aparece la negatividad y los recuerdos que nos causan dolor. Desencadena en una conducta apática e inactiva y hace que nos sintamos más tristes.
Como pasa con todas las emociones, la tristeza dura un tiempo. A pesar de que intentemos evitarla y apartarla de nuestra vida, los profesionales no recomiendan eso, sino aceptarla. Tenemos que ver qué información nos da sobre nosotros y sobre lo que nos pasa. El último paso es ver qué herramientas tenemos para gestionarla y hacer que desaparezca.
Consejos si estás triste y desanimada
1. Aceptación
Estar triste es normal y no pasa nada por ello. Como ya hemos mencionado, las emociones hay que aceptarlas tal y como son, y cuanto antes de acepten, mejor se gestionarán.
Es una oportunidad para analizar qué nos está pasando y qué necesitamos para estar felices. No debemos juzgarnos por lo que sentimos, por estar tristes y desanimados, pero tampoco podemos pretender que estas emociones se vayan sin poner nada de nuestra parte.
2. Una alimentación saludable

Es muy común que en momentos en los que estás triste y desanimada tu alimentación se vea afectada, lo más probable es que o no tengas hambre o tengas más de lo normal. Estas reacciones pueden acabar en comer de forma compulsiva alimentos que no son sanos, después nos sintamos culpables y, por consecuencia, nos sintamos peor de lo que ya estábamos.
Debemos comer de forma adecuada, ya que un déficit nutricional también puede empeorar el estado de ánimo. Hay alimentos que tienen minerales, vitaminas y ácidos grasos y son muy buenos para nuestro sistema nervioso. Algunos son: nueces, piñones, almendras, castañas, aguacate, semillas, lechuga o espinacas, avena, legumbres, cítricos, pescado azul y huevos.
3. Hacer deporte
Hacer ejercicio con una intensidad media libera serotonina, una de las hormonas de la felicidad que nos hace estar alegres y felices. Muchas investigaciones revelan que hacer deporte tiene una eficacia muy parecida a la de tomar antidepresivos.
4. Cuidar el aspecto personal
Cuando estás triste y desanimada lo más común es presentar esa apatía que liberan los sentimientos negativos. Lo que hace es que dejes de hacer actividades y estés más tiempo en casa sin salir, algo que puede traducirse en dejar atrás la higiene personal.
Además, si no nos aseamos nos sentiremos peor. Cuando estás triste y te aseas o te pones guapo inmediatamente tu felicidad aumenta un poco.
5. Disfrutar del aire libre
Dar un paseo por la naturaleza nos aporta armonía y tranquilidad, reduce la ansiedad y el estrés y nos da un chute de energía.
6. Escuchar música
La música tiene tanta fuerza emocional que es capaz de influir en nuestro estado de ánimo. Si es cierto que cuando estamos tristes preferimos escuchar música triste, por lo que podemos aprovechar para hacer esos ejercicios de introspección y análisis que hagan salir los sentimientos y nos ayuden a identificar qué es lo que necesitamos.
Otras veces también viene bien escuchar música alegre que nos aporte felicidad en esos momentos de bajón.
7. Compartir nuestros sentimientos
Para estas situaciones, hablar de nuestros problemas y de lo que sentimos con personas de nuestra confianza es un buen método para canalizar los sentimientos. Si no te gusta hablar de ello con los demás puedes probar a escribirlos en un cuaderno.
Contar nuestros problemas a los demás puede hacernos ver las cosas desde otra perspectiva y de una forma más clara.
8. Vida social activa
Sentirnos solos y sin compañía hace que nos sintamos más tristes. Se recomienda llevar una vida social activa y salir con amigos o familiares para distraernos y desconectar la mente por unos instantes.
9. Hacer cosas que nos gusten
Hacer actividades que hace tiempo que no hacíamos y nos gustan es algo que nos puede hacer sentirnos bien ya que promueve los pensamientos y las emociones positivas.
10. Dejar ir
Todo en nuestra vida son ciclos: un nuevo trabajo, una ruptura, cambiar de ciudad, la pérdida de alguien que queremos, etc.
La vida son cambios y tenemos que ser capaces de asumir que hay que dejar de mirar el pasado para mirar hacia el futuro. Debemos ser valientes, tener ilusión y una buena autoestima.
11. Colores y olores recomendados

A pesar de que parezca mentira, el color tiene una función terapéutica sobre nosotros. Por ese motivo debemos intentar no vestirnos de negro, marrón o gris, es decir, de tonos oscuros.
Lo recomendable es vestirse de colores como el verde que es equilibrante, el azul que es relajante o el violeta que es espiritual. Los rojos y naranjas aportan energía y vitalidad.
Los olores también tienen la misma función. Olores cítricos como el romero, el sándalo, el ciprés, la albahaca o el abeto provocan una sensación de felicidad y positividad dentro de nosotros mismos.
12. Objetivos a corto plazo
Proponernos pequeños objetivos día a día nos hacen salir de la tristeza y el desánimo. Además, si los conseguimos nuestro ánimo se verá muy elevado.
13. La amabilidad y el buen humor
Portarnos bien con los demás y ser amables provoca que los demás también lo sean con nosotros, por lo que nos hará sentirnos mejor. Si ya unimos eso con el humor y no nos tomamos las cosas de forma tan seria y dramática, los problemas de relativizarán y nuestra vida será más fácil.
14. Quererse a uno mismo
Estar triste y desanimada solo sirve para quedarte en casa sin salir y sin disfrutar de la vida. Tienes que evitarlo.
Cualquier esfuerzo hará que salgas poco a poco de esas emociones negativas en las que estás sumida. Debes ser feliz y renovarte, búscate a ti misma y haz aquello que nunca te atreviste.
Vivir es alcanzar objetivos y asumir los retos que aparecen en nuestro día a día.
Si tras estos consejos ves que aun así no puede lidiar con ello nuestros psicólogos de Siquia te ayudarán.
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