El estrés es una reacción fisiológica de nuestro cuerpo que tiene una serie de efectos secundarios como dolor de cabeza, pérdida de memoria o caída de pelo.
¿Qué es el estrés?
El estrés es un conjunto de reacciones fisiológicas que aparecen cuando una persona se encuentra en un estado de tensión muy grande debido al exceso de trabajo, a situaciones traumáticas que haya vivido, ansiedad…
Hay distintos niveles de estrés:
- Estrés normal: las reacciones fisiológicas que aparecen ante algunas situaciones difíciles son normales, no exageradas. El estrés y la ansiedad puede ayudar a que afrontemos y superemos esas situaciones complicadas.
- Estrés patológico: el estrés aparece de una forma intensa y durante mucho tiempo. Puede causar problemas físicos y psicológicos ya que se puede llegar a transformar en un estrés crónico que puede acabar en depresión u otras variantes.
- Estrés post traumático: este estrés aparece cuando una persona ha experimentado una situación aterradora, como un desastre natural o un accidente de tráfico. Esto hace que las personas tengan pensamientos aterradores constantemente relacionados con la situación vivida. Puede ocurrir en cualquier edad, pero en niños es más habitual.
- Estrés laboral: las reacciones físicas y emocionales que se producen es debido a la exigencia y el exceso de trabajo. Aparece cuando la exigencia supera nuestras capacidades. Según la OMS, en Europa, el 28% de los trabajadores sufre estrés laboral y un 20% tiene el síndrome “burnout”.
Síntomas del estrés
Hay cuatro tipos de síntomas que podemos experimentar cuando estamos estresados:
- Físicos: Pies y manos frías, alteración de la respiración, aumento de la frecuencia cardiaca, temblores, dificultad al tragar, diarrea, náuseas, tensión muscular, sequedad en la boca, dolor en la cabeza fuerte, cansancio, falta de apetito, etc.
- Emocionales: nerviosismo, angustia, miedo, ganas de llorar, irritabilidad, inquietud, depresión, cambios de humor, etc.
- Conductuales: problemas sexuales, tics nerviosos, bruxismo, insomnio, comer demasiado, etc.
- Cognitivos: falta de concentración, no poder tomar decisiones, sensación de superación y de fracaso, pensamientos repetitivos, alteración de la memoria, etc.
El estrés también produce caída de pelo
Los investigadores de la Universidad de Harvard en Estados Unidos han llevado a cabo un estudio con ratones en el que han averiguado que el estrés afecta de forma negativa a nuestro pelo. Han visto cómo las hormonas del estrés impiden el crecimiento del pelo a través de la regulación de las células madre del folículo piloso.
Los folículos pilosos, las cavidades que hay en la piel y permiten el crecimiento del pelo, alternan las fases de crecimiento y descanso.
Hace tiempo también se realizaron estudios en ratones y en seres humanos que indicaban que el estrés afectaba al crecimiento del pelo, pero hasta ahora no era seguro.
Cuando los niveles de corticosterona son altos, los folículos pilosos permanecen en fase de reposo constante y hace que no se regeneren. Cuando la hormona se reduce y se encuentra en un nivel normal, las células madre del folículo piloso se activan y se produce el crecimiento del pelo.
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Pedir citaYa-Chieh Hsu, la investigadora de Harvard
Ya-Chieh Hsu expone cómo la corticosterona, una hormona que liberan los roedores en momentos de tensión -igual que el cortisol en los seres humanos- es capaz de regular la actividad de los folículos pilosos.
Declara que: “Aunque el estrés se ha asociado anecdóticamente con muchas variaciones en los tejidos, incluidos algunos problemas del cabello, no estaba claro si provocaba realmente estos cambios perjudiciales y, lo que es más importante, los mecanismos que subyacen a estas alteraciones siguen siendo poco conocidos”.
Ya-Chieh Hsu explica que el año pasado habían descubierto que el estrés agota las células madre de los melanocitos, aquellas que dan color a nuestro pelo, a través de alteraciones en el sistema nervioso, lo que constituye la base de que salgan canas en el pelo por el estrés.
“En el nuevo trabajo hemos identificado un mecanismo completamente diferente por el que el estrés afecta a las células madre del folículo piloso, importantes para regular la regeneración de estos folículos y el crecimiento del cabello”, continúa.
“El estrés crónico, a través de la regulación al alza de la corticosterona, inhibe una señal de activación en las células que rodean a las células madre del folículo piloso, que normalmente promueven el crecimiento del cabello”, afirma Ya-Chieh Hsu. “Aunque el estrés puede ser perjudicial para diferentes células madre de la piel, los mecanismos con los que se desencadenan cambios en los tejidos pueden ser diversos, y aún queda mucho por aprender”.

No se aplicará en los humanos
La corticosterona impide que las células madre del folículo piloso se activen al suprimir la producción de una proteína llamada GAS6, que ha demostrado que promueve la proliferación de dichas células madre en ausencia de corticosterona. Por ello, el restablecimiento de la expresión de GAS6 podría superar la inhibición inducida por el estrés y favorecer la regeneración del crecimiento del cabello.
Estos descubrimientos hacen que ahora se puedan investigar tratamientos contra la caída del pelo causada por el estrés crónico. Sin embargo, antes de que estos resultados se trasladen a los seres humanos, hay que abordar varias cuestiones.
Habrá que seguir investigando para poder validar y obtener pruebas rigurosas para que estos experimentos sean seguros y eficaces para las personas. Este descubrimiento solo es el primer paso, aunque uno muy avanzado.
A pesar de que la corticosterona en los ratones es equivalente al cortisol humano, no se abe aun si el cortisol produce en los humanos los mismos efectos. Por otro lado, las fases del crecimiento del pelo son distintas en humanos y en ratones.
¿Cómo frenar la caída del pelo?
Para frenar la caída del cabello es importante realizar cambios en el estilo de vida. Dormir las horas adecuadas, dedicar tiempo a hacer lo que te gusta e ingerir los nutrientes que necesita nuestro cuerpo también reduce el estrés.
Hay que seguir una dieta equilibrada en minerales y vitaminas y tener cuidado con los suplementos como la biotina. La biotina es una vitamina B muy utilizada para luchar contra la caída de pelo y se encuentra de forma natural en algunos alimentos como los huevos, la leche y los plátanos. Si tomamos mucha los análisis de laboratorio pueden distorsionarse. Según la doctora Ploch, lo más recomendado es tomar 35 miligramos o menos en el consumo diario.
Practicar deporte y lo mencionado anteriormente reduce la ansiedad. Comer dulces, estar con gente con la que nos divertimos y escuchar música puede ayudar a combatir el estrés ya que mejorará tu estado de ánimo.
Si el pelo empieza a caerse excesivamente lo mejor es ir a un dermatólogo y si crees que el estrés está llenando tu vida de negatividad lo mejor es acudir a un especialista para que te ayude a gestionarlo.
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