estresDefine la Real Academina de la Lengua el estrés como la tensión provocada por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves.

Las situaciones potencialmente estresantes se pueden presentar, como eventos importantes, que con una vez que sucedan pueden provocar reacciones de estrés intensas, duraderas y perjudiciales: como eventos importantes pero que necesitan una exposición más prolongada o coincidir con otros sucesos; o como pequeños y continuos sucesos estresantes pueden favorecer la aparición y mantenimiento de un estrés prolongado suficientemente severo.

No todas las situaciones potencialmente estresantes son negativas, las positivas también pueden llevar elementos muy estresantes.

Tanto las situaciones que presentan excesos, como las que presentan déficits, pueden provocar estrés.

Características personales relevantes

¿Qué tiene que ver nuestra personalidad y forma de ser en cómo percibimos y afrontamos el estrés? Las situaciones potencialmente estresantes, van a depender de la percepción y valoración que haga el individuo tanto de la situación como de sus recursos para que se manifieste el estrés, de igual manera una situación aparentemente carente de estrés puede tener una percepción estresante por según qué persona.

Valores, creencias y actitudes en torno al estrés

Muy de acuerdo con Beck (1984) cuando se refería a la influencia de los valores, las creencias y las actitudes rígidas, irracionales y disfuncionales, sobre la atención selectiva y el procesamiento mental de la percepción de las situaciones potencialmente estresantes y sobre la valoración de los propios recursos para hacer frente a las situaciones.

En el otro extremo, o al menos con mayor flexibilidad, se tenderá a evaluar las situaciones de forma más objetiva, viendo la realidad de la eficacia de sus recursos, detectando y solucionando posibles déficits imprevistos, aumentando y mejorando las posibilidades de afrontamiento. Hay que tener en cuenta que la valoración objetiva no garantiza que no aparezca el estrés.

Por estas razones es bueno desarrollar y potenciar un estilo de funcionamiento cognitivo, que nos ayude a hacer valoraciones más objetivas de las situaciones potencialmente estresantes y de los recursos disponibles.

En los casos que los valores, creencias y actitudes sean muy rígidos y ejerzan mucha influencia, es necesario modificarlos, si es posible eliminarlos o al menos flexibilizarlos.

Recibe el apoyo de un psicólogo y aprende técnicas de relajación y de afrontamiento que te ayuden a superar los momentos de malestar y las escenas de ansiedad. Deja tu consulta y empieza el camino de una mejor calidad de vida.