El amor, la pasión y el afecto son conceptos, comúnmente, asociados a las relaciones de pareja. Disfrutar de un vínculo sentimental estable supone cantidad de beneficios, como un mejor funcionamiento del sistema inmunológico o el aumento de la autoestima. Sin embargo, el estrés de nuestras preocupaciones personales puede pasar factura a la hora de vivir en pareja.
¿Cómo afecta el estrés en la pareja?

Un exceso de estrés se manifiesta en nosotros de una manera evidente a los ojos de nuestro entorno. Cualquier estímulo puede ser percibido como una agresión si los niveles de estrés son elevados. Y esto puede provocar que tu pareja se pregunte si ese cambio de actitud provocado por el estrés tiene algo que ver con el funcionamiento de vuestra relación.

¿De qué manera se manifiesta el estrés en las relaciones de pareja?
El estrés no debería ser uno de esos problemas que finiquitan una relación de pareja. Al fin y al cabo, tu pareja debería ser una persona con la que puedes desahogarte acerca del resto de problemas de tu vida.
Uno de los principales motivos por el que las parejas acuden a terapia es debido a una pésima dinámica de comunicación provocada por el estrés. Existen cinco síntomas evidentes de que el estrés está construyendo un muro entre tu pareja y tú:
Falta de atención hacia la otra persona
El estrés favorece la visión en túnel. Este fenómeno consiste, básicamente, en tener una mirada muy estrecha de la vida que te hace pensar en posibilidades catastróficas. Tenemos la vista puesta en dirección recta, incapaces de mirar hacia los lados. Esta visión funciona como una alarma con la que nuestro cuerpo nos avisa de que debemos reaccionar ante un peligro.
Si el estrés forma parte de nuestra rutina, se irá acumulando grano a grano hasta formar una montaña casi insalvable. Nuestras preocupaciones y pensamientos negativos se convertirán en el problema principal. Es decir, nublarán tu visión y te impedirán prestar atención a tu pareja, por lo que desatenderás tus obligaciones con tu compañero sentimental.
Los cambios de humor abruptos solo son un elemento de confusión para la otra persona. Será incapaz de entender el malestar de su pareja, debido a la falta de comunicación.
El estrés conduce a la irritabilidad, y la irritabilidad a las discusiones
El estrés prolongado en el tiempo es como el vaso de nuestra paciencia que se va llenando poco. Cualquier pequeña molestia de los demás puede ser la mínima gota que termine por colmar el vaso. Ese rebosamiento puede manifestarse en forma de fuertes discusiones con la persona que quizás menos culpa tiene.
Aumento del control
El estrés hace que queramos tener el control de todo lo posible en los apartados de la vida. Si el terreno amoroso no funciona de la manera en la que debería hacerlo vamos a querer ponerle solución de manera inmediata. No necesitamos ni queremos colaboración, se abordan esta clase de problemas desde una lógica individualista, cargando con todas las responsabilidades de la relación.

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Pedir citaDificultades a la hora de tener relaciones sexuales
El estrés y la ansiedad a menudo causan insatisfacción sexual en la pareja. Problemas como la falta de apetito sexual, debido a los trastornos psicológicos del estrés o la impotencia, en el caso de los hombres, suelen ser las dificultades más habituales a la hora de poder mantener una vida sexual estable.
Predisposición al caos y desorganización
El estrés hace que tengamos millares de problemas en los que pensar. Al mismo tiempo, tenemos ganas de dejar de pensar en esos problemas y hace que nos sintamos desbordados y no tengamos un plan para resolver nuestros problemas. Nos pasamos mucho tiempo averiguando qué debemos hacer y al final no hacemos nada.
¿Qué soluciones se pueden proponer?
Una ruptura de pareja es una de los peores procesos que puede vivir un ser humano. El sentimiento de pérdida es similar al de la muerte de un ser querido: «desaparece» alguien de tu vida a quien has amado profundamente durante un período de tiempo largo. Existen algunas recomendaciones para que el estrés no influya en tu relación de pareja y no pasar por el amargo trago de la separación:
- Para favorecer a una adecuada comunicación, lo principal es perder el miedo a tocar ciertos temas o asuntos que pueden ser catalogados de tabú. Mejorar la escucha activa, prestar atención a la comunicación no verbal y mostrar una actitud propositiva son otros factores para facilitar una comunicación adecuada.
- Uno de los factores más estresantes son los problemas de confianza y celos. Se debe respetar la intimidad del otro en todo momento. Una pareja no es la fusión de dos personas, siguen siendo dos personas distintas con sus parcelas privadas.
- Por último, cuando todavía estamos en proceso de recuperar los canales de comunicación adecuados, es conveniente evitar asuntos de importancia para los que no estamos preparados. Por ejemplo, discusiones sobre el dinero o problemas de índole sexual.
Como hemos visto, el estrés puede suponer un problema en tu vida amorosa y llevarte al inmovilismo. La falta de comunicación y de confianza en la pareja suele ser el motivo principal para la destrucción de la pareja, debido al estrés acumulado.
Un buen flujo de comunicación debe ser constante y debe alimentarse desde el inicio de la relación. Si no sabéis cómo crear esos canales de desahogo, quizás es hora de solicitar ayuda profesional.
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