La mayoría de nosotros percibe tener empatía como una cualidad muy positiva, sin embargo, ser demasiado empático puede resultar contraproducente.
¿Se puede tener exceso de empatía?

La empatía consiste en la capacidad de reconocer, entender y sentir lo que sienten los demás. Nos permite ver las cosas desde la perspectiva de los demás, nos ayuda a ponernos en su lugar y entender aquello por lo que están pasando.
Es la base de nuestra sociedad, si nos privan de la capacidad de empatizar con los demás, nos convertiríamos en un mundo egoísta. De hecho, la ausencia de empatía se considera una cualidad propia de personas sociópatas y psicópatas.
Entonces, ¿dónde está el problema?
La empatía es un motor social capaz de hacernos sentir conectados con los demás y con nuestro alrededor, pero el problema viene cuando nuestra preocupación por los demás se convierte en ansiedad y nos responsabilizamos de sus problemas, lo que hace que nos debilitemos.
Diferencia entre preocupación empática y aflicción propia
Son muchos los expertos que diferencian entre dos tipos de empatía afectiva, la preocupación empática y la aflicción propia. Lo que podría explicar porqué hay personas a las que ponerse demasiado «en los zapatos» del otro les resulta contraproducente.
Mientras que la preocupación empática consiste en la compasión hacia otros acompañada de la intención por tratar de ayudarlos, la aflicción propia implica que la persona llega a sentir ansiedad hasta el punto de paralizarse.
Estas personas no son capaces de marcar límites entre sus problemas y los de los demás, se responsabilizan de ellos con las consecuencias que esto conlleva (dependencia emocional, riesgo de sufrir abuso o maltrato…)
Los peligros de tener demasiada empatía
Tener demasiada empatía y no saber marcar límites puede convertirse en un problema y difuminar la línea entre uno mismo y los demás. Si no somos capaces de diferenciar estos conceptos y nos responsabilizamos de los problemas de los demás, es probable que suframos una sobrecarga emocional.

Además, las personas con un alto nivel de empatía tienden a ayudar a los demás olvidando y dejando a un lado sus propias necesidades, lo que puede convertirse en un problema a largo plazo.
Las consecuencias de tener mucha empatía
La hiperempatía está considerada como un trastorno mental por el manual de diagnóstico psiquiátrico, debido al malestar que les genera a las personas que lo sufren y puede derivar en las siguientes situaciones:
- Codependencia. Las personas que sufren un exceso de empatía tienden a ser codependientes y llegan a perderse a sí mismas. Pueden experimentar un deterioro de su propia identidad ya que intentan resolver los problemas de los demás y satisfacer sus necesidades, olvidándose de sus propios deseos.
- Son personas permisivas. La excesiva necesidad de ayudar a los demás y satisfacer sus necesidades puede llevar a este tipo de personas a permitir conductas destructivas y tóxicas de los demás.
- Sobreprotección. Las personas con hiperempatía tienden a proteger a sus hijos de forma excesiva porque intentan ahorrarles cualquier tipo de sufrimiento, pero lo que consiguen es debilitar su autonomía.

- Agotamiento profesional. Un exceso de empatía o implicación emocional puede llevar a muchos profesionales a perder la objetividad y agotarse emocionalmente.
- Valía personal. Las personas que sufren un exceso de empatía pueden basar su valía personal en cuánto son apreciados por los demás en base a lo que hacen por ellos, por lo que pueden aprovecharse de ellos. Además, se trata de una conducta tóxica porque no debemos basar la opinión que tenemos de nosotros mismos en relación a lo que los demás opinan.
4 consejos para personas con mucha empatía
Por lo que una cosa queda clara, tener empatía es una cualidad muy positiva y que todos deberíamos tener, pero debemos tener cuidado con el exceso de empatía…
Mantener en equilibrio los niveles de empatía es clave para nuestra salud mental y emocional. Los siguientes consejos te ayudarán a conseguir y sobre todo, mantener ese equilibrio tan necesario:
1. Establece límites
Es importante saber decir que no y aprender a priorizar tu bienestar en algunas casos, no puedes solucionar todos los problemas de los demás, no es una meta realista.
Pon límites, no sacrifiques tus necesidades por las de los demás, ayuda si está en tu mano pero aprende a decir que no.
Esto te ayudará a valorarte más a ti mismo y a darte cuenta de qué es lo que necesitas.

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¿Crees que sufres hiperempatía? No te preocupes, en Siquia podemos ayudarte.
Pedir cita2. Crea relaciones sanas
Al igual que con las rupturas, dejar atrás a un amigo es duro, pero a veces necesario.
Evita mantener el contacto con aquellas personas que no te valoran, se aprovechan de tu empatía y no aceptan los límites.
Invierte tu tiempo en personas que te quieren y se preocupan por ti y recuerda, si no aporta, aparta.

3. Practica mindfulness
El mindfulness te ayudará a ser más consciente de lo que necesitas y de lo que estás sintiendo, te ayudará a parar y valorar aquello que quieres en tu vida.
El mindfulness es una herramienta muy eficaz para estar en el presente y vivir en él, ayuda a prestar especial atención a lo que ocurre en nuestra vida.
4. Busca ayuda profesional, acude a terapia
Si crees que sufres exceso de empatía no dudes en buscar ayuda profesional.
Acudir a terapia es una buena forma de enfrentarte a este problema y darte cuenta de la importancia de establecer límites y saber decir que no cuando es necesario.
Un psicólogo te ayudará y guiará en el proceso, además podrá darte una serie de pautas para conseguir equilibrar tus niveles de empatía.
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