adiccion opioidesEstados Unidos se enfrenta a una de sus crisis sanitarias más importantes de la historia por el consumo (ya fuera de control) de opiáceos. Se tratan de medicamentos con usos médicos que, consumidos en exceso, pueden ser mortales. Tanto es así que en la última década se han registrado más de 600.000 fallecimientos por este motivo.

Dichas sustancias adictivas son la oxicodona, la hidrocodona, la codeína y la morfina, entre otras.

Junto a estas sustancias una de las que más preocupaciones genera es el fentanilo: un narcótico usado como analgésico y anestésico para minimizar el dolor asociado al cáncer, entre otras enfermedades. Se trata del opiáceo más potente con fines médicos.

Las muertes asociadas a este fármaco, 50 veces más poderoso que la heroína y 100 veces más que la morfina, se han disparado en los últimos años. El gran problema es la adicción que genera y su enorme potencia, lo que dificulta el papel de los servicios médicos ante sobredosis.

El mercado clandestino de opiáceos

Esta adicción ha generado también un mercado clandestino y es el fentanilo producido en laboratorios clandestinos el responsable de un mayor número de muertes. En ocasiones esta droga se mezcla con heroína y se vende como sustituto porque es un polvo blanco muy similar que también se parece a la cocaína.

El fentanilo se comenzó a usar en los años setenta como como analgésico intravenoso. Sin embargo, resurge ahora dentro de la llamada crisis de los opiáceos por la que pasa Estados Unidos. “Es más barato y el efecto es mejor” señaló una consumidora en The New York Times.

Según informa el diario El País citando como fuente a la red estadounidense de alertas de abusos de drogas “en el año 2007 el número de emergencias relacionadas con el uso no médico del fentanilo fue de casi 16.000, mientras que en 2011 superó las 20.000. Se calcula que en Florida murieron en 2013 unas 185 personas a causa de ella, un 35% más que el año anterior”.

La DEA, Agencia Antidroga de Estados Unidos, afirma que la sustancia que quitó la vida al cantante Prince en 2016 y causó la sobredosis reciente de la también cantante Demi Lovato, llega principalmente desde México entrando al país por California y Arizona desde donde se distribuye a los diferentes mercados.

La situación en España

En España, aunque de manera legal y lejos de un mercado negro, su consumo aumenta también de manera alarmante. Entre 2006 y 2016 lo hizo un 248% según informa el diario 20 minutos, lo que convierte a España en el quinto país del mundo que más fentanilo cosume -bajo receta-.

El boom llegó en el año 2000, cuando el fentanilo se empieza a comercializar en parches transdérmicos. Pensado para tratar el dolor derivado del cáncer, en los últimos años su uso ha ido más allá y ahora se receta no sólo en términos oncológicos sino también para enfermos de dolor crónico y agudo sobre todo por su fácil aplicación.

Sin embargo, para el Doctor Cecilio Álamo, catedrático en farmacología de la Universidad de Alcalá y experto en opiodes no hay motivos para la alarma. Según afirma en nuestro país se partía de un uso marginal y el papel de estos medicamentos es importantísimo.

“El dolor es un problema de salud pública, que sufre un 20% de la población», además puede llegar a ser «una enfermedad grave», dado que en uno de cada tres casos «deriva en depresión«.

“Empleados adecuadamente, con su correspondiente control de receta específica como lo hacen la mayoría de los profesionales españoles, son de una ayuda inestimable para los pacientes con dolor”, asegura.

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