«Tengo miedo de mis impulsos» ¿Conoces las fobias de impulsión?

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Clara, 35 años, es la madre perfecta. Tras una larga lucha por tener un hijo, ahora se plantea si podría llegar a matarlo…

Luis, 29 años, con novia desde hace años, a punto de casarse, se empieza a preguntar si no le gustan más los hombres…

Martina, de 42 años, se acerca al gran ventanal de su oficina y le llega un pensamiento: pasaría algo si me tirase…

Son sólo tres ejemplos de los muchos que podemos poner. ¿Están Clara, Luis o Martina locos? ¿Quizá enfermos de gravedad? No, Clara, Luis y Martina padecen fobias de impulsión.

Sin embargo, los tres lo sufren en silencio ante la presunta vergüenza de confesar sus pensamientos a su entorno más cercano y, muchas veces, incluso a los profesionales, lo cual retarda la detección precoz.

¿Podríamos padecerlos cualquiera de nosotros, en cualquier momento? Vamos a intentar aclararlo.

¿Qué son las fobias de impulsión?

Se trata de pensamientos intrusivos – que no puedes hacer nada para resistirte, evitar o eliminar – que entran en la mente del paciente y le generan una intensa ansiedad.

En general, estos pensamientos intrusivos son irracionales y van en contra de las propias creencias del paciente, ya que los considera moralmente inaceptables. Se dan de forma reiterada, lo cual no hace más que aumentar el nivel de ansiedad.

Las fobias de impulsión son un trastorno egodistónico, es decir, en los que hay una desconexión entre lo que el paciente piensa y lo que, realmente quiere.

fobias de impulsión

Así, siguiendo el ejemplo anterior, Clara tiene afán de protección y cuidado de su hijo o Martina quiere demasiado a su propia vida como para convertir su fobia en una realidad. No obstante, ambas consideran que están luchando contra sus impulsos.

¿Qué características clínicas se manifiestan?

Las principales características son las siguientes:

  • Pensamientos intrusivos, como ya he dicho, con creencia de pérdida de control al seguir el impulso que nos indican. Así: ¡mátalo! – al bebé de Clara – ¡deja a tu novia, no te gustan las chicas! – en el caso de Luis o ¡tírate! En el caso de Martina.
  • El contenido de los pensamientos intrusivos suele anticipar una agresión, ya sea a uno mismo o a los otros  aunque no es el único contenido, como veremos después.
  • Los pensamientos se vuelven obsesivos y recurrentes, con una interferencia muy elevada en nuestras emociones – ansiedad, depresión – y en las conductas.
  • Miedo intenso – ansiedad  intensa – ante la aparición de estos pensamientos
  • Evitar situaciones que los pacientes creen que pueden propiciar que el pensamiento se vuelva realidad. Así, Clara evitaría quedarse sola con su hijo y pediría que guardasen cuchillos y cualquier otro objeto que pudiera usar o Luis evitaría contactos sociales con mucha presencia de chicos.

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¿Cuáles son las causas? ¿Y el diagnóstico?

No tienen causa directa si no que forman parte de diversos trastornos. De hecho, puede formar parte de un trastorno obsesivo – compulsivo ( TOC) – avalado por la APA que incluye a los pacientes con fobias de impulsión en dicha descripción.

En este caso, lo que ocurre es que no se dan compulsiones manifiestas (imaginemos un TOC de limpieza, la obsesión es la idea de estar sucio y la compulsión es lavarse las manos infinitas veces) ni tampoco encubiertas (decirle a alguien si hemos cerrado ya la puerta de casa a pesar de que lo hemos comprobado 35 veces).

Lo que se dan son compulsiones mentales (volver a pensar sobre el pensamiento intrusivo, por cierto, a estas alturas, por qué no le llamamos PIO, infinitas veces, lo cual aumenta la ansiedad porque, de esta manera, pasa desapercibido a los demás.

Pero, también, puede aparecer en algunos trastornos de ansiedad y depresivos. Por otra parte, también, la ansiedad elevada que causa puede acabar generando una depresión.

despersonalización

Igualmente, a pesar de que la mayoría de pacientes están preocupados por la posibilidad de tener una esquizofrenia o un trastorno bipolar, ello forma parte del propio contenido de determinadas fobias de impulsión, pero no existe relación directa puesto que el tipo de pensamientos que aparecen en cada una de estas patologías es diferente.

¿Varía el contenido de las fobias de impulsión?

Podría variar, por eso, podemos afirmar que existen diferentes tipos de fobias de impulsión, según su contenido:

  • Miedo a la agresión de personas de su entorno familiar, social o laboral.
  • Miedo a agredirse a uno mismo.
  • Miedo a atropellar a alguien – ya sea persona o animal – mientras se conduce lo cual hace que el paciente decida hacer de una forma rutinaria siempre el mismo recorrido, pedir que le acompañe alguien de confianza… todo lo cual no sólo no es útil sino que aumenta más la ansiedad.
  • Miedo a volverse loco.
  • Miedo a tener una enfermedad mental grave como la esquizofrenia o el TLP.
  • Miedo a sentirse atraído por personas del mismo sexo aún teniendo la capacidad para reconocer que va en contra de sus preferencias.
  • Miedo a ser ofensivo con una persona por su ideología política o religiosa.
  • Miedo a ser pedófilo, es decir, a sentir atracción por niños y adolescentes – siendo un adulto – a pesar de que el paciente sienta aversión y rechazo ante el solo pensamiento.

Si, todo esto está bien, pero ¿me voy a volver loco? ¿voy a matar a alguien?

Pues no, ni loco ni asesino. A ver si lo explico bien; PIO tenemos todos – en algún momento dado – pero el problema empieza cuando son muy recurrentes, generan intensa ansiedad y sensación de malestar clínicamente significativa.

Pero, no, no te vas a volver loco, puesto que la “locura” es un constructo social que no existe en la clínica habitual y, menos aún, con pacientes con fobias de impulsión.

Vamos a ver si te puedes convertir en asesino, seguro que acierto si digo que:

  • Eres de esas personas que te preocupas, incluso en exceso, por los demás.
  • No matas ni a una mosca y, si lo haces, te genera sentimiento de culpa, lo mismo que herir verbalmente a alguien.
  • Eres perfeccionista, detallista, algo rígido en actitudes y conductas y un poco controlador, en el sentido que necesitas interactuar con otros en situaciones en que puedas mantener el control,
  • Te gusta mantener tu rutina bajo control de manera que cualquier evento inesperado, que ponga patas para arriba tu agenda, te genera ansiedad.

¿Es así? Si lo es, lamento comunicarte que no cumples el perfil de asesino, criminal ni el de agresor.

Piensa que las personas que son capaces de matar a alguien tienen siempre un motivo – aunque sea económico – para hacer daño, son impulsivos, agresivos, sin empatía, no sienten culpa y, mucho menos, ansiedad por lo que han hecho, ¿ves cómo no eres uno de ellos?

¿Tienen tratamiento este tipo de fobias?

Efectivamente y , actualmente, se camina hacia los tratamientos de enfoque multidisciplinar y multimodal.

En primer lugar, deberías acudir a un psicólogo y explicarle de verdad lo que te ocurre. No te preocupes, se trata de un profesional y no va a juzgarte sino que estamos para ayudarte.

A partir de aquí, vendría una evaluación psicológica, para más tarde establecer el plan de intervención e inicio del tratamiento.

Aunque en Psicología existen diversas orientaciones, la que se ha demostrado más eficaz, con mayor tasa de respuesta y aceptación en el tratamiento de las fobias de impulsión es la cognitivo-conductual, como otras, también basada en evidencia científica.

Esto no significa que otras orientaciones no sean válidas, sino que todavía no se ha probado científicamente si son o no eficaces, probablemente, debido a la falta de estudios.

fobias de impulsión

En algunos casos, también será necesaria la consulta con el psiquiatra para incluir la pauta farmacológica más adecuada, especialmente antidepresivos con perfil ansiolítico, para disminuir la ansiedad solo si el especialista así lo recomienda.

Pautas para mejorar las fobias de impulsión

1.Cuando lleguen estos PIO, acéptalos. Durante el día, por la mente aparecen todo tipo de pensamientos, creencias y – siguiendo la metáfora de la casa de huéspedes del mindfulness – hay que acogerlos a todos cuando llegan, aceptando cada uno en su propia forma y dejarlos ir, con la misma aceptación, cuando se van.

Sin embargo, las personas con fobias de impulsión intentar no pensar en el PIO, se resisten, no afrontan la situación y, por tanto, no sólo no se produce el cambio, sino que el PIO aparece con más intensidad.

En la consulta, hacemos, en este caso, un ejercicio de intención paradójica e invitamos al paciente a pensar en lo que quiera excepto en un elefante rosa pero, sobre todo, no piense en un elefante rosa – a veces, también usamos osos blancos, camellos, dromedarios, la punta de la nariz – en cualquier caso, pruebe… a ver qué pasa…

2. Comparte tus pensamientos con tu familia o con tus amigos, hazlo progresivamente desde la persona de más confianza a la de menos e intenta explicarles cómo te sientes, por qué has decidido ponerte en tratamiento, pero no les cuentes el contenido del PIO porque aumentará la ansiedad.

3. No evites situaciones familiares o sociales. Si lo haces, le das el control de tu vida a tus PIO y recuerda que quien debe dirigirla eres tu mismo.

4. No dialogues con los PIO, no te preguntes si podrías ser capaz de hacerlo, si eres mala persona por tener estos pensamientos o si te estas volviendo loco. Ya sabes la respuesta, ¿verdad?

5. Si estás estresado, practica técnicas de relajación, respiración y mindfulness porque el estrés y la ansiedad son malos consejeros y te ayudan a leer de forma incorrecta tus pensamientos.

6. Realiza actividades agradables para aumentar tus emociones adaptativas, es decir, “positivas”, ya que tu estado de ánimo o de tus cambios de humor influyen en la aparición de PIO.

7. Busca ayuda profesional. Aunque lo intentes, no se puede salir de estos bucles y esquemas mentales en soledad. El equipo de psicólogos online de Siquia te puede ayudar.

Imagen de Maria Dolors Mas
Sobre Maria Dolors Mas Nº Colegiada 17222 con 15 años de experiencia. Especialista en ansiedad, depresión y toda lo relacionado con salud mental de niños y adolescentes.
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