inteligencia emocional empresaDamos por hecho que una organización corporativa busca siempre la rentabilidad, obtener beneficios. Aunque resulta muy evidente, normalmente hay unos valores y un objetivo mucho más ideal por el que nació la empresa: cambiar el mundo, mejorar la calidad de un servicio, revolucionar un sector,… Para lograr tamaños sueños, toda empresa debe tener una plantilla con talento, pero no se queda ahí. Los profesionales deben estar cómodos y sentirse valorados para ofrecer todo su potencial a la empresa. Desde hace unos años los directivos y responsables de las áreas de RRHH se han dado cuenta que no solo es necesario ofrecer un buen sueldo a los trabajadores y que valoran incluso más otros factores para ser felices o no en su puesto de trabajo.

¿Cuál es la ciencia o el método que busca solventar estas necesidades de los trabajadores? La inteligencia emocional. Es una forma de interactuar con el mundo teniendo en cuenta sus sentimientos, emociones, motivaciones y habilidades. Cuando se cumplen con estas cualidades la persona va a sentirse más satisfecha y será más eficaz en todos los ámbitos de su vida, así como en la laboral.

Las empresas buscan incrementar la inteligencia emocional de su plantilla para que haya un mejor clima laboral, más comunicación entre todos los departamentos y una percepción de lo que necesita cada trabajador y cada departamento muy superior, no solo a nivel corporativo sino a nivel personal.

Formas de impregnar de inteligencia emocional la empresa

Lo primero que debe hacer una empresa es crear un clima de confianza entre los distintos puestos de jerarquía, que cada trabajador sienta que puede contar tanto con el de arriba como con el que está a su lado o por debajo de él para lograr los objetivos corporativos. La comunicación es fundamental y debe ser la esencia de la inteligencia emocional.

Los directivos y jefes de los departamentos deben anticiparse en todo momento a las distintas situaciones y emociones de cada trabajador. Preguntar, debatir y que todas las personas fluyan sus dudas y preocupaciones y las acciones o decisiones que les han hecho sentirse mejor. Las crisis deben tratarse en conjunto, las resoluciones de problemas se resolverán antes y de una forma más resolutiva siempre que haya más personas estudiando cada caso.

La comunicación es fundamental y debe ser la esencia de la inteligencia emocional

Pequeños gestos que mejorar el día a día de los empleados

Como comentábamos, aunque el sueldo es uno de los activos más importantes para cualquier trabajador, al fin y al cabo, vive gracias a él, no es el único detalle que tiene en cuenta un empleado para sentirse satisfecho en un trabajo. ¿Cuáles son los más valorados?

Flexibilidad horaria

Cada vez se lleva menos el horario completo en una oficina en el que el trabajador no sale de las instalaciones ni un solo minuto. Cada vez se apuesta más por el teletrabajo o las reuniones fuera del trabajo. A su vez, un trabajador valorará que cuando necesita un tiempo extra para hacer un trabajo no se le presione o que cuando necesita un tiempo extra para solucionar un asunto personal no se tenga en cuenta por la empresa ya que seguramente ha trabajado tiempo extra en otras ocasiones para terminar sus tareas.

Cada vez hay más grandes empresas que permiten una completa flexibilidad horaria para que no descuiden a sus familias, amigos o sus actividades de ocio, no se trabaja por horas sino por objetivos o tareas. Si has terminado esta tarea ya eres libre, no importa lo que hayas empleado en ella. Así se logra que los empleados trabajen al máximo por realizar la tarea y cuando lo han terminado pueden irse a descansar; se evita que cuando hay tareas más sencillas se hagan poco a poco porque hay que cumplir con el horario laboral, se pierde tiempo tanto de la empresa como del trabajador, no tiene sentido.

Transporte

Otra de las condiciones que más felices pueden hacer a un trabajador es el transporte gratuito, ya sea entre los diferentes sitios a los que tiene que acudir por trabajo como desde casa al hogar. Al final es dar facilidades al empleado para que tenga ganas de ir a trabajar.

Otros beneficios para los trabajadores

Desde guarderías dentro del espacio de trabajo para que los padres pueden trabajar y al mismo tiempo estar pendientes de sus hijos ante cualquier imprevisto. O cheque guardería.

Formación constante para los empleados, los empleados siempre quieren seguir aumentando sus cualidades y conocimientos. Pregunta a tu equipo en qué le gustaría formarse, tanto para mejorar su rendimiento como a nivel personal. Y ayúdale a que pueda hacerlo realidad. Se sentirá motivado, mejorará su autoestima, su autoconcepto, creatividad…

Gimnasios, sauna, comida gratis, seguros médicos…

Las posibilidades son infinitas, al final es preocuparse por qué necesitan y qué buscan los empleados para sentirse felices en su labor profesional. Las encuestas o formularios son perfectas para saber sus necesidades e intentar cumplirlas. Lo mismo una empresa solo con invertir un 1% del presupuesto en satisfacer las necesidades de su plantilla consigue solo en unos años beneficios que lleguen a incrementar 10 o 15% esa inversión.

Actividades en grupo para fomentar la inteligencia emocional

Es una de las mejores maneras de trabajar las emociones en grupo y además mejora la capacidad para resolver conflictos o la aceptación tanto de críticas como de elogios. Una de las actividades que más se usan a nivel corporativo es la «brújula de las emociones«. Al final «el juego» por así decirlo es lo de menos, lo importante es abrirse y transmitir las emociones y preocupaciones de cada persona. En la brújula de las emociones cada persona pone en los 4 puntos cardinales cuatro preguntas a las que tiene que contestar y compartirlas con sus compañeros: N: ¿Qué he logrado? Logros conseguidos, alegría. S: ¿Qué he perdido? Fracasos, para superarlos. E: ¿Qué me hace sentir mal o poco valorado? Qué debe cambiar.  O: ¿Cuáles son mis temores? Preocupaciones.

Lo que facilitamos, de esta manera, es que los compañeros expongan sensaciones que a veces son difíciles de comunicar, o que nunca encontramos el contexto para hacerlo. Si quieres aumentar su involucración en este tipo de ejercicios más «emocionales», puedes ayudarte de un psicólogo especializado en motivación de equipos, que plantee una jornada «lúdica» y que se repita en los distintos departamentos. ¡Ni te imaginas lo que puedes aprender de tus compañeros en unas horas y que antes no sabías! Además, creas cohexión de grupo y puedes ver errores de tu gestión a los que hasta ahora eras ciego y que podrás solventar en beneficio de todo el equipo de trabajo.

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