Gestionar el enfado de forma sana es posible con estos 5 pasos

> > >
Imagen de Amor Martínez
Salud Mental
Amor Martínez
Home / Blog / Salud Mental / Gestionar el enfado de forma sana es posible con estos 5 pasos

El enfado es una emoción por la que todos hemos pasado en algún momento de nuestra vida y, aunque suene paradójico, es una emoción necesaria para establecer relaciones sanas. Pero como decía Aristóteles lo complicado es enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno y del modo correcto.

La capacidad de enfadarse es sana, el enfado nos moviliza ante situaciones injustas y nos impulsa a establecer límites cuando nos sentimos invadidos. Trata de avisarnos de que está ocurriendo algo a nuestro alrededor con lo que no estamos de acuerdo o algo que no nos gusta.

enfado

El enfado no es más que un mecanismo de defensa que nos ayuda a hacer frente a aquello que nos produce malestar o no nos gusta.

Pero, ¿no es el enfado el responsable de muchos conflictos y el motor de actuaciones poco éticas?

Por esa razón debemos aprender a enfadarnos de forma sana y sin hacer daño a los demás.

¿Qué tipos de enfados existen?

Existen diferentes tipos de enfado y no todos son problemáticos o negativos, pues, como ya hemos comentado, es una emoción útil:

  • El enfado justificable. Sentir enfado o indignación ante situaciones injustas o abusivas es algo justificable.
  • El enfado secundario. En este caso, detrás del enfado se esconde algo más complejo, la mayoría de las veces lo que encontramos es decepción o tristeza. Ocurre por ejemplo con muchos niños que debido a su incapacidad para entender emociones como la tristeza, reaccionan con una rabieta.
  • El enfado no saludable. Tras el enfado no saludable se encuentra un trastorno psicológico, pues tras muchas reacciones llenas de ira o agresividad se esconden problemas de salud mental como la ansiedad o la depresión.
  • El enfado instrumental. Suele darse en personas manipuladoras que emplean el enfado como un instrumento de chantaje.
  • El enfado pasivo. La persona que exterioriza este tipo de enfado, calla y disimula su rabia o frustración.

Prueba una sesión gratis

Aprende a gestionar el enfado con la ayuda profesional de un psicólogo.

Pedir cita

¿Cómo gestionar el enfado de forma sana?

Como ya hemos comentado, el enfado es una emoción natural pero debemos aprender a enfadarnos con sentido y de forma sana.

Pero, ¿cómo lograrlo? A continuación te damos cinco consejos para lograrlo.

1. Analiza por qué te enfadas

Para y analiza por qué te enfadas, qué te lleva hasta esa situación, indaga en los motivos y sé consciente de lo siguiente:

  • ¿En qué situaciones surge?
  • ¿Qué sueles pensar?
  • ¿Cómo es de intensa la emoción de 0 a 10?
  • ¿Qué sueles hacer? ¿Levantas la voz, das portazos…?
  • Qué consecuencias tiene lo que haces?

2. Piensa cuales son tus necesidades

Piensa cómo puedes cubrir tus necesidades y hazte responsable de ellas.

No te victimices y trata de cubrir tus necesidades desde la humildad, desde la tranquilidad y bajo el pensamiento de que tus necesidades no son más importantes que las de la otra persona dentro de la discusión.

3. Da alternativas positivas a aquellos pensamientos que te enfadan

No entres en una espiral de autocompasión y victimismo, deja de pensar «qué injusto», no te estanques en ese tipo de pensamientos, piensa alternativas y soluciones a lo que crees que no es correcto.

4. Rebaja la tensión propia del enfado

Cuando nos enfadamos solemos convertirnos en una versión más agresiva de nosotros mismos, por lo que es importante que intentes respirar profundamente e intentes relajarte.

Puedes dar un paseo o realizar cualqueir actividad o ritual que te relaje y te evada de aquello que te ha provocado esa agresividad.

Muchas veces perdemos la razón en aquellos conflictos en los que nos expresamos de forma poco adecuada… Por lo que es importante que aprendas a gestionar esta parte de ti en cualquier posible enfado.

5. Expresa aquello que te disgusta

Por último, es importante que te comuniques y expreses aquello que te disgusta y te enfada.

Olvídate de los reproches y elige una manera positiva de comunicarte con esa persona que te ha hecho enfadar. Sustituye frases como «tú haces que…» por otras más constructivas como «yo siento…» o «a mí me gustaría que…».

De esta forma te sentirás mucho mejor y aprenderás a comunicarte de forma sana y madura.

Imagen de Amor Martínez

Licenciada en Periodismo, especializada en psicología online

Solicitar cita

Comentarios

No hay comentarios | Comentar