Tras el confinamiento, nos llega un paciente varón de 27 años. Sólo en la recepción ya mantiene una distancia de seguridad exagerada, incluso en ciertos momentos, lleva las manos en alto y, antes de sentarse en el sofá, despliega una innecesaria cantidad de movimientos para asegurarse que nadie le toca y que, a su vez, él no toca ni a nadie ni nada. Estaba claro; el paciente padecía hafefobia o afenfosfobia.
Habefobia: del temor a ser tocado al miedo al contagio

¿Qué esto de la hafefobia?
Este trastorno relacionado con la ansiedad, se halla enmarcado dentro de las fobias siendo, concretamente, una fobia específica.
Se caracteriza por un miedo irracional a tocar y ser tocado, tanto por desconocidos como por conocidos, en los casos graves. Y, claro, esto supone un verdadero problema puesto que el tacto es un sentido recíproco de manera que si tocas, ya te están tocando y al revés.
Se trata de una fobia específica que se caracterizar por desarrollar un miedo irracional a tocar y ser tocado
En realidad, es una exageración de la tendencia natural que tenemos a proteger nuestro espacio personal por miedo a ser contaminados o, en época de COVID-19, a ser contagiados, así como un temor irracional hacia la invasión de dicho espacio llegando a confundirse con las fobias sexuales.
En España, antes de la aparición del coronavirus, esta fobia era poco frecuente y afectaba, aproximadamente, a unos dos millones de personas. Pero, tras el confinamiento, se ha incrementado mucho y algunos de los afectados han preferido aislarse del entorno puesto que lo perciben como un lugar peligroso.
¿Es lo mismo que el TOC de limpieza-contaminación? ¿Y el de contagio?

No, no lo debemos confundir. Ambos comparten que son trastornos relacionados con la ansiedad pero la hafefobia que nos ocupa hoy es una fobia mientras que el TOC es un trastorno por sí mismo.
El TOC de limpieza-contaminación se caracteriza por presentar obsesiones como ensuciarse por tocar objetos que toca mucha gente, contaminarse por no limpiar un objeto o la ropa (por ejemplo, en pandemia, al volver de la calle a casa), contagiarse de una enfermedad por la vajilla de un restaurante, ensuciarse por acariciar un perro, aunque esté limpio Pero, en todos estos casos, va seguido de compulsiones como lavarse numerosísimas veces las manos, la ropa, los objetos…
En el caso del TOC por contagio se trata de terrores exagerados e irracionales a contraer una enfermedad por contagio – pero no sólo por el tacto – De la misma manera, esta es la obsesión.
Va seguida de compulsiones como evitar lugares donde se sabe que hay un enfermo, por ejemplo. En este caso, se debe diferenciar de las fobias a la enfermedad en que el componente fundamental es el miedo a contraer una enfermedad, con o sin contagio. No obstante, en estos casos, los componentes de evitación – activa y pasiva- están muy presentes.
Prueba una sesión gratis
Resuelve tus inseguridades, fobias y miedos con la ayuda profesional de un psicólogo.
Pedir cita¿Cuáles son las causas de la hafefobia?
La causa más frecuente son las experiencias traumáticas. Así, tras un maltrato físico o un abuso sexual, la persona reacciona con rechazo cuando otra persona le toca aunque sea un familiar.
En algunos de estos casos, la fobia queda relegada al sexo opuesto; de manera que si es una mujer que ha sufrido abusos por parte de un hombre, o al revés, cada vez que alguien del otro sexo se le acerque reexperimentará la situación y tendrá miedo a ser atacado sexualmente.
¿Qué síntomas tiene que permitan que la reconozca?
Son variables entre las diferentes personas ya que no todos experimentamos el miedo de la misma manera. A pesar de ello, y de forma general, podemos decir que la fobia presenta los siguientes síntomas a nivel físico:
- Taquicardia
- Disnea
- Hipersudoración
- Sequedad de boca
- Temblores
Y, a nivel psicológico:
- Malestar intenso
- Crisis de ansiedad
- Llanto
- Ganas de salir huyendo
- Evitación de eventos sociales
- Problemas en las relaciones interpersonales
Tratamiento de la hafefobia o miedo a ser tocado
El tratamiento de la hafefobia es prácticamente idéntica a cualquier otra fobia.
Se pueden utilizar técnicas propias de la orientación cognitiva- conductual, dada su eficacia, como la exposición con prevención de respuesta, la reestructuración cognitiva o las técnicas de relajación.
Pero, actualmente, también disponemos de las herramientas propias de las terapias de tercera generación y, especialmente, la Realidad Virtual, como aproximación antes de iniciar una exposición real.
Prueba una sesión gratis
