
El artículo de Child Trends sobre habilidades blandas las define como “un amplio conjunto de habilidades, competencias, comportamientos, actitudes y cualidades personales que hacen capaces a las personas de navegar de forma efectiva en su entorno de trabajo, trabajar bien con otros, actuar bien y conseguir los objetivos. Esas habilidades son aplicables y complementan otras habilidades técnicas, vocacionales y académicas.”
¿Cuáles son las habilidades blandas?
Las soft skills fundamentales se pueden categorizar en cinco bloques:
- Las habilidades sociales: entre las que se encuentran la capacidad de resolución de problemas con otras personas, la mediación o capacidad de adaptar el comportamiento a la situación o entorno.
- Las habilidades de comunicación: incluye las formas orales y escritas de expresión. Estas contribuyen a mejorar las habilidades sociales.
- Las habilidades de pensamiento: la resolución de problemas en general, el pensamiento crítico y la toma de decisiones.
- Autocontrol: capacidad gestionar las emociones en situaciones difíciles o el control de conductas impulsivas. El autocontrol es una de las características que la gente exitosa usa para combatir el estrés.
- Percepción positiva de uno mismo: autoconfianza, autoeficacia, autoestima, etcétera.
¿Son imprescindibles las habilidades blandas para mi crecimiento personal y profesional?
A diferencia de las habilidades duras que sólo se aprenden, las habilidades blandas también son innatas. Se adquieren con las experiencias personales y podrán impulsar la carrera profesional más rápido. Quienes las poseen son vistos como personas responsables y profesionales.
Las empresas exigen a sus trabajadores habilidades más allá de lo que hayan podido aprender en un aula
Los jefes tienen que comprometerse a ayudar a sus empleados
Los líderes además de servir de ejemplo para sus subordinados debe invertir tiempo en enseñarles cómo funciona la empresa y qué comportamientos éticos abandera. Para ello es necesaria la práctica constante de las soft skills que se quiere inculcar y el reconocimiento de la mejora.
Esto reportará beneficios a largo plazo tanto a los trabajadores como a la empresa que se traduce en una reducción del estrés, de los episodios de ansiedad y de las bajas laborales. Recordemos que en la actualidad la depresión es la segunda causa de baja laboral y se prevé que se convierta en la primera en 2030.